De vertedero a meca del ciclismo de montaña: voluntarios transforman la duna de Virginia Key

Hace casi dos décadas, unos innovadores ciclistas de montaña de Miami tuvieron una idea loca: ¿por qué no convertir un vertedero en el camino a Key Biscayne en un lugar para montar en bicicleta?

En 2005, elClub de Ciclismo de Virginia (VKBC) se propuso transformar una duna de arena de 50 acres en el extremo norte de la isla en un parque con 9.5 millas de topes, caídas y saltos a disposición del público.

“Más de 40,000 horas de trabajo voluntario en 12 años construyeron el parque de uso gratis para la Ciudad de Miami”, dijo John Voss, tesorero del VKBC.

Virginia Key, situado en el Viaducto Rickenbacker, tiene una compleja historia que incluye haber sido la primera playa de Miami exclusiva para negros y haber servido de vertedero durante décadas. Pero ahora, decenas de atletas recorren un laberinto de senderos de ciclismo de montaña con una impresionante vista del horizonte de Miami.

“Creo que sería difícil encontrar una gran ciudad en Estados Unidos con nueve millas de rutas de ciclismo de montaña rodeadas de agua”, dijo Voss. “Simplemente no existe”.

Desde al menos la década de 1970, Miami-Dade usó el extremo norte de Virginia Key como vertedero de arena y rocas dragadas del fondo de la Bahía Biscayne para ampliar PortMiami, lo que perjudicó a sus playas. Desde 1956, también alberga una planta de tratamiento de aguas residuales que contamina el aire.

“Si te das una vuelta, cuando subes la primera colina y miras al suelo, ves más o menos a qué nos enfrentábamos cuando llegamos”, dijo Voss. “Una combinación de belleza y excremento”.

Ha habido muchos intentos de reconvertir el terreno donde están los senderos para bicicletas. Entre ellos hubo uno en 2004, cuando los habitantes de Miami-Dade votaron a favor de construir un museo de los derechos civiles. Se reservaron unos $20.5 millones para el proyecto, que aún no ha comenzado a construirse.

En 2010 la ciudad de Miami aprobó un plan maestro para Virginia Key que reservó $45 millones del dinero de los contribuyentes para la conservación y la limpieza del terreno; los senderos pasaron a formar parte de ese plan.

“Aunque se presentaron varias ideas, los comisionados de la ciudad nos concedieron la capacidad para construir un parque”, dijo Voss. “No les costó ni un centavo”.

La decisión se tomó después de que la revista “Bicycling” nombrara a Miami una de las tres peores ciudades del país para este deporte.

“Eso es malo para el turismo”, dijo Voss. “Así que la Junta de Turismo despertó y por fin conseguimos permiso para empezar”.

Tanto Voss como Mary Jane Mark y Bernard Riviere, también miembros del club, llevaban desde 2005 presionando para crear un oasis para ciclistas.

“Tardamos cinco años en obtener una respuesta de la ciudad”, recordó Riviere, quien prefiere que le llamen Frenchy.

Riviere, de 67 años, es el arquitecto autodidacta que está detrás de la creación de senderos para ciclistas.

“Me encantan la geografía y la física”, dijo, “y aquí hago las dos cosas porque juego con el terreno”.

Una ruta avanzada de ciclismo de montaña en Virginia Key.
Una ruta avanzada de ciclismo de montaña en Virginia Key.

Antes de empezar a crear las instalaciones para bicicletas en Virginia Key, Riviere construyó senderos en el Parque Estatal del Río Oleta, en North Miami.

“Durante 17 años construí esos senderos”, dijo Riviere, “del 92 al 2010”.

En los años 90, Oleta tenía unos dos o tres millas de senderos para ciclismo de montaña que Riviere dice que recorría con regularidad. Con el tiempo entabló amistad con el director del parque, John Robinson, quien lo autorizó a ampliar el proyecto.

“Así que empecé a construir con él”, dice Riviere. “Luego mi grupo de amigos creció y la gente ayudó, y 17 años después teníamos 14 millas de senderos”. El grupo se autodenominó Oleta River Adventure Association.

En otoño de 2010 la ciudad concedió a los ciclistas permiso para construir y recorrer senderos en Virginia Key.

“Empecé el primer día de trabajo aquí un día antes de mi cumpleaños... el 18 de septiembre de 2010”, dijo Riviere. “A la segunda semana empezó a venir más gente”.

A medida que aumentaba el número de personas interesadas en el proyecto, el grupo se dio cuenta que necesitaban más herramientas, como machetes y palas. Así que decidieron formar oficialmente un club y recaudar $20 por concepto de cuota de socio para pagar lo necesario.

“Nos reunimos en el Sandbar Sports Grill de Coconut Grove”, recordó Riviere. “Había 20 personas, así que conseguimos $400”.

El club depende completamente de donaciones, trabajo voluntario y patrocinio. Los senderos se construyen según el código de la Asociación Internacional de Ciclismo de Montaña y reciben mantenimiento regular.

“Personas como Frenchy y yo llevamos 30 años de voluntariado en beneficio del ciclismo en Miami-Dade”, dijo Voss. “Pero hay que dar más crédito a Riviere porque él es en realidad el científico loco que sabe qué hacer”.

Riviere y los voluntarios usan tuberías recicladas, mangueras, pintura donada, contenedores de transporte y mucho más.

“Tenemos paneles solares y mangueras contra incendios”, dijo Riviere, señalando una impresionante colección de materiales. “Conseguí algunas [mangueras] en Hialeah y otras en Miami... no tienen por qué ir al vertedero y llenar el vertedero. Vamos a reutilizarlas”.

Un miembro del VKBC recuperó madera del bar Tobacco Road de Miami cuando lo estaban cerrando. Los voluntarios la usaron para reparar el parque después del huracán Irma en 2017.

“Así que ese huracán no fue tan malo, ¿verdad?”, dijo Voss. “Fue como de 35 a 50 millas por hora, excepto justo aquí. Aquí tenían una estación de viento. Recuerdo que estaba en casa, agazapado. En Virginia Key hubo como 98 millas por hora”.

Pero los voluntarios salieron casi en cuanto paró el viento y empezaron a retirar los árboles y ramas caídos.

“Imagínate ofrecerte voluntario para sacar leña en agosto sin sombra”, dijo Voss. “Así es como nuestra gente quiere este parque. Lo más tonto es que nos gustaba tanto este parque que lo construimos dos veces”.

El clima húmedo y lluvioso provoca putrefacción, y es necesario darle mantenimiento. Y los senderos están situados junto a una planta de tratamiento de aguas, lo que Riviere y Voss creen que sería bueno disfrazado.

“¿Sabe qué es ese olor? Es el olor de la libertad”, dijo Voss mirando los senderos. “Porque sin eso esto no sé qué sería”.

De hecho, los miembros del club afirman que el olor característico es una parte esencial de la identidad de las cinco hectáreas. Si no se hubiera conservado el parque, podía haberse transformado fácilmente en una urbanización comercial.

La ampliación también ha proporcionado un santuario para las tortugas, convirtiéndolo en una zona de conservación donde pueden anidar sin que las molesten.

“Esta playa no es para las personas”, dijo Jerri Halgowhich, miembro de la junta de VKBC. “Es una playa de tortugas para que vengan a anidar”.

Con más de 100 miembros, el Club de Ciclismo de Virginia Key se ha convertido en parte integrante de la comunidad, y pretenden mejorar su paraíso ciclista construyendo un nuevo sendero para celebrar su 13er. aniversario.

“Estamos trabajando en un nuevo sendero que esperamos tener listo para nuestro aniversario”, dijo Halgowhich. “Normalmente es en marzo, pero debido a la pandemia, será a mediados de mayo”.

Un padre y su hijo disfrutan de un día soleado en bicicleta por el sendero North Point de Virginia Key.
Un padre y su hijo disfrutan de un día soleado en bicicleta por el sendero North Point de Virginia Key.

Para conocer más sobre el VKBC, visite su portal digital, y para ser voluntario visite su página de Facebook para conocer los próximos eventos.

Layan Abu Tarboush y Hawah Ezell son estudiantes de Periodismo en la Universidad Internacional de la Florida. Este artículo fue producido como parte de una asociación entre la Escuela Lee Caplin de Periodismo y Medios de la Universidad Internacional de la Florida y el Miami Herald.