“Me da vergüenza”. Preocupada por el cambio climático, la generación Greta critica la posición de Javier Milei
Esta, la de Dubai, va a ser una cumbre distinta. No solo porque otra vez la Argentina se encuentra en una transición de gobiernos durante la 28° Conferencia de las Partes (COP 28, por sus siglas en inglés), un encuentro global que se realiza todos los años para debatir y fijar metas en materia de cambio climático. También porque no se trata sólo de cambiar una figura por otra, sino de la asunción de un presidente, Javier Milei que se autoproclamó una y otra vez como negacionista, es decir detractor de la existencia del cambio climático.
Así las cosas, a horas de que comience el encuentro, en la ciudad de Dubai, todavía no se definió quiénes van a ser los representantes argentinos que viajarán por parte de la Cancillería, en tanto, del Ministerio de Ambiente se confirmó que viajarán la secretaria de Cambio Climático, Cecilia Nicolini, y la directora nacional de Cambio Climático, Florencia Mitchell. El ministro Juan Cabandié no viajará.
Claro que para todos los funcionarios que estén allí, a excepción de los equipos más técnicos, el viaje terminará abruptamente el 10 de diciembre, cuando asuman las nuevas autoridades, y tendrán que emprender la retirada raudamente, como Cenicienta al oír las 12 campanadas. Porque a partir de ese día, y pese a que la COP dura hasta el 12 de diciembre, los funcionarios argentinos deberán dejarle el espacio a sus reemplazantes. Esto, si es que para esa fecha ya están designadas las nuevas autoridades, algo poco probable, porque ni siquiera se sabe quién será su ministro de Ambiente y menos aún si existirá el ministerio como tal.
Así las cosas, sin delegación argentina confirmada, la participación del país en la COP se verá eclipsada, algo que lamentan los jóvenes argentinos, militantes por el clima, muchos de ellos ya están viajando o ya están allá para participar de los encuentros, que comenzarán mañana y se extenderán hasta el 12 de diciembre, tal vez más, ya que los últimos días es cuando ocurren las negociaciones más jugosas y podría ocurrir, como ya pasó en otras oportunidades, que se extendió un día más.
Los grandes temas que se debatirán en este encuentro, podrían tener a la Argentina en un lugar privilegiado: por ejemplo, cuando se debata sobre el financiamiento y se busque trazar un cronograma de pagos, en el que los países que más contaminan sean deudores y tengan que pagar sus deudas a los países en vías de desarrollo que fueron los más afectados por el cambio climático. ”En ese contexto, la Argentina podría ser beneficiada, en su condición de acreedora ambiental, exigir, por ejemplo, tal como hizo Costa Rica, que se renegocie la deuda con el FMI, en un marco de un plan de mitigación de daños que vayan a ser reinvertidos en políticas ambientales y de mitigación”, explica Mercedes Pombo, miembro, desde sus orígenes de Jóvenes por el Clima.
Claro que si el Gobierno nuevo asume una postura negacionista, o si no envía a nadie a representar el país, se podría perder esta oportunidad.
“La verdad es que todo es muy incierto. Tenemos dos participaciones, el Gobierno actual y el que va a asumir. Son dos panoramas muy distintos. No sabemos muy bien por qué medidas van a optar. Si bien es negacionista, ha dicho que está dispuesto a trabajar en conjunto y a generar consensos, y esperemos que en esos consensos también estén los temas ambientales”, apunta Luis Martínez, ambientalista que reside en la provincia de Corrientes.
“Es interesante saber el paquete de medidas que se van a impulsar, saber si se van a reducir los presupuestos. Hay muchos grupos preocupados. En la COP hay que ver cuánto se adhiere el nuevo Gobierno a estas exigencias. Si se va revaluar la reducción de emisiones. La Argentina va a tener participación, si se involucra, si va a querer cumplir con los objetivos de descarbonización y triplicar la cantidad de energías renovables 2030″, agrega Martínez.
Una gran oportunidad
Nicole Becker y Eyal Weintraub son dos argentinos de la agrupación Jóvenes por el Clima, movimiento internacional que surgió de la mano de la activista sueca Greta Thunberg, que ya viajaron para Dubai como parte de la representación en la COP.
“Esta COP es una gran oportunidad. Adaptación y financiamiento son los temas importantes de esta cumbre. Es una gran oportunidad para la Argentina. Al tener menos responsabilidad en el agravamiento del cambio climático, la pregunta es quién paga lo que está roto. El discurso hasta ahora es que lo paguen los responsables. Para eso se va a crear el fondo de pérdidas y daños, el año que viene. Argentina podría ser de los países acreedores, incluso siendo un país negacionista, pero en ese caso, los fondos son menores, porque nadie cree que va a recibir ese fondo para invertir en adaptaciones al cambio climático”, dice Nicole.
“A mí me da mucha vergüenza a esta altura del debate todavía tener un presidente que sea negacionista, cuando ya se considera una etapa superada y todos los científicos coincidieron que se debe a la acción del hombre y no a un hecho natural. Incluso organismos internacionales como el FMI reconocen la incidencia del cambio climático en las economías locales”, agrega Nicole.
“Desde hace un tiempo, distintos organismos están impulsando medidas de trazabilidad que abordar el tema ambiental, y puntualmente estableciendo restricciones a las importaciones para aquellos productos que no puedan demostrar su trazabilidad y medir su huella de carbono. Significa, que, una medida así, de simplemente negar el cambio climático y darle la espalda, podría llegar a afectar hasta el 40% de las exportaciones”, dice Bruno Rodríguez, estudiante de Ciencias Políticas, también de Jóvenes por el Clima, pero que en esta oportunidad seguirá la cumbre desde su casa.
“Tener un nuevo Gobierno con un jefe de Estado que se pronunció negando las bases científicas del cambio climático nos hace prever que vamos a tener una situación muy complicada. Nos complica también en términos económicos”, agrega Rodríguez.
“Ya no es cuestión de fe. Las consecuencias del cambio climático ya están entre nosotros. Quizá la gente todavía lo vea como algo lejano, pero si nos ponemos a pensar que el aumento de la temperatura durante la sequía, le costó al país más de un 3 puntos del PBI”, explica Pombo, que tiene 24 años y es estudiante de Filosofía en la UBA.
Ella tiene la misma edad que muchos de los votantes de Javier Milei en las últimas elecciones. Cuando se le pregunta por qué entre su generación, que es mucho más permeable a las ideas de compromiso con el medio ambiente, hubo tanta adhesión al proyecto de Milei, Mercedes apunta que cree que su generación lo votó no por su postura sobre temas ambientales sino, a pesar de. Con una urgencia más marcada por la coyuntura económica y la crisis que desde un voto reflexivo.
“Tener un Gobierno que ignora por completo la necesidad de adaptar nuestras economías y transicionar nuestros sectores productivos es realmente complicado en términos económicos y sobre todo por afectar la competitividad de nuestros sectores más centrales de la economía”, dice Rodríguez.
“A mí me parece que tenemos que ver, más allá de cómo se pronuncia el nuevo Gobierno frente a este tema, cómo operan los distintos agentes del mercado. Cómo se van a pronunciar y qué tipo de esfuerzo van a hacer frente a la agenda de emergencia climática los productores del campo argentino, las empresas energéticas. Bueno, por ejemplo, Argentina también tiene una ventana de oportunidad muy importante con respecto al gas de Vaca Muerta para poder situarlo como una fuente energética como cualquier exportador, teniendo en cuenta que muchas economías volvieron a reabrir centrales de carbón producto de la guerra entre Rusia y Ucrania”, agrega.
“Lo que todavía no conocemos, no es solo los funcionarios que viajarán o no… sino la voluntad de acompañar esta agenda teniendo en cuenta que no es una agenda blanda. La vulnerabilidad en nuestra economía frente a la intensidad y la frecuencia de los fenómenos climáticos extremos ya quedó demostrada con el impacto que tuvo la sequía sobre nuestro rendimiento exportador, haciendo que caiga el 25% de nuestras exportaciones”, apunta Bruno.