Los vehículos eléctricos ganan terreno en Arabia Saudita, pero como segundo coche

Un hombre inspecciona un coche eléctrico en una sala de exposición en Riad, el 8 de junio de 2024 (Fayez Nureldine)
Un hombre inspecciona un coche eléctrico en una sala de exposición en Riad, el 8 de junio de 2024 (Fayez Nureldine)

Hamad al-Rafdan, un saudí de clase media, optó por un vehículo eléctrico pero sin renunciar a su potente todoterreno, que consume mucho combustible.

El mercado de vehículos eléctricos es todavía modesto en Arabia Saudita, el principal exportador de petróleo del mundo, donde el litro de gasolina apenas cuesta 2,33 riales (0,62 dólares).

Pero en 2023 la importación de este tipo de vehículos se triplicó hasta rozar las 800 unidades, según la prensa especializada.

En el caso de Rafdan, se decantó por un modelo de la marca china BYD, que le costó un poco más de 200.000 riales (53.000 dólares).

"Será mi segundo coche", dice este empleado de recursos humanos de 39 años mientras inspecciona su nuevo vehículo.

Su decisión estuvo motivada por "las consideraciones financieras". Hasta ahora, Rafdan gastaba hasta 2.000 riales (533 dólares) al mes en combustible para su todoterreno.

Además "los costos de mantenimiento no son tan altos como para un vehículo convencional. No hay cambios de aceite ni reemplazo de pastillas de freno", continúa.

Tres otros clientes encontrados en un concesionario del norte de Riad están de acuerdo.

Para Rafdan, la "protección del medio ambiente" es un argumento adicional.

Pero el precio de un coche eléctrico sigue siendo elevado.

Un modelo de la marca californiana Lucid, en la que Arabia Saudita invirtió 1.000 millones de dólares y que abrió en 2023 una fábrica en este país, cuesta 341.000 riales (92.150 dólares).

Tesla no tiene concesionario local, pero la llegada del chino BYD, más económico, podría cambiar la situación.

Con ocho millones de habitantes, la capital Riad sufre inextricables embotellamientos, lo que aumenta las emisiones de CO2.

- Ambiciones saudíes -

Útiles en entornos urbanos, los vehículos eléctricos no son adecuados para desplazamientos de largas distancias en este vasto país.

Alrededor de 950 kilómetros separan Riad de la segunda ciudad saudita, Yeda, en el oeste del país.

Pero la autonomía de las mejores baterías no supera los 400 kilómetros y la red de recarga es casi inexistente.

Para remediar esta situación se creó la empresa EVIQ (Electric Vehicle Infrastructure Company) con el objetivo de instalar 5.000 estaciones de recarga.

Algunas ya comenzaron a funcionar, pero los usuarios se quejan de que muchas están averiadas.

Otro obstáculo en Arabia Saudita es el espacio reducido de los habitáculos de estos modelos, que no se adapta a las necesidades de las familias numerosas, según el experto Hosam Iraqi.

El diario económico Al Iqtisadiya informó en abril que se habían importado 779 vehículos eléctricos en 2023, frente a 210 el año anterior.

Según la Agencia Internacional de la Energía, los vehículos eléctricos representaron el 18% de los automóviles vendidos en el mundo en 2023, frente al 14% en 2020 y solo el 2% en 2018.

Unos 14 millones de estos modelos se matricularon en todo el mundo en 2023, de los cuales 95% se encuentran en China, Estados Unidos y Europa. El parque global de vehículos eléctricos en circulación se elevó a 40 millones, según la misma fuente.

Arabia Saudita, que busca diversificar su economía demasiado dependiente del petróleo, quiere estimular este sector.

El fondo soberano de inversión pública (PIF) controla el 60% de Lucid, que sin embargo sufrió pérdidas de 685 millones de dólares en el primer trimestre de 2024.

El reino firmó un acuerdo con el surcoreano Hyundai para abrir una fábrica en Arabia Saudita que producirá vehículos eléctricos y coches que funcionan con gas.

El país también creó su propia marca de vehículos eléctricos llamada CEER, que planea lanzar su primer modelo en 2025.

En febrero el ministro saudí de Industria, Bandar Al Kharif, indicó a la AFP que su país quería producir 300.000 modelos eléctricos sin precisar un cronograma.

Según él, Riad, que busca alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, también está en conversaciones con numerosos productores de baterías.

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