Los vecinos de Brujas están hartos de recibir más de 8 millones de turistas al año

Los vecinos de Brujas están hartos de recibir más de 8 millones de turistas al año

Brujas es una ciudad belga declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, apreciada por sus calles adoquinadas, sus pintorescos canales y sus edificios medievales.

Pero su paisaje de postal la ha convertido también en víctima del turismo excesivo como ha sucedido en Venecia o en Mallorca. Un récord de más de 8,3 millones de personas visitaron Brujas, una ciudad de menos de 120.000 habitantes, en 2023.

Vecinos más que hartos

"La gente ha empezado a indicar que hay demasiados turistas", declaró el alcalde de Brujas, Dirk De Fauw, al diario 'The Brussels Times' en agosto. "Si dejamos que cada uno haga lo que quiera, las cosas irán mal rápidamente".

Como parte de la solución, el Ayuntamiento ha prohibido la construcción de nuevos hoteles en su centro histórico. También ha dejado de autorizar nuevos pisos turísticos en toda la ciudad.

¿Por qué Brujas está tomando medidas contundentes contra pisos turísticos?

De vivir del turismo a vivir con el turismo

Aunque los planes de Brujas no son tan extremos como los de Barcelona, ​​que a principios de verano anunció una prohibición de pisos turísticos en toda la ciudad para 2029, son un paso hacia el control del turismo excesivo.

Se espera que las nuevas restricciones ayuden a restablecer el equilibrio entre turistas y residentes en la hermosa y encantadora pero abarrotada ciudad. En Budapest han llegado a votar qué camino siguen los barrios turísticos. Sin embargo, algunos expertos señalan que una ofensiva contra los alojamientos tipo Airbnb no resolverá el problema de los excursionistas de la ciudad.

"Brujas, al igual que Venecia, es una ciudad estrechamente vinculada a su puerto, que atrae a un gran número de excursionistas", dice Bart-Jan Leyts, fundador y director ejecutivo de la plataforma de clasificación de propiedades Otamiser, que creció en la ciudad.

Estas visitas cortas contribuyen significativamente al fenómeno del turismo excesivo, pero no están directamente relacionadas con la disponibilidad de alquileres de corta duración

Brujas limita los cruceros

De Fauw descartó la posibilidad de introducir tasas o límites al número de visitantes en Brujas: "No podemos ni queremos controlar el acceso a la ciudad, como en la también saturada Dubrovnik o Venecia", donde recientemente se introdujo una tasa para los excursionistas de un día para reducir la masificación" aseguró.

Pero se han hecho intentos para reducir el número de excursionistas en la ciudad. En 2019, se impusieron límites a los cruceros, a un máximo de dos por día que ahora pueden atracar en la cercana Zeebrugge, en lugar de cinco.

Retiran los anuncios del aeropuerto de Bruselas para que no se acuerden de ellos

Aunque las aglomeraciones turísticas han expulsado a los vecinos del centro histórico de Brujas, el resto de la ciudad se mantiene relativamente intacto y las autoridades tienen previsto que siga así. Las autoridades municipales también retiraron los anuncios de la ciudad medieval en el aeropuerto de Bruselas para no alentar a más visitantes.

"La afluencia de turistas trae beneficios económicos, pero también ejerce una enorme presión sobre la infraestructura y la comunidad de la ciudad. Al gestionar el turismo de manera sostenible, Brujas puede proteger su patrimonio y seguir siendo un destino vibrante y acogedor", explica Bart-Jan Leyts.