Valley Children’s recibe millones en exenciones fiscales. ¿Devuelve lo suficiente?

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Valley Children’s Hospital, el hospital pediátrico más grande del centro de California, reinvirtió la menor cantidad de dinero en su región en comparación con los otros hospitales infantiles sin fines de lucro más grandes del país que tienen el mismo estatus benéfico exento de impuestos, según un análisis del Fresno Bee.

El Bee examinó la cantidad que Valley Children’s declaró gastar en lo que el IRS considera “beneficio para la comunidad”, como la atención médica gratuita proporcionada a determinados pacientes. Ubicado en el Condado de Madera, Valley Children’s es el hospital infantil número 16 en tamaño en Estados Unidos, con 358 camas.

En comparación con los 15 hospitales infantiles más grandes de la nación, Valley Children’s ocupó el último lugar en cuanto a la cantidad que devuelve a la comunidad como porcentaje de los gastos totales. Y no quedó ni cerca de ellos.

Al observar las declaraciones de impuestos del hospital del año fiscal 2021-22, el último disponible, los gastos totales de Valley Children’s fueron de casi $775 millones, y su Anexo H complementario muestra gastos de beneficio comunitario de $15.4 millones, o alrededor del 2% de sus gastos totales. Entre las instituciones similares a Valley Children’s, el siguiente porcentaje más alto es de aproximadamente el 6% en el Hospital Infantil Rady de 511 camas en San Diego, y el más alto fue del 23% en el Hospital Infantil de Texas, que cuenta con 860 camas.

El Dr. Vikas Saini, presidente del Lown Institute, un grupo no partidista de reflexión sobre la política de la industria hospitalaria con sede en Massachusetts, dijo a The Bee que las cifras del Valley Children demuestran “un gran desajuste” entre lo que se gastó en beneficio de la comunidad y el valor estimado de las exenciones fiscales.

El código fiscal federal exige donaciones en beneficio de la comunidad que justifiquen las exenciones fiscales de un hospital, pero no existe un requisito mínimo de gasto benéfico para que un hospital sin fines de lucro mantenga su exención fiscal. La Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos (GAO), que no es partidista, recomendó al Congreso que modifique el código fiscal para especificar los servicios y actividades que podrían representar suficientes beneficios para la comunidad y que tome medidas adicionales para reforzar la supervisión del IRS.

La cuestión se ha debatido en el Capitolio, en donde el año pasado se celebró una audiencia del subcomité de supervisión del poderoso Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.

“El Congreso ha tomado medidas (en las leyes fiscales) que transmiten la expectativa de que los hospitales, a cambio de una exención fiscal, deben proporcionar servicios y actividades que beneficien a las comunidades inmediatas en las que operan”, dijo Jessica Lucas-Judy, directora de asuntos estratégicos de la GAO federal, en un testimonio ante el Congreso en 2023.

“Sin embargo, una amplia gama de actividades entran dentro de los requisitos del Código de Rentas Internas para una exención de impuestos para organizaciones benéficas, lo que hace que sea un reto garantizar que los beneficios comunitarios que proporcionan los hospitales justifiquen su exención de impuestos”, añadió Lucas-Judy.

El Valley Children’s Hospital, el mayor hospital pediátrico entre Los Ángeles y el área de la bahía de San Francisco, ha sido objeto de intensas críticas este año por los elevados salarios de su director ejecutivo, Todd Suntrapak, y de un grupo de vicepresidentes senior, especialmente si se comparan con los salarios y las prestaciones de los ejecutivos de otras organizaciones sin fines de lucro similares en todo el estado y el país.

Suntrapak cobró casi $5.2 millones en el ejercicio fiscal 2021-22. Cuando se combina con otros 22 vicepresidentes y vicepresidentes senior, el total de compensación ejecutiva senior se infla a más de $25.3 millones ese año.

“La compensación del director ejecutivo en 2022 (en Valley Children’s) supera lo que el hospital gastó en asistencia financiera a los miembros de la comunidad que necesitaban atención”, dijo Saini, el presidente del Lown Institute. Además, la remuneración combinada de Suntrapak y el escuadrón de vicepresidentes ascendió a más de las cifras totales de beneficio comunitario declaradas por el hospital en su declaración de la renta.

Valley Children’s es el hospital infantil número 16 del país, según Becker’s Hospital Review, que clasifica los hospitales en función del número de camas. Atiende a niños de una región de 45,000 millas cuadradas del centro de California. Más del 70% de esos niños están cubiertos por Medi-Cal, el programa estatal de seguros para personas con bajos ingresos, o pueden optar a él.

Entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, el hospital vio a casi 173,000 pacientes individuales, algunos de los cuales hicieron múltiples visitas para recibir atención o tratamiento en especialidades que incluyen atención neonatal; diabetes y endocrinología; gastroenterología, incluida la cirugía; problemas renales; neurología y neurocirugía; ortopedia; cirugía respiratoria y pulmonar; cáncer pediátrico; urología y otros.

Los beneficios comunitarios definidos por el IRS incluyen la atención gratuita o con descuento a los pacientes, los déficits en lo que el gobierno paga por tratar a los pacientes de Medicaid (Medi-Cal en California) u otros programas gubernamentales basados en las necesidades; la educación en profesiones del sector salud; los servicios de salud subvencionados; la investigación; las contribuciones en efectivo o servicios para promover la mejora de la salud; y las actividades de construcción de la comunidad.

Pero la falta de un umbral mínimo en el código fiscal para el gasto de los hospitales benéficos en beneficio de la comunidad ha sido descrita por los críticos como vaga y una laguna jurídica. Valley Children’s afirma que la mayor parte de sus gastos benéficos quedan fuera de la definición del IRS.

Zara Arboleda, vocera de Valley Children’s, le dijo a The Bee que el Anexo H del IRS, el formulario que detalla el gasto en beneficios comunitarios, tiene un enfoque tan estrecho que no refleja con precisión los verdaderos beneficios de la instalación para el Valle Central de San Joaquín. Arboleda dijo que “no es una imagen completa de cómo Valley Children’s ha impactado a la comunidad”.

Pero el Anexo H es el instrumento que el IRS usa para evaluar los beneficios comunitarios hacia el estatus de exención de impuestos de todos los hospitales benéficos, incluido el Valley Children’s.

La expectativa de retribuir

Gracias a su estatus de exención de impuestos como organización benéfica sin fines de lucro, Valley Children’s no paga impuestos federales o estatales sobre sus ingresos netos –más de $354 millones para el año fiscal 2021-22, según la declaración de impuestos del hospital– ni paga impuestos a la propiedad al Condado de Madera sobre la propiedad que posee el hospital.

El estatus de exención fiscal de Valley Children representa una exención fiscal estimada de unos $45 millones para 2021-22, según el Lown Institute. La organización basa esa cifra en una estimación promedio nacional de beneficios fiscales para hospitales sin fines de lucro del 5.9% de los gastos totales.

“Los hospitales son un gran negocio”, dijo Saini, el presidente del Lown Institute. “Ya no son el pequeño proyecto sin fines de lucro que mamá y papá tienen en la esquina”.

“Estos hospitales, a cambio de no pagar determinados impuestos, se comprometen” con sus comunidades, afirmó Joan Allen, activista de las relaciones gubernamentales del sindicato de trabajadores médicos SEIU-UHW, en una mesa redonda del Lown Institute celebrada en marzo. “Así que, si actualmente no están cumpliendo su compromiso, entonces tenemos toda la responsabilidad de pedirles que hagan más”.

“Los hospitales tienen que informar al IRS de los gastos en beneficio de la comunidad, pero en casi ningún estado existe una cantidad mínima que deban gastar”, afirmó Judith Garber, analista política del Lown Institute, en un debate celebrado en marzo.

En la mesa redonda celebrada en marzo de 2024 sobre el gasto en beneficio de la comunidad de los hospitales benéficos sin fines de lucro participaron, en el sentido de las manecillas del reloj desde la parte superior izquierda, el presidente del Lown Institute, doctor Vikas Saini; la analista política principal de Lown Judith Garber; el director ejecutivo de Health Access California, Anthony Wright; la activista de relaciones gubernamentales de SEIU-UHW Joan Allen, y Michelle Burton, directora ejecutiva de Rising Communities en Los Ángeles.

Los hospitales exentos de impuestos “tienen que llevar a cabo una evaluación de las necesidades de salud para identificar las necesidades de salud más importantes de una comunidad”, explicó Garber. “Pero no hay ningún vínculo que luego diga: ‘Bien, ahora tienen que gastar X dólares para ayudar a tratar esos problemas’”.

Cerrar una laguna normativa

La GAO federal coincide en que una mayor supervisión reglamentaria mejoraría la rendición de cuentas de los hospitales exentos de impuestos.

La falta de claridad en el código tributario “crea desafíos para el IRS en la administración de la ley tributaria”, dijo Lucas-Judy en su testimonio ante el Congreso. Bajo las reglas actuales, dijo, un hospital podría gastar poco o ningún dinero en atención de caridad o actividades de beneficio comunitario, pero mantener su exención de impuestos, siempre y cuando opere una sala de emergencias que esté abierta a todos y acepte pacientes de Medicare y Medicaid.

En 2016, la dependencia identificó 30 hospitales que no informaron de ningún gasto en beneficios comunitarios, otros 48 que no proporcionaron asistencia financiera y 108 que gastaron menos del 1% de sus presupuestos en beneficios comunitarios. Sin embargo, dijo Lucas-Judy, “los funcionarios del IRS nos dijeron que la dependencia no había revocado el estado de exención de impuestos de un hospital por no proporcionar suficiente beneficio comunitario en los 10 años anteriores@.

Jessica Lucas Judy, directora de asuntos estratégicos de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos, testifica en abril de 2023 ante el Subcomité de Supervisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes sobre los hospitales exentos de impuestos y las normas de beneficio comunitario.
Jessica Lucas Judy, directora de asuntos estratégicos de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos, testifica en abril de 2023 ante el Subcomité de Supervisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes sobre los hospitales exentos de impuestos y las normas de beneficio comunitario.

La falta de un mínimo de beneficio para la comunidad es una laguna jurídica que debe cerrarse, dijo Allen de SEIU-UHW.

“Mientras les pidamos que hagan más para justificar los ingresos que reciben, las exenciones fiscales que reciben, creo que es totalmente justo... pedir transparencia para asegurarnos de que lo que hacen beneficia realmente a la comunidad de la forma que esperamos”, afirmó.

La declaración de Hacienda ‘no es una imagen completa’

Valley Children’s informó que en 2021-22, gastó menos de $182,000 en asistencia financiera o atención de caridad, y ningún dinero en servicios de salud subsidiados.

Arboleda señaló que las cifras de atención caritativa en Valley Children’s y otros hospitales infantiles en California son más bajas que muchos hospitales similares en todo el país porque “en California, todos los niños tienen acceso a algún tipo de seguro, ya sea MediCal o California Children’s Services”.

“En virtud de ello, nuestra atención caritativa es significativamente menor si se compara con centros para adultos, e incluso con hospitales infantiles de otros estados que no tienen la sólida cobertura de seguro que se ofrece a los niños en California”, añadió.

A diferencia de otros hospitales que reportan sumas significativas en educación de salud o investigación entre sus gastos de beneficio comunitario, Valley Children’s no es un hospital de enseñanza académica ni una institución de investigación tradicional, dijo Arboleda a The Bee. “Hacemos lo que podemos, pero es otro ejemplo de que si se atiende solo a la definición estrechamente prescrita por el IRS de beneficio comunitario, va a ser inferior”.

Arboleda ofreció información que muestra que en los últimos 10 años, Valley Children’s ha gastado más de $850 millones “en instalaciones y programas que mejoran el acceso a la atención” en su huella de servicio que va desde el sur del Condado de San Joaquín hasta Bakersfield y desde la costa central hasta Sierra Nevada.

“Estas operaciones respaldadas por inversiones [incluyen] expansiones de programas, nuevos servicios, asociaciones con otros proveedores de atención médica, un programa de residencia pediátrica y de becas hospitalarias, y educación del personal, por mencionar algunas,” agregó.

El hospital cuenta con numerosas asociaciones y patrocinios comunitarios, colabora con escuelas para instalar fuentes de agua potable, se asocia con bancos de alimentos, proporciona libros para programas de alfabetización infantil y patrocina ferias de la región para ofrecer entradas gratuitas a los niños. Muchos de estos tipos de actividades se declaran en un formulario diferente del IRS, pero este no los contabiliza como “beneficios para la comunidad” en el Anexo H. El hospital también elaboró un reporte anual sobre beneficios para la comunidad y un plan para promocionar sus esfuerzos.

Menos que otros hospitales del Valle exentos de impuestos

En el año fiscal 2021-22, Valley Children’s reportó el porcentaje más bajo de presupuesto destinado a beneficios comunitarios definidos por el IRS, entre los 16 hospitales infantiles más grandes del país, y su cifra de poco más del 2% también fue la más baja entre otros hospitales exentos de impuestos, sin fines de lucro de todo tipo en el centro del Valle de San Joaquín:

  • Valley Children’s Hospital, Madera: $15.4 millones en gastos a beneficio de la comunidad, el 2.02% de su presupuesto.

  • Community Medical Centers, Fresno: $268.5 millones, el 12.5% de su presupuesto.

  • Saint Agnes Medical Center, Fresno: $59.1 millones, el 9.6% de su presupuesto.

  • Adventist Health - Hanford: $14.2 millones, el 3.8% de su presupuesto.

  • Adventist Health - Tulare: $24.8 millones, el 27.7% de su presupuesto.

  • Adventist Health - Reedley: $18.5 millones, el 9.8% de su presupuesto.

Arboleda dijo que los hospitales generales usualmente van a tener una mayor proporción de gastos para la atención de caridad, ya que tratan a los adultos que, a diferencia de los niños en California, pueden no tener seguro y experimentar mayores déficits en los reembolsos para el tratamiento de pacientes MediCal.

Otros hospitales pueden declarar un gasto mucho mayor en educación de salud porque tienen programas de residencia y prácticas más amplios, añadió.

Todd Suntrapak, director ejecutivo del Valley Children's Hospital
Todd Suntrapak, director ejecutivo del Valley Children's Hospital
El Valley Children's Hospital está encaramado a un acantilado en la orilla norte del río San Joaquín, junto a la autopista 41, en el condado de Madera.
El Valley Children's Hospital está encaramado a un acantilado en la orilla norte del río San Joaquín, junto a la autopista 41, en el condado de Madera.