Vacaciones de invierno: el pueblo gastronómico que cautiva por una original propuesta para los chicos

La propuesta es novedosa y atrae sobre todo a quienes quieren buscar una alternativa a los atestados paseos infantiles que convocan multitudes en el centro porteño: una búsqueda del tesoro para chicos y grandes, que además de jugar permite recorrer y conocer la historia de Uribelarrea, uno de los pueblos gastronómicos que se pusieron de moda en los últimos años, a solo 90 km de la Capital.

Pero esta actividad está enfocada durante las vacaciones de invierno en los más chicos. La idea es recorrer, mediante un mapa y un instructivo, las distintas postas de este pueblo de 2500 habitantes, que tiene edificaciones de 1890, hasta descubrir el gran tesoro: un baúl lleno de monedas de oro.

Un grupo de chicos durante una búsqueda del tesoro
Un grupo de chicos durante una búsqueda del tesoro - Créditos: @gentileza

Para ello, habrá que leer la historia de Hilario, un personaje de cuento, amigo de Nemesio Uribelarrea, el fundador del pueblo. Luego, ir siguiendo sus pistas, interactuar con los recuerdos de los pobladores más antiguos, descubrir algún indicio en lugares como la vieja pulpería, la antigua carpintería o la cancha de pelota vasca, entre otros puntos del recorrido.

No es cuestión de un juego de un par de minutos. El desafío es para valientes. Por varias horas, los participantes caminarán las calles de tierra del pueblo, preguntando aquí y allá por las huellas de Hilario, e incluso, del duende, amigo de Hilario, que hizo de las suyas y escondió algunas pistas.

Una búsqueda del tesoro tras los pasos de Hilario
Una búsqueda del tesoro tras los pasos de Hilario - Créditos: @gentileza

Se trata de una propuesta que impulsan los emprendedores de este pueblo gastronómico, desde hace dos años y que cada vez convoca a más gente. “La idea nació en 2021, tras la pandemia, cuando llegaron los famosos cupos y había tanta gente que quería venir. Entonces se nos ocurrió organizar una actividad que no fuera encerrarse en un local sino salir a recorrer el pueblo”, cuenta Cristina Gil Giraldez, la dueña de la casa de te, El Retoño, que es el punto desde donde arranca la búsqueda del tesoro.

La cita es para los sábados y domingos de las vacaciones de invierno, a las 11.30. Allí, las familias adquieren el kit para participar de la actividad y se inicia la lectura conjunta de un cuento, escrito por los emprendedores gastronómicos del lugar. Es el inicio de la masiva búsqueda del tesoro. Cada grupo recibirá su cuento y su mapa, con la hora de ruta para ir recorriendo y descubriendo los misterios que plantea el cuento.

El Palenque, una de las ofertas gastronómicas
El Palenque, una de las ofertas gastronómicas - Créditos: @Gentileza: El Palenque Uribelarr

“El cuento es de Hilario, un personaje que es ficticio y a la vez no. La gente pregunta después, ¿es verdad? Y esa es parte la de la incógnita”, explica Cristina.

Lo que hace Hilario es invitar a los visitantes a recorrer el pueblo, y les va contando una historia ambientada en los tiempos de la fundación de Uribelarrea, que data de en 1890. El objetivo no solo es descubrir un tesoro sino también conocer esas historias del pueblo alimentan el enigma principal. Hay que encontrar la casa donde vivió Ramona Páez, la enfermera del pueblo, la responsable de atender los partos de los nuevos habitantes.

“Ahí tenés un desafío para la búsqueda, lo mismo cuando llegás al lugar donde funcionaba la vieja carpintería. Tenés que descubrir un misterio con respecto a la cancha de pelota vasca… y así se va avanzando por las distintas postas. Allí se fusionan ficción y los hechos que hicieron al encanto del pueblo, que hacen que hoy la gente venga a visitarlo”, explica Cristina.

La historia del pueblo

En 1890, el hacendado Miguel Nemesio de Uribelarrea decidió donar ciertas tierras con el objetivo de establecer allí una colonia agrícola. Donó tierras para hacer la iglesia, para el colegio Don Bosco, y armó parcelas para los nuevos habitantes. Hasta allí la parte histórica. Ese es el momento en el que, en el cuento llega Hilario, que era amigo de Nemesio, el fundador y se entera de que todos decían que allí había escondido un tesoro. Por eso él va a recorrer el pueblo, y se va encontrando con los distintos personajes que lo van orientando y a la vez le van mostrando la historia del pueblo. Una de las paradas es en la vieja pulpería, donde hoy funciona una fábrica artesanal de alfajores. Allí, lo mismo que en muchas de las demás postas, quienes descubran el misterio de esa página del libro, se llevarán un premio. La propuesta se repite en cada una de las paradas, de forma que los chicos y grandes vayan conociendo en el recorrido todo el pueblo.

El restaurante de picadas y almacén, Pueblo Escondido Deluxe
El restaurante de picadas y almacén, Pueblo Escondido Deluxe - Créditos: @Fabian Marelli

En total, tienen que estar dispuestos a caminar unos tres kilómetros. Pero como no hay tiempo límite, ni tampoco es una competencia, es posible ir haciendo paradas en donde se quiera. Por ejemplo, muchos deciden desayunar antes de la salida, por ejemplo en la casa de té El Retoño, donde se ofrecen menús desde los 1500 pesos. Y otros pueden decidir hacer una alto para almorzar, en algún bodegón o parrilla, donde el valor del cubierto de parrilla libre por persona ronda los 6500 pesos. Las opciones son muchas y variadas. En total, en el pueblo hay unos 20 establecimientos gastronómicos, que en su mayoría trabajan los fines de semana y feriados y que para estas vacaciones amplían sus horarios y ofertas.

En la entrada de la pulpería hay un duende, y resulta que Hilario, justo era amigo de ese duende. Allí, los visitantes tendrán que descubrir ese misterio para pasar a la siguiente posta.

Il Verdicchio, otra opción gastronómica
Il Verdicchio, otra opción gastronómica - Créditos: @Gentileza

Cristina y su mamá, que es docente y vive en Banfield, fueron las autoras del cuento. “Nos pusimos a ver en detalle qué tiene la historia del pueblo, ¿cómo podemos vincular a Hilario con estas cuestiones para que la gente recorra y conozca? Estábamos en 2021, justo se estaba terminando la pandemia, estaba el tema de los cupos para estar adentro y recibíamos mucha gente con ganas de pasear y recorrer. Nos pusimos a pensar con varios emprendedores y pensamos en armar un recorrido para que la gente no solo venga a un lugar sino que recorra. Fue medio un juego, un ejercicio de escribir. Nos sentamos a escribir y a jugar y salió y quedó. Y lo que sí, fuimos como perfeccionando, porque el primer año fue un poco más corto, después se fueron agregando más emprendimientos, más postas, y más historias”, dice Cristina.

Hoy, el recorrido tiene un punto de partida fijo: la cita es para los sábados y domingos de las vacaciones de invierno a las 11.30, en El Retoño. Allí, hay que adquirir el kit, que es de $9500 y trae el cuento, galletitas y agua para los exploradores. También un mapa de papel, con las pistas por seguir. Pueden jugarlo cuantas personas quieran. Solo se paga un kit por familia; eso sí, en cada posta, los visitantes irán recibiendo premios al hacer los descubrimientos, que en su mayoría son los productos regionales de los lugares que se visita: alfajores, dulce del leche, un vino, entre otros. Por lo cual, además del premio que se recibe al final del recorrido, el grupo irá sumando regalitos en cada una de las paradas.

Lo ideal es ir liviano, con una mochila, abrigo y calzado cómodo, porque en total, hasta llegar a la estación de tren, habrá que caminar unas 15 cuadras (cuadras de campo que miden 120 metros) y otro tanto de regreso. Quienes quieran pueden ir en auto. Y otra opción es hacer el paseo en tren, ya que el ferrocarril Roca, que sale desde Constitución llega hasta el pueblo, después de hacer algunos transbordos.

Pueblo Escondido, en Uribelarrea
Pueblo Escondido, en Uribelarrea - Créditos: @Gentileza Pueblo Escondido

“Lo maravilloso es que ves a las familias recorriendo y los chicos ni se acuerdan de los celulares. Como no hay un tiempo que los corre, el que quiere puede hacer una parada para jugar en la plaza. Algunos se traen su almuerzo para algún stop del recorrido y otros prefieren o ir a almorzar en un restaurante y después seguir. Es para todos los gustos y bolsillos”, explica Cristina.

Aunque el recorrido es bastante amplio, no es la única propuesta para chicos que tiene el pueblo, donde hoy viven unas 2500 personas. (Muchos se mudaron durante la pandemia).

Otra posibilidad es visitar alguno de los establecimientos rurales, como el tambo de cabras Valle Goñi, que tiene actividades para chicos, desde visitar y alimentar a las pequeñas cabritas, hasta ordeñar y participar en la elaboración de los productos lácteos. Ofrecen una merienda libre y una visita guiada que cuesta unos $3000 y para menores de 7 años $2300.

Otra propuesta es visitar Chacra Raíz, que tiene una propuesta para los más chicos, en contacto con los animales de una “granja respetuosa de la Madre Tierra y amorosa con el alma humana”, como definen sus organizadores. En ambos casos, las visitas son con reserva previa.