“Umbrales para la contemplación” de Fanny Sanín, trayectoria en clave de abstracción geométrica

“Umbrales para la contemplación” de Fanny Sanín (Colombia, 1938) es la primera muestra que realiza la galería Durban Segnini, Miami, después del fallecimiento de César Segnini (Venezuela, 1938 - USA, 2022), fundador, máximo inspirador y, también, uno de los grandes galeristas latinoamericanos de la segunda mitad del siglo XX. Esta puede considerarse la última muestra por él organizada en la que, galerista y artista, grandes amigos, estuvieron trabajando estrechamente.

Fanny Sanín firmando el catálogo de la muestra en la inauguracion de su exposicón en Durban Segnini Gallery, Miami.
Fanny Sanín firmando el catálogo de la muestra en la inauguracion de su exposicón en Durban Segnini Gallery, Miami.

Así que es una ocasión especial por este motivo, pero también porque es la presencia personal más completa que haya hecho en Miami, Fanny Sanín, esta gran dama de la abstracción latinoamericana. Precisamente fue en Durban Segnini, 2019, antes de la pandemia, su aparición más reciente en una muestra que compartía con su compatriota Eduardo Ramírez Villamizar (Colombia, 1923-2003), otros de los grandes escultores abstracto-geométricos contemporáneos.

Fotografía de César Segnini con Fanny Sanín, 2019.
Fotografía de César Segnini con Fanny Sanín, 2019.

“Umbrales para la contemplación” es una trayectoria, un delicado susurro en clave de abstracción geométrica que contempla varias temporalidades en la producción de Sanín. Por ejemplo, la obra más “vieja” está fechada en 1965 y la más actual en 2021, un espacio de medio siglo donde, excepto los años 1970 de los que no hay trabajos, se exhiben obras muy representativas de la poética abstracto-geométrica que ha caracterizado la trayectoria de la artista en las últimas décadas.

‘Watercolor’, 1966, acuarela sobre papel, 14.75 x 18 pulgadas.
‘Watercolor’, 1966, acuarela sobre papel, 14.75 x 18 pulgadas.

Se contemplan acuarelas de los años 1960, curiosas y muy poco vistas, y también dibujos y pinturas en acrílicos de los años 1980 y los 2000, completando así un esplendido recorrido por la obra de Sanín. Son curiosas estas acuarelas porque denotan a una artista que bebe en las fuentes del neo expresionismo, del mismo modo que también lo hace de la poética informalista. Observando estas obras como, entre otras, Watercolor, 1966 o Watercolor, (1), 1968, percibimos que en esos años la artista está entre el mar y la arena. Navega, por un lado, entre ese neo expresionismo que sulfura los límites donde toman cuerpo figuras temblorosas, un mudo latente envuelto de protuberancia y, por el otro, la emergencia de una abstracción que va delimitando los espacios a través de líneas y figuras, que articulan el mundo desde una arquitectura geométrica más racionalista.

‘Acrílico No. 7’, 2009, acrílico sobre lienzo, 20 x 24 pulgadas.
‘Acrílico No. 7’, 2009, acrílico sobre lienzo, 20 x 24 pulgadas.

Esta tensión de lenguaje se resuelve en los años posteriores donde la obra de Fanny Sanín se escora francamente hacia la abstracción geométrica como muestran por ejemplo su obra de la de década de 1980, sobre todo, en la serie de Study for Painting y, a partir de la década de 1990, la serie Acrylic. En la primera, el espectador puede apreciar que la obra se ha escorado francamente hacia la abstracción geométrica. En el tratamiento del color, por ejemplo, queda atrás el colorido empastelado de una pintura de superficie rota por los granos de la pincelada. Atrás también quedan el gestualismo, la impronta informalista sustituida, de un lado, por los colores más compacto de matiz gráfico. Y del otro, por la voluntad imperativa de racionalizar el espacio y la composición en pos de una percepción del mundo más organizada y, también más estructurada. En la serie Study for Painting hay una reivindicación clara de la poética abstracta geométrica, pero todavía quedan reminiscencias neo expresionistas. Sin ir más lejos, en la imperfección de las líneas que delimitan los espacios y figuras para levantar las composiciones de sus arquitecturas abstractas geométricas, pero también en la no sobresaturación de los planos de colores. Así, los rojos, verdes y azules tienen el grano roto, hay más relajación retiniana y menos concentración en el espesor del color.

‘Study for Painting No 2 (6)’, 2016, acrílico sobre papel, 6.5 x 11.5 pulgadas.
‘Study for Painting No 2 (6)’, 2016, acrílico sobre papel, 6.5 x 11.5 pulgadas.

Estas trazas neo-expresionistas ya son menos visibles en una serie como Acrylic que atraviesa las dos últimas décadas del siglo XXI. Aquí el lenguaje de la abstracción geométrica se impone más rigurosamente. Hay un trazo, una línea precisa que disecciona tanto la separación de los planos de colores como las lindes de las figuras geométricas que se conforman en el fondo con protagonismo del color negro. El orden, la proyección, el cálculo milimétrico de los contornos son más aguzados. En esta etapa la obra de Sanín guarda cierto parentesco con dos grandes artistas colombianos: Manolo Vellojín (Colombia, 1943-2013) y Omar Rayo (Colombia, 1928-2010). Con Vellojín por articular el lenguaje abstracto geométrico como si fuera una caligrafía de repercusiones socioculturales arquitectónicas. Con Rayo, por esa combinación de colores vivos rescatada del ropaje y atuendos étnicos de las poblaciones indígenas de las riveras del Atlántico (Mar Caribe) y el Pacífico colombiano.

‘Watercolor’, 1966, acuarela sobre papel, 14.75 x 18 pulgadas.
‘Watercolor’, 1966, acuarela sobre papel, 14.75 x 18 pulgadas.

“Umbrales para la contemplación” es una muestra bella donde Fanny Sanín recorre una geografía poética. También es un mapa discursivo de su trayectoria artística en más de medio siglo. Poética porque sintetiza los mecanismos de lenguaje neo expresionista y abstracto que se entrelazaron en el arranque de su carrera. Discursivo, porque cuando vemos las obras de la década de 1960 (años en los que estudió en Reino Unido-1966-68), con esa abstracción hecha de formas menos geométrica, más convulsas y menos calculada, tenemos la tentación de leerlas bajo el impacto que en el mundo artístico tuvo el movimiento sociocultural por las libertades y los derechos civiles cuyos paradigmas fueron las revueltas de Mayo del París de 1968. Esas obras de Fanny Sanín de finales de la década de 1960 parecen comunicar un estado del mundo en proceso, una inconformidad, un desacuerdo con formas de organización, tanto de la subjetividad como del orden material, que habían quedado obsoletas. Y la repuesta a esa convulsión, que en Latinoamérica estuvo relacionada con el debilitamiento del estado democrático por la implantación de numerosas dictaduras militares, parece encontrar en el proyecto de la abstracción geométrica latinoamericana, una racionalidad, un camino hacia la modernidad que deslegitimara lo excepcional y anómalo como régimen bajo el impacto del estado dictatorial.

“Fanny Sanín. Umbrales para la contemplación”, Durban Segnini Gallery, 3072 SW 38 Ave., Miami. Hasta el 15 de marzo, 2023. Para más info. www.durbansegnini.com

Dennys Matos es crítico de arte, curador y editor que viven y trabaja en Miami y Tenerife, Islas Canarias. España.

Obras de Sanín en la sala de la galería Durban Seginini, Miami.
Obras de Sanín en la sala de la galería Durban Seginini, Miami.
Obras de Sanín en la sala de la galería Durban Seginini, Miami.
Obras de Sanín en la sala de la galería Durban Seginini, Miami.