La UFW logra grandes triunfos sindicales en granjas de NY. ¿Pasará lo mismo en CA?

La United Farm Workers (UFW) acaba de conseguir su mayor éxito sindical en años, y no fue en California.

Por primera vez, el histórico sindicato organizó a casi 500 trabajadores en cinco granjas de Nueva York. Los triunfos, que aumentarán el número de miembros de la UFW en un 8%, se producen cuatro años después de la aprobación de una ley estatal que otorga a los trabajadores agrícolas el derecho a organizarse.

“Para nosotros, es una prueba de concepto de que, cuando se cambian las leyes, los trabajadores pueden ganar”, dijo Antonio de Loera-Brust, portavoz de la UFW.

Al igual que muchos sindicatos, la UFW ha luchado por organizarse en las últimas décadas, y su número de afiliados ha disminuido de 60,000 a unos 6,000 miembros. Incluso con protección legal, la organización de los trabajadores agrícolas suele ser un trabajo lento y minucioso. Muchos posibles afiliados son reacios a renunciar al 3% de sus ya bajos salarios a cambio de cuotas, y les preocupa que su situación migratoria les haga vulnerables a represalias del empleador.

Pero hay indicios de un resurgimiento a ambos lados del país.

La ley de Nueva York incluye componentes similares a la reciente legislación de California. Su promulgación puso fin a una larga batalla de la UFW para ampliar los derechos de sindicalización de los trabajadores agrícolas. Ahora, reforzados por la nueva ley , algunos expertos laborales afirman que pudieran producirse victorias similares en el Estado Dorado.

“Los triunfos sindicales en Nueva York nos demuestran que las leyes sí importan a la hora de proteger los derechos de los trabajadores... Así que el hecho de que haya habido estas grandes victorias, creo que deberíamos esperar algo parecido en California”, dijo Ana Padilla, directora ejecutiva del Centro Comunitario y Laboral de la UC Merced.

Estados diferentes, leyes diferentes

La UFW y Padilla atribuyeron las recientes certificaciones a la ley neoyorquina de 2019, Ley de Prácticas Laborales Justas para Trabajadores Agrícolas. La legislación prohíbe las represalias contra los trabajadores agrícolas que deseen organizarse y les permite votar firmando tarjetas pro-sindicato.

Antes de la ley, los trabajadores agrícolas de Nueva York no tenían ningún derecho de sindicalización protegido por el Estado. Así lo establecía la Ley Nacional de Relaciones Laborales de 1935, que tenía raíces racistas y excluía a los trabajadores del campo del derecho a sindicalizarse sin represalias. En aquella época, muchos de esos trabajadores eran afroamericanos.

Desde entonces, solo unos cuantos estados han promulgado leyes que protejan la sindicalización y la negociación colectiva de los trabajadores agrícolas. Los intentos de reforma federal han fracasado repetidamente.

En los estados en los que la negociación no está específicamente protegida, los trabajadores agrícolas pueden decidir formar un sindicato, pero el empleador no está obligado a negociar un contrato. La UFW enfrenta actualmente este conflicto en Washington, donde los trabajadores de una granja de champiñones votaron a favor de sindicalizarse, pero la empresa se niega a negociar.

Desde la perspectiva de la UFW, solo tres estados tienen verdaderos derechos de sindicalización: California, Nueva York y Hawái. Aunque a veces toma años, estos estados exigen que la empresa reconozca al sindicato. Incluso entonces, eso no siempre garantiza una victoria.

En 2020, un importante productor de frambuesas de Watsonville decidió cerrar tras perder una batalla legal de varios años contra la UFW y recibir la orden de mantener un contrato estatal.

‘Nueva era en la organización de los trabajadores agrícolas’

California acaba de aprobar su versión de una ley de “control de tarjetas”, dando a los trabajadores agrícolas una forma adicional de sindicalizarse.

Newsom vetó una medida similar en 2021, alegando problemas técnicos. Al año siguiente, el gobernador enfrentó la presión de los activistas laborales y del presidente Joe Biden. Finalmente, la promulgó con la advertencia de que se aprobaría una nueva legislación en 2023 para abordar “las preocupaciones en torno a la implementación y la integridad de la votación”.

La nueva legislación apareció finalmente a principios de mayo, y Newsom la firmó unas semanas más tarde.

Según la nueva ley, los trabajadores agrícolas pueden firmar tarjetas para mostrar su apoyo al sindicato y entregarlas en la oficina de la Junta de Relaciones Laborales Agrícolas de California (ALRB). Antes, tenían que convocar elecciones sindicales solicitándolo a la ALRB y notificándoselo a su empleador. Las elecciones solían celebrarse en el lugar de trabajo.

Activistas laborales y la UFW afirman que ha sido difícil la organización sin las nuevas disposiciones porque los empleadores podían reventar el sindicato y emprender acciones contra los trabajadores, incluidas amenazas de deportación para los indocumentados. Solo ha habido seis elecciones sindicales para trabajadores agrícolas desde 2016.

“Era un proceso funcionalmente averiado que había resultado en ninguna nueva certificación sindical durante muchos años y no fue porque los trabajadores no lo quisieran”, dijo De Loera-Brust. “Fue porque había demasiadas barreras, dadas las realidades de la pobreza, el estatus migratorio y la vulnerabilidad a las represalias que enfrentan los trabajadores”.

El sindicato tiene actualmente 20 contratos de la UFW en California, que representan a entre 5,000 y 8,000 trabajadores. El recuento se realiza a finales de diciembre, cuando muchos trabajadores agrícolas no trabajan, y fluctúa anualmente en función de las condiciones meteorológicas y los patrones del comercio internacional.

Sin embargo, existe la posibilidad de que la sindicalización y la afiliación aumenten debido a la nueva legislación. Padilla dijo que la ley es un reflejo de la de Nueva York, lo que indica que puede estar a punto de suceder lo mismo.

“Señala una nueva era en la organización de los trabajadores agrícolas”, dijo.

En Nueva York, las granjas organizadas son cuatro manzanares y una huerta: Wafler Farms, Cahoon Farms, Porpiglia, A&J Kirby y Lynn-Ette. Cuatro de las cinco granjas están situadas cerca de Rochester.

¿Se avecina una dura batalla?

De Loera-Brust y la UFW no se pronuncian sobre el futuro de la legislación californiana ni sobre el posible calendario de organización, y se limitan a decir que la nueva ley es importante, pero no una “solución milagrosa”. Esta táctica sigue a una organización discreta similar en Nueva York.

Pero en California es probable que el sindicato enfrente mucha más oposición, dada su historia. Eso pudiera significar años de laboriosa organización antes de ver algún progreso.

“Va a ser una batalla mucho más dura para el sindicato tratar de hacer esto aquí”, dijo Rob Roy, presidente y asesor legal de la Ventura County Agricultural Association.

Roy, quien abogó en contra de la medida de California, dijo que las asociaciones agrícolas han estado educando a sus miembros sobre la nueva ley durante los últimos seis meses. Gran parte de la industria agrícola se opuso al proyecto de ley porque creen que tal cambio facilitaría la comisión de fraude electoral y obligaría a los empleados a sindicalizarse.

Roy también señaló el tipo de trabajadores agrícolas que la UFW organizó en Nueva York. La mayoría eran de Jamaica o México con visados H-2A para realizar trabajos de temporada.

“Realmente no tienen una conexión con el empleador”, dijo Roy. “Mientras que en California, la mayoría de estas personas trabajan la mayor parte del año o todo el año para determinados empleadores”.

Roy admitió que hay algunos empleados agrícolas a los que el sindicato llegará, mientras que De Loera-Brust reconoció que los retos vienen con la ilustre historia de la UFW.

“En California, la UFW está más consolidada”, dijo De Loera-Brust. “Y, obviamente, eso tiene algunas ventajas, porque los trabajadores saben quiénes somos. Pero también significa que los cultivadores saben que estamos aquí”.

No quiso dar más detalles sobre el plan del sindicato.

“No voy a compartir ninguna estrategia específica de organización en California porque los cultivadores también leen su periódico”, dijo De Loera-Brust.