La UE aumenta la presión sobre Irán: activó una batería de sanciones por su apoyo a Hezbollah y Rusia
PARÍS.– La Unión Europea (UE) decidió aumentar aun más su presión sobre Irán, acusado de haber librado armas a Rusia y a la milicia chiita libanesa Hezbollah. Los 27 miembros del bloque anunciaron esta semana nuevas sanciones contra Teherán, sin llegar no obstante a inscribir a los Guardianes de la Revolución Islámica como grupo terrorista.
Reunidos el lunes en Luxemburgo, los ministros de Relaciones Exteriores del bloque anunciaron una nueva batería de sanciones contra la República Islámica, acusada de haber entregado misiles y drones a Rusia, pero también a sus grupos afiliados en Medio Oriente.
Dos semanas después del ataque iraní a Israel, los europeos decidieron sancionar a siete entidades, entre ellas la compañía aérea Iran Air, acusada de llevar armas a Moscú. La UE también inscribió en su lista de sanciones dos empresas implicadas en la producción de carburante para el lanzamiento de cohetes y misiles, e impusieron igualmente sanciones a siete nuevos responsables iraníes, entre ellos el viceministro de Defensa, Seyad Hamzed Ghalandari, y otros altos responsables militares del régimen.
Además de Iran Air, otras dos compañías aéreas iraníes fueron sancionadas por la UE: Saha Airlines y Mahan Air. La medida prevé el congelamiento de los haberes en la UE y una prohibición de desplazarse en el territorio del bloque.
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, saludó la decisión, al lanzar un llamado a hacer “aun más” para defender a Ucrania. En vísperas del invierno, las fuerzas rusas multiplican, en efecto, los ataques contra infraestructuras energéticas, pero también contra las ciudades ucranianas.
También saludó las nuevas sanciones el Consejo Nacional de la Resistencia Iraní, organización de iraníes exiliados.
“El régimen clerical utiliza todos los recursos y capacidades del país, incluso las organizaciones civiles, para promover sus objetivos de represión y exportación del terrorismo y el extremismo”, declaró el organismo.
El lunes, el Reino Unido había anunciado a su vez nuevas sanciones contra varios dirigentes de las Fuerzas Armadas iraníes. Además del comandante en jefe Abdolrahim Moussavi, Londres agregó a la lista a su adjunto, Mohammad-Hossein Dadras, al comandante en jefe de la Fuerza Aérea, Hamid Vahedi, y al jefe de Inteligencia de los Guardianes de la Revolución, Mohammad Kazemi.
La sociedad iraní Farzanegan Propulsion Systems Design Bureau, que concibe y fabrica “piezas que pueden ser utilizadas en misiles”, y la Agencia Espacial Iraní, “que desarrolla tecnologías con aplicaciones utilizables en el desarrollo de misiles balísticos”, también han sido sancionadas, indicó el lunes el gobierno británico.
El 1° de octubre, Irán lanzó unos 200 misiles contra Israel, un ataque presentado como la respuesta al asesinato del jefe del Hamas palestino en Teherán e imputado a Israel. La operación también tenía el objetivo de vengar la muerte del jefe del Hezbollah libanés y de un general de los Guardianes de la Revolución iraníes durante un ataque israelí cerca de Beirut.
El 11 de septiembre, Washington había indicado haber tomado —junto con París, Londres y Berlín— otras sanciones contra seis empresas iraníes de drones y misiles balísticos, proveedores de Rusia en virtud de un contrato firmado a fines de 2023, así como contra diez de sus responsables y empleados.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Esmail Baghaei, rechazó este martes las sanciones, calificándolas de “injustificadas y contrarias al derecho internacional”. Señaló igualmente “el derecho inalienable de Irán a la defensa y la cooperación militar con otros países, incluida Rusia”, según informó Irna, la agencia de prensa oficial.
Teherán también rechazó las acusaciones occidentales de transferencia de misiles. Sin embargo, según el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, decenas de militares rusos fueron formados en Irán para utilizar los misiles balísticos Fath-360, de un alcance de 120 kilómetros, construidos por los iraníes.
Organización terrorista
Pero Bruselas analiza en este momento otra medida de represalia: la inscripción de los Guardianes de la Revolución Islámica en la lista europea de organizaciones terroristas. En 2019, Donald Trump lo había hecho en su país. A comienzos de 2023, el Parlamento Europeo lo había reclamado, sin que los Estados miembros tomaran la decisión.
Esa designación convertiría a la organización iraní en objeto de “medidas reforzadas en materia de cooperación policial y judicial en asuntos criminales” y “sometería a todo fondo propiedad del organismo en Europa al congelamiento de sus haberes”, aseguran los expertos.
Si la decisión no ha sido tomada todavía fue únicamente debido a las políticas de apaciguamiento adoptadas hasta ahora que, según las mismas fuentes, “solo sirvieron para alentar al régimen iraní a proseguir su estrategia destructora e, incluso, a introducir el terrorismo en el corazón de Europa”.
En el bloque, varios países militan en favor de esa medida. Por ejemplo, Alemania y Holanda. “Ahora ya existe una decisión de la Justicia alemana estableciendo un nexo entre los Guardianes de la Revolución y un ataque terrorista”, señala un diplomático europeo. “El problema es que hace falta que los 27 lleguen a un acuerdo”, lamenta.
La reticencia de algunos miembros es justificada en función de las implicaciones que podría tener la decisión. Contrariamente a Estados Unidos, varios países europeos han conservado una presencia diplomática —a veces importante— en Irán, cuyos miembros podrían ser víctimas de represalias.
Por otra parte, el servicio exterior europeo, que jugó un papel importante en las negociaciones sobre el proyecto nuclear iraní, no quiere que se cierren todas las vías diplomáticas, a pesar de las agudas tensiones regionales desatadas por el enfrentamiento entre Israel e Irán. A juicio de fuentes europeas en Bruselas, clasificar como “organización terrorista” a los Guardianes de la Revolución no tendrá ningún efecto suplementario, comparado con las decenas de sanciones ya aplicadas contra Teherán. “Solo conseguirá obstaculizar más los contactos con los iraníes”, argumentan.
Israel se congratuló por las sanciones impuestas por le UE y Gran Bretaña. En su cuenta X, el ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, escribió: “Esas sanciones envían un claro mensaje demostrando que la comunidad internacional no tolerará las acciones peligrosas de Irán, su apoyo al terrorismo y su desestabilización regional”.