El ataque con misiles de Irán contra Israel deja una alarmante pista sobre el avance de sus armas
BEIRUT.- El ataque iraní con misiles balísticos contra Israel del martes fue más complejo y con armas más avanzadas que la agresión de abril, según los expertos, lo que supuso una mayor presión sobre las defensas antimisiles y permitió el paso de más ojivas.
Aunque todavía se están recogiendo y analizando los restos de los más de 180 misiles, los expertos afirman que los últimos ataques parecen haber utilizado los misiles Fattah-1 y Kheybarshekan de Irán, ambos con un alcance de unos 1400 kilómetros.
Irán ha dicho que ambos misiles tienen ojivas maniobrables, lo que puede dificultar su defensa, y utilizan combustible sólido, lo que significa que pueden ser lanzados con poca antelación.
“Una preparación más corta para el lanzamiento significa que esos misiles llegan todos a la vez para estresar aún más la defensa”, dijo Jeffrey Lewis, director del Programa de No Proliferación de Asia Oriental en el Instituto Middlebury de California.
“Las [ojivas] pueden maniobrar un poco para complicar la asignación de interceptores, y maniobrar significa que pueden golpear con mayor precisión para alcanzar realmente los objetivos después de atravesarlos”, agregó.
En el ataque de abril se utilizaron algunos misiles Fattah-1, que fueron derrotados en gran medida por las defensas antimisiles norteamericanos e israelíes. Pero la mayoría eran misiles balísticos Emad de combustible líquido, que, según Lewis, tenían un porcentaje de fallos del 50%, y sólo la precisión suficiente para alcanzar un objetivo de más de 1 km de diámetro.
Por el contrario, Irán ha declarado que sus misiles balísticos más avanzados tienen un “error circular probable” de unos 20 metros, lo que significa que la mitad de todos los misiles disparados contra un objetivo caerán a menos de 20 metros de él. Se trata de “los misiles balísticos más avanzados de Irán, capaces de alcanzar Israel”, afirmó Fabian Hinz, investigador asociado de defensa y asuntos militares del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).
Desechos explosivos
Los videos del ataque del martes parecían mostrar vehículos de reentrada de misiles -que transportan sus cabezas nucleares- o restos ardientes que alcanzaban el suelo. Algunos fueron interceptados, incluidos varios por encima de la atmósfera terrestre.
El Pentágono informó que dos destructores de la Marina norteamericana dispararon alrededor de una docena de interceptores contra los misiles balísticos iraníes.
Ankit Panda, de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, con sede en Estados Unidos, dijo que las comparaciones directas con los ataques de abril serían difíciles porque no sólo habían cambiado las armas, sino también la estructura del ataque y las defensas.
Por ejemplo, en los ataques de abril se utilizaron drones y misiles de crucero lentos, que proporcionaron a los defensores más tiempo de advertencia.
“Tenemos un patrón de ataque diferente... probablemente un sistema interceptor Arrow israelí más gastado, y la Fuerza Aeroespacial de la IRGC optando por el uso aparente de un mayor número de misiles más avanzados y capaces”, dijo, refiriéndose al brazo de misiles del Cuerpo de élite de los Guardianes de la Revolución de Irán.
Los informes de daños han sido limitados, e Israel no informó inicialmente de ninguna muerte como consecuencia del ataque del martes, mientras que un hombre murió en Cisjordania por la caída de un misil.
Pero Malcolm Davis, analista del Instituto Australiano de Política Estratégica, advirtió de que futuros ataques podrían ser aún más complejos y utilizar un número aún mayor de misiles.
“Si los iraníes lanzan otro ataque mucho mayor, es probable que pasen más misiles, sobre todo si los ataques con misiles balísticos se coordinan con ataques con misiles de crucero y aviones no tripulados”, dijo Davis. “Así que no creo que hayamos visto la escala máxima de ataque ni mucho menos”.
Por Gerry Doyle