Mientras Ucrania se prepara para un segundo año de guerra, surge la posibilidad de un estancamiento

Residentes locales se refugian en una estación de metro de los ataques de misiles rusos contra Kiev, Ucrania, el lunes 5 de diciembre de 2022. (Laura Boushnak/The New York Times).
Residentes locales se refugian en una estación de metro de los ataques de misiles rusos contra Kiev, Ucrania, el lunes 5 de diciembre de 2022. (Laura Boushnak/The New York Times).

WASHINGTON — A poco para que la guerra en Ucrania entre en su segundo año, los soldados ucranianos encontrarán que es mucho más difícil recuperar territorio de las fuerzas rusas, que están concentradas en defender sus ventajas terrestres restantes en lugar de llevar a cabo un mayor avance en el país, así lo explicaron funcionarios estadounidenses.

En el transcurso de los diez primeros meses de guerra, el Ejército ucraniano, con el importante apoyo de Estados Unidos, ha superado a un Ejército ruso incompetente, ha luchado contra él hasta paralizarlo y después ha recuperado cientos de kilómetros cuadrados y la única capital regional que Rusia había capturado.

A pesar de los incesantes ataques rusos contra el suministro eléctrico de la población civil, Ucrania ha mantenido el pulso en el frente de batalla desde septiembre. Sin embargo, es probable que la marea de la guerra cambie en los próximos meses, a medida que Rusia mejore sus defensas y envíe más soldados al frente, lo que dificultará que Ucrania retome las enormes franjas de territorio que ha perdido este año, según las evaluaciones del gobierno estadounidense.

Todos estos factores hacen que el escenario más probable al entrar en el segundo año de guerra sea un punto muerto en el que ninguno de los ejércitos pueda tomar mucho terreno a pesar de los combates intensos.

“Creo que es mucho más fácil para Ucrania defender territorio que pasar a la ofensiva para reconquistar territorio”, opinó Evelyn Farkas, ex alta funcionaria del Pentágono y experta en Rusia. “Tenemos que proporcionar a los ucranianos el equipo y la formación necesarios para hacerlo”.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió este tipo de ayuda cuando se reunió con el presidente Joe Biden y se dirigió al Congreso el miércoles, 21 de diciembre por la noche, en su primera visita fuera del país desde el comienzo de la guerra.

Aunque el Ejército ucraniano ha superado de manera sistemática a su enemigo, altos funcionarios ucranianos han advertido sobre la posibilidad de una gran ofensiva de Rusia. Sin embargo, los expertos en la guerra de Ucrania afirman que Rusia no tiene las fuerzas preparadas para ninguna ofensiva significativa en los próximos meses.

Miembros de la 114.° brigada de la Fuerza de Defensa Territorial de Kiev participan en un ejercicio de entrenamiento táctico cerca de Malopolovetske, Ucrania, el viernes 25 de noviembre de 2022. (Brendan Hoffman/The New York Times)
Miembros de la 114.° brigada de la Fuerza de Defensa Territorial de Kiev participan en un ejercicio de entrenamiento táctico cerca de Malopolovetske, Ucrania, el viernes 25 de noviembre de 2022. (Brendan Hoffman/The New York Times)

Los oficiales ucranianos han dicho que planean seguir presionando en su contraofensiva contra los rusos. La atención se concentrará en el sur, donde los líderes militares y políticos ucranianos creen que necesitan ganar terreno ante las fuerzas rusas para recuperar territorio ucraniano crítico.

Funcionarios estadounidenses afirman que Ucrania quizá evite enviar a su ejército directamente a Crimea y que, en su lugar, recurrirá a más operaciones encubiertas —similares al ataque contra el puente del estrecho de Kerch que dejó fuera de combate una línea de suministro rusa clave— y a ataques aéreos para atacar las posiciones militares rusas en Crimea.

Funcionarios ucranianos han dicho a sus homólogos estadounidenses que es fundamental inmovilizar a las fuerzas rusas en Crimea. Si dejan de ejercer presión allí, a los ucranianos les preocupa que eso permita a los rusos desplazar más fuerzas o equipos defensivos a otras zonas, según funcionarios estadounidenses que hablaron bajo condición de anonimato debido a lo delicado de las conversaciones.

Ucrania también ha confiado en los informes de los servicios de inteligencia estadounidenses, que señalan los puntos más débiles del Ejército ruso. La contraofensiva del Ejército ucraniano a las afueras de Járkov en septiembre tuvo éxito en parte porque los ucranianos se enfrentaban a una fuerza rusa debilitada y sin preparación. Los oficiales estadounidenses no creen que ni siquiera el mando militar ruso supiera lo débiles que eran esas fuerzas o lo mal preparadas que estaban para un ataque ucraniano.

Los oficiales estadounidenses siguen buscando puntos débiles en las líneas rusas, unidades al borde del colapso, que podrían derretirse ante una ofensiva sostenida de Ucrania. Encontrar esas frágiles unidades podría permitir pequeñas victorias de los soldados ucranianos, señalaron funcionarios estadounidenses.

“Esta guerra nos ha demostrado que es mejor no subestimar a Ucrania”, comentó en una entrevista Colin H. Kahl, subsecretario de Defensa para Políticas.

No obstante, la capacidad de Ucrania para organizar ataques eficaces contra las bases y líneas de suministro rusas no bastará para desalojar a los soldados de Moscú de las zonas del país donde están concentrados.

Es improbable que cualquier pequeño avance de las fuerzas ucranianas en los próximos meses conduzca a un amplio colapso del Ejército ruso, afirman estos funcionarios estadounidenses, pero también es improbable que Rusia consiga algo parecido a una amplia victoria militar en Ucrania.

Esta guerra favorece a los competentes frente a los incompetentes, como todas las guerras”, afirmó Frederick W. Kagan, académico del American Enterprise Institute que escribe de manera regular sobre las operaciones rusas en Ucrania. “Los rusos no han tenido éxito porque están mostrando su incompetencia habitual”.

No obstante, los funcionarios estadounidenses afirman que hay pruebas de que el Kremlin por fin está empezando a aprender de sus errores. Ha puesto a un único general al mando de la guerra, el general Sergei Surovikin, que está ejecutando operaciones militares complicadas de manera más eficiente, según funcionarios estadounidenses.

En las últimas semanas, oficiales militares ucranianos han afirmado que Moscú ha intensificado los ataques aéreos contra las líneas defensivas del Ejército ucraniano, aumentando el número de bajas en el mismo.

A pesar de los errores que supuso la movilización parcial de 300.000 reservistas rusos, su número está marcando la diferencia en las líneas defensivas. Y a menos que esos soldados sufran un mal invierno, lo que es posible con una logística deficiente y un mal liderazgo, solo apuntalarán más en primavera, señalaron funcionarios estadounidenses.

Las fuerzas rusas también están fortaleciendo sus posiciones defensivas y construyendo trincheras, y han abandonado zonas que requieren un mayor número de soldados para mantenerlas, trasladándose en su lugar a posiciones más fáciles de asegurar.

Surovikin, dirigente de las fuerzas rusas desde octubre, está utilizando una estrategia que enfatiza la defensa estratégica, afirman los mismos funcionarios estadounidenses. Hasta ahora, ha conseguido mejorar las defensas y aportar disciplina a los soldados rusos desplegados en el sur y el este de Ucrania. Su actual empuje en Bajmut, en la región oriental de Donbás, es limitado, diseñado para asegurar mejores posiciones desde donde defenderse de un contraataque ucraniano.

“Está consolidando posiciones, y está tratando de construir una red de trincheras y un conjunto más sensato de posiciones y puestos de control”, explicó en una entrevista telefónica Dara Massicot, investigadora principal de políticas en RAND Corp.

Massicot aseguró que Surovikin también está experimentando con nuevas tácticas para la fuerza aérea rusa, incluyendo el modo en que lanza misiles contra Ucrania para tratar de confundir a sus defensas aéreas. Es probable que estas nuevas tácticas rusas provoquen un estancamiento, lo que resultaría en una lucha de ambos bandos por la ventaja en caso de que se iniciaran negociaciones reales.

En cierto modo, la guerra se está convirtiendo en una guerra que depende de municiones y suministros, dos necesidades básicas que pueden hacer ganar o perder a cualquiera de los dos bandos.

“Cada vez más se trata de una contienda entre la base industrial occidental y la base industrial rusa, con cierta ayuda de los iraníes, los norcoreanos y algunos otros países”, afirmó Seth G. Jones, vicepresidente senior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

Con la llegada de Zelenski a Washington D. C., el gobierno de Biden anunció un nuevo paquete armamentístico de 1800 millones de dólares que enviaría una batería de defensa antiaérea Patriot a Ucrania, junto con munición guiada de precisión para aviones de combate y otros armamentos. Desde el inicio de la guerra en febrero, Estados Unidos ha enviado más de 20.000 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania.

El paquete presentado el miércoles incluirá por primera vez baterías de defensa antiaérea y bombas guiadas de precisión. Pero se necesitará aún más armamento para las unidades terrestres a fin de evitar un estancamiento en los próximos meses, según los legisladores y expertos externos.

Cuando los ucranianos pasen de nuevo a la ofensiva, necesitarán sin duda más artillería y munición, afirmó el representante Seth Moulton, demócrata de Massachusetts, miembro de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes que visitó Kiev hace poco. “Pero también necesitarán vehículos blindados, tanques y otras plataformas móviles que puedan ayudarles a avanzar contra fuerzas enemigas atrincheradas”, añadió.

Las fuerzas ucranianas también necesitarán un suministro constante de misiles antiaéreos, sistemas antiblindaje, drones, municiones merodeadoras —sistemas aéreos que esperan pasivamente en una zona hasta identificar un objetivo—, vehículos y aviones. También necesitan artículos como piezas de repuesto, petróleo, aceite y lubricantes.

“Ayudarlos a reponer las existencias agotadas y los equipos averiados es fundamental”, afirmó Moulton.

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