Julian Assange gana el derecho a apelar contra una orden de extradición a EE.UU.

Julian Assange gana el derecho a apelar contra una orden de extradición a EE.UU.

Julian Assange puede apelar contra la extradición a Estados Unidos por cargos de espionaje, según ha dictaminado este lunes un tribunal de Londres, una decisión que probablemente alargue aún más la saga legal contra el fundador de WikiLeaks.

Los jueces del Tribunal Superior de Londres, Victoria Sharp y Jeremy Johnson, fallaron a favor de Assange después de que sus abogados argumentaran que el Gobierno de Estados Unidos proporcionó garantías "descaradamente inadecuadas" de que tendría las mismas protecciones de libertad de expresión que un ciudadano estadounidense si fuera extraditado de Gran Bretaña.

La extradición del periodista australiano, de 52 años, fue rechazada en primera instancia en 2021. Assange se enfrenta a un total de 17 cargos de espionaje y uno de uso indebido de ordenadores en Estados Unidos tras publicar en 2010 un aluvión de documentos clasificados relacionados con la conducta del Ejército estadounidense durante las guerras de Afganistán e Irak.

En ellos se ven asesinatos de civiles, cometidos por el Ejército de los Estados Unidos en Irak, entre ellos varios periodistas, identificados desde helicópteros y tiroteados desde el aire en 2007. Wikileaks publicó medio millón de documentos clasificados relacionados con la invasión estadounidenses de Irak y la fallida intervención en Afganistán.

La pareja de Assange pide que EE.UU. abandone el caso

Tras el fallo de este lunes, la esposa de Assange, Stella, dijo que Estados Unidos debería saber "leer la situación" y abandonar el caso. "Como familia nos sentimos aliviados, pero ¿cuánto tiempo va a durar esto?", dijo. "Este caso es vergonzoso y está pasando factura a Julian".

El experto informático australiano ha pasado los últimos cinco años en una prisión británica de alta seguridad tras refugiarse durante siete años en la Embajada de Ecuador en Londres, desde donde fue desalojado por la fuerza en 2019. Assange no estuvo presente en el tribunal para escuchar el fallo por motivos de salud, dijo su abogado.

Assange se enfrenta a hasta 175 años de prisión si es declarado culpable en Estados Unidos, pero las autoridades afirman que su condena podría ser menor.

El Tribunal Superior de Londres aplazó el caso en marzo, pidiendo a los fiscales estadounidenses que volvieran con "garantías satisfactorias" de que Assange no se enfrentaría a la pena de muerte si era condenado y, en caso de extradición, de que gozaría de las mismas protecciones de libertad de expresión que los ciudadanos estadounidenses.

Estados Unidos dice ahora que está dispuesto a dejar que un juez decida si Assange, que es australiano, gozaría de las mismas protecciones de libertad de expresión en virtud de la primera enmienda: un cambio con respecto a sus argumentos anteriores, en los que decían que no tendría ese derecho porque no es ciudadano estadounidense.

Un horizonte de reclusión en prisión de alta seguridad hasta su muerte

El equipo legal de Assange y sus partidarios sostienen que esas garantías no son suficientes para extraditarlo.

"Estados Unidos se ha limitado a descaradas palabras de comadreja afirmando que Julian puede tratar de plantear la primera enmienda si es extraditado", dijo su esposa, Stella Assange.

Antes del aplazamiento, los abogados de Assange argumentaron que el australiano actuaba como periodista y que enviarlo a Estados Unidos le expondría al riesgo de una "flagrante denegación de justicia".

El Gobierno estadounidense cree que Assange fue mucho más allá de las acciones de un periodista por la forma en que recopiló la información y puso vidas en peligro al publicar documentos clasificados.

¿Qué pasará ahora?: La continuación de un proceso interminable

La sentencia de este lunes ha sentado las bases para un proceso de apelación que probablemente prolongaría lo que ya ha sido una larga saga legal.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el mes pasado que estaba estudiando una petición de Australia para que abandonara el caso y se permitiera a Assange regresar a su país de origen.

Las autoridades no dieron más detalles, pero Stella Assange dijo que era "una buena señal" y el primer ministro australiano, Anthony Albanese, calificó el comentario de alentador.

Assange sigue actualmente recluido en la prisión británica de alta seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres, donde está internado en condiciones de aislamiento desde hace cinco años, algo que Amnistía Internacional considera inaceptable.

Su defensa asegura que el tiempo en la cárcel, junto con las inacabables batallas legales, contribuyen a su mala salud física y mental.