Sin tregua en el sur de Brasil: llueve otra vez y se duplican los evacuados por las inundaciones

Residentes se trasladan en un bote a remos en la localidad de Canoas, en Rio Grande do Sul
Residentes se trasladan en un bote a remos en la localidad de Canoas, en Rio Grande do Sul - Créditos: @Andre Penner

PORTO ALEGRE.- El sur de Brasil no conoce tregua: la lluvia se abatió de nuevo este viernes sobre Porto Alegre, mientras se duplicaba el número de evacuados entre los millones de afectados en una región que trataba en vano recobrar cierta perspectiva de normalidad.

Las torrenciales lluvias que cayeron desde fines de abril provocaron crecidas de ríos en el próspero estado de Rio Grande do Sul y afectaron a casi dos millones de personas, con un saldo provisorio de 116 muertos y 756 heridos.

Con 143 personas aún desaparecidas, las autoridades temen que el total de víctimas siga aumentando, mientras la región se preparaba nuevamente para precipitaciones “intensas” este fin de semana.

Calles inundadas de Porto Alegre, en el sur de Brasil
Calles inundadas de Porto Alegre, en el sur de Brasil - Créditos: @Carlos Macedo

El número de personas obligadas a abandonar sus hogares por la catástrofe casi se duplicó en 24 horas, y suman ahora cerca de 408.000, de las cuales más de 70.000 están en refugios. En algunos de ellos, las autoridades tratan de instaurar el orden tras recibir denuncias de robos y violencia.

La capital del estado, Porto Alegre, que intentaba recuperar cierta normalidad, con un número mayor de comercios abiertos y un fuerte tránsito tras el descenso de las aguas, vivió el final del respiro cuando a media mañana comenzó a caer de nuevo la lluvia.

El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) emitió una alerta naranja de “peligro” para la región metropolitana de Porto Alegre, y advirtió a la población del riesgo de tormenta con vientos intensos (60-100 km/h) y granizo.

También emitió una alerta amarilla de “riesgo potencial” de fuertes lluvias en prácticamente todo el estado, con posibilidad de cortes de electricidad, caída de ramas de árboles, inundaciones y descargas eléctricas.

El sitio especializado MetSul Meteorología informó de “un nuevo periodo de intensa inestabilidad” atmosférica, con acumulados de lluvias que pueden llegar al lunes hasta 200 mm en esta ciudad.

El peor escenario

El peor escenario sería la confirmación de lluvias en la cabecera del río Guaíba con vientos del sur, con una suba de hasta 20 centímetros que interrumpa el descenso gradual que se daba desde el lunes. El eventual fenómeno de “rebote” de las aguas las llevaría cerca del nivel 5,35 metros del domingo, una marca complicada para los rescates y que aplazaría los trabajos de restauración de casas y lugares públicos.

El agua potable sigue siendo un bien escaso y los camiones cisterna que abastecen a refugios, hospitales y edificios circulan sin cesar. Muchos restaurantes y comercios de venta de alimentos preparados permanecen cerrados ante el corte en el suministro.

Más allá de la tragedia humana, la violencia de las aguas dañó o destruyó más de 85.000 viviendas y sus efectos devastadores son visibles para la economía de Rio Grande do Sul, un poderoso estado agrícola y ganadero que constituye el quinto PBI entre los estados del país.

Vista aérea de la zona portuaria inundada de Porto Alegre.
Vista aérea de la zona portuaria inundada de Porto Alegre. - Créditos: @GETTY IMAGES

En las regiones arroceras que rodean Porto Alegre, el nivel de las aguas mantiene los cultivos inaccesibles. Si bien en algunas plantaciones de arroz –un cultivo que requiere de anegamiento– comienzan a verse las pequeñas plantas, otras están completamente bajo agua. El arroz es una de las principales producciones de Rio Grande do Sul, así como un alimento tradicional en la mesa de los brasileños.

Los cultivos de arroz se perdieron bajo dos metros de agua, lamentó el empresario agrícola Daniel Dalbosco, que tiene 300 hectáreas de campo en Eldorado do Sul, al oeste de Porto Alegre. Sus vecinos “perdieron entre 40 y 50 hectáreas, fue muy, muy complicado”, añadió.

El desastre en Rio Grande do Sul es producto del doble impacto del cambio climático y el fenómeno meteorológico El Niño, según confirmó este viernes la vocera de la agencia climatológica de Naciones Unidas (OMM), Clare Nullis, corroborando lecturas previas de expertos.

“Incluso cuando El Niño se desvanezca los efectos de largo plazo del cambio climático están con nosotros. Cada incremento de una fracción de un grado de temperatura significa que nuestro clima se hará más extremo”, dijo Nullis.

“El clima está en esteroides” y las inundaciones extremas, sequías y olas de calor intensas continuarán”, añadió. “Cuando estamos en guerra con la naturaleza, la naturaleza contraataca y desafortunadamente golpeó a Brasil”, concluyó.

El investigador Demétrio Guadagnin señaló por su parte que el cambio climático en la región hace que Porto Alegre tenga ahora períodos de fuertes lluvias casi todas las semanas en todas las estaciones, lo que podría ser otro obstáculo para la rápida reconstrucción de la capital.

Agencia AFP y diario O Globo