A pesar de las últimas tragedias aéreas, el avión sigue siendo el medio de transporte más seguro

El A350 de Japan Airlines en llamas tras aterrizar en Tokio en enero. Los 379 pasajeros sobrevivieron  (AFP/Getty)
El A350 de Japan Airlines en llamas tras aterrizar en Tokio en enero. Los 379 pasajeros sobrevivieron (AFP/Getty)

Los familiares lloran la muerte de más de 200 pasajeros y tripulantes tras dos tragedias aéreas ocurridas en el plazo de cuatro días. El accidente ocurrido en Navidad de un Embraer E190 de Azerbaijan Airlines estuvo seguido por la colisión de un Boeing 737 de Jeju Air contra un muro.

Dichas catástrofes se producen al final de un año que comenzó con el incendio de un Airbus A350 de Japan Airlines al aterrizar en el principal aeropuerto de Tokio, Haneda, el 2 de enero. Los 379 pasajeros y la tripulación lograron salir de la aeronave, que ardió tras impactar contra un Bombardier Dash-8 de la Guardia Costera de Japón, el cual no había sido autorizado para despegar. Cinco de los seis tripulantes del avión más pequeño murieron.

Tres días más tarde, parte del fuselaje de un Boeing 737 Max de Alaska Airlines se desprendió mientras despegaba del aeropuerto de Portland (Oregon), pero las 177 personas que iban a bordo sobrevivieron tras el aterrizaje de emergencia.

Si a todos estos infortunios les añadimos la trágica pérdida en agosto de 62 pasajeros y tripulación a bordo de un vuelo nacional brasileño ATR72 operado por Voepass, un viajero ansioso puede argumentar muchas razones para tener miedo a la hora de volar.

Los bomberos analizan los restos del avión en el aeropuerto internacional de Muan (Corea del Sur) (Getty)
Los bomberos analizan los restos del avión en el aeropuerto internacional de Muan (Corea del Sur) (Getty)

No obstante, a pesar de los últimos terribles incidentes, el avión sigue siendo mucho más seguro que otros medios de transporte, a excepción del ferrocarril, que también se considera un medio seguro.

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Las casi 280 víctimas mortales de accidentes aéreos de 2024 representan una profunda tragedia. Sin embargo, equivale al número de vidas que se pierden en las autopistas de todo el mundo en tan solo dos horas.

Década tras década, el avión se convierte en el medio de transporte más seguro. En 2023, ningún avión comercial sufrió accidentes mortales. Ese año, solo se produjeron dos accidentes fatales, ambos protagonizados por aviones con hélice que realizaban vuelos nacionales, en los que perdieron la vida 86 personas.

Pero, como indicó el experto en seguridad aérea Adrian Young: “Tanto el número de accidentes como el de víctimas mortales están en mínimos históricos”

Todos los sucesos dramáticos de la industria de la aviación de 2024, fatales o no, se analizarán minuciosamente para comprender qué se puede mejorar en términos de seguridad en el futuro.

Restos del avión Embraer 190 de Azerbaijan Airlines cerca del aeropuerto de Aktau, Kazajstán, en Navidad (Gobierno de Mangystau)
Restos del avión Embraer 190 de Azerbaijan Airlines cerca del aeropuerto de Aktau, Kazajstán, en Navidad (Gobierno de Mangystau)

La sobrevivencia de todos los que iban a bordo del avión de Japan Airlines puede atribuirse directamente a las enseñanzas que dejó el último accidente mortal de British Airways, sucedido hace casi 40 años. Murieron 55 personas a bordo de un Boeing 737 que se incendió al despegar, y rápidamente entraron en vigor nuevas normas para ayudar a los pasajeros y a la tripulación a escapar de un avión en llamas.

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Los investigadores coreanos buscarán evidencias de la causa del accidente entre los restos del Boeing 737 de Jeju Air para prevenir catástrofes similares en el futuro.

Mientras tanto, la comunidad de pilotos observa con preocupación la tragedia de Azerbaijan Airlines, en la que murieron 28 personas. La hipótesis que se planteó fue que el avión fue impactado por las balas de una metralla de un sistema de defensa aéreo cuando intentaba aterrizar en la República de Chechenia, en el sur de Rusia.

A medida que disminuye el número de accidentes ocasionados por errores humanos o fallos mecánicos, aumentan los riesgos de volar en zonas de conflicto armado.