El City le hace pasillo al Liverpool antes de apabullarlo

MANCHESTER, Inglaterra (AP) — Los jugadores del Liverpool, recibieron honores por parte del Manchester City, el monarca al que destronaron, cuyos integrantes les formaron pasillo el jueves, antes de que ambos equipos se enfrentaran en la Liga Premier inglesa.

Ése fue el único momento durante toda la noche en que los Reds lucieron como campeones en el Etihad Stadium.

“Pienso que se habían bebido muchas cervezas en la última semana”, bromeó el técnico del City, Pep Guardiola.

Exactamente una semana antes, Liverpool cortó una sequía de 30 años sin coronarse en la liga, gracias a que el propio City, ubicado en el segundo puesto, cayó en su visita al Chelsea.

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No hubo más cortesías por parte de los dirigidos por Guardiola, salvo por el pasillo. El City esgrimió un claro argumento de parte del técnico español y vapuleó a Liverpool 4-0.

“La próxima temporada comenzó hoy”, dijo Raheem Sterling, delantero del City, quien se ha coronado dos veces en la Premier desde hace cinco años, cuando dejó las filas del Liverpool. “Y creo que hoy lo hicimos bien”.

La falta de solidez defensiva y precisión en todas las zonas por parte del Liverpool fue quizás un pecado perdonable, por parte de unos jugadores que habían pasado las 31 fechas anteriores edificando una ventaja sin precedentes de 23 puntos para ser el equipo que se ha coronado en Inglaterra con más fechas restantes para el final de la campaña.

Pero una derrota tan humillante no constituye la forma en que el técnico Jürgen Klopp quiere cerrar una temporada tan memorable, sobre todo cuando el Liverpool dispone de los partidos suficientes para romper el récord de 100 puntos, establecido por el City en la campaña 2017-18.

“Han sido más rápidos que nosotros mentalmente. Nos ha faltado fluidez”, reconoció el alemán Klopp. “¿No es bonito que otro equipo pueda ser campeón cuando el Man City juega tan bien?”.

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Fue una noche aciaga para varios jugadores del Liverpool, particularmente para Joe Gómez, quien derribó a Sterling para cometer un penal, transformado en gol por Kevin De Bruyne a los 25 minutos.

De Bruyne y Phil Foden ayudaron a que el City le pusiera un baile al Liverpool. Tras la exhibición, los Citizens pueden abrigar esperanzas fundadas de recuperar el título el año próximo.

Luego de recibir un pase de Foden, Sterling eludió a un extraviado Gómez, antes de conseguir el segundo tanto de los locales, a los 35 minutos. Sterling y Gómez se vieron las caras por primera vez en un partido de la Premier desde noviembre, cuando el Liverpool derrotó al City en Anfield.

Al día siguiente, hubo un altercado entre ambos jugadores, mientras cumplían deberes con la selección de Inglaterra.

Gómez fue sustituido al descanso del partido del jueves. Antes de ese intermedio, el City tuvo tiempo todavía de conseguir el tercer gol.

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La técnica mostrada para gestar ese tanto hubiera puesto de pie a los aficionados, si hubiera asistido alguno al estadio.

Menos de 300 personas en el Etihad, entre empleados y periodistas, pudieron saborear la contra coronada por Foden, quien jugó una pared con De Bruyne y elevó el balón hacia las redes, por encima del arquero brasileño Allison.

“Este es un equipo que está evolucionando y cambiando. Podemos ver la madurez con la que juega Phil”, dijo Sterling. “Pienso que en el futuro tendremos a grandes jugadores”.

En un hecho que resumió la noche del Liverpool, la cuarta anotación fue un autogol tras otro ataque vertiginoso del City. De Bruyne sirvió para Sterling, cuyo disparo fue desviado a su propio arco por Alex-Oxlade Chamberlain.

Liverpool entró en la cancha del Etihad encabezado por el capitán Jordan Henderson.

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Las gradas estaban vacías, debido a la pandemia de coronavirus, que interrumpió la campaña durante prácticamente un trimestre.

Liverpool tiene previsto recibir el trofeo de la Liga Premier durante su último encuentro de la temporada, a finales de este mes ante el Chelsea.

Los Reds llegaron al cotejo ante el City con una delantera de 23 puntos respecto de los dirigidos por Guardiola.

También el jueves, el VAR le negó el gol del empate a Tottenham y el club de Londres acabó derrotado 3-1 en su visita a Sheffield United, otro golpe a sus pretensiones de clasificarse a las copas europeas.

Harry Kane creyó que había igualado el marcador de inmediato, tras el tanto de Sander Berge a los 30 minutos, pero el videoarbitraje dictaminó que Lucas Moura había tocado el balón con la mano en una acción previa.

El delantero brasileño si acaso rozó la pelota tras recibir una falta y caer al piso.

“Antes yo discutía con el cuarto árbitro, pero el hombre que está en la cancha no es sino el asistente”, dijo el técnico del Tottenham, José Mourinho, en referencia a que es el VAR el que toma las decisiones. “Hoy el hombre y la señorita con las banderas fueron los asistentes del asistente. Ahí comienza todo. Pienso que el árbitro debe ser el hombre que está en la cancha, y que la gente en la oficina sólo debe apoyar y asistir”.

Los descuidos defensivos de Tottenham permitieron a los anfitriones ampliar la ventaja en la segunda parte mediante goles de Lys Mousset y Oli McBurnie.

Kane finalmente anotó para el equipo de Mourinho, pero fue demasiado tarde.

“Tenemos que ser más fuertes en lo mental para lidiar con lo que ocurrió durante el partido”, concluyó el estratega portugués.

El triunfo permitió a Sheffield United desplazar a Tottenham y situarse en la séptima con seis partidos por disputar.

Después de alcanzar la final de la Liga de Campeones la pasada temporada, en la que perdió ante Liverpool, los Spurs ven cada vez menos probable repetir en la máxima competición europea.

Tottenham retrocedió al noveno lugar, siete puntos detrás del quinto Manchester United.