Los temas de la guerra cultural han dominado la Legislatura de Florida. ¿Aprobarán ahora estas propuestas?

Los temas de la guerra cultural han dominado la Legislatura en Tallahassee durante los dos últimos años.

Pero este año, aunque varios proyectos de ley respaldados por los republicanos han acaparado la atención de los medios nacionales, los líderes estatales se han apresurado a decir que esos proyectos de ley no van a ninguna parte.

La semana pasada, el proyecto de ley de un senador republicano para usar el dinero de los contribuyentes de la Florida para pagar los gastos legales de Trump fue torpedeado por un breve mensaje en las redes sociales del gobernador Ron DeSantis.

DeSantis dejó claro que el “republicano de la Florida que empuña la pluma de veto” no tenía ningún interés en la legislación. (El patrocinador del proyecto de ley lo retiró).

DeSantis, quien hasta hace poco había centrado gran parte de su atención en su candidatura a la Casa Blanca, ha estado hasta ahora más callado sobre su agenda de asuntos estatales. Mientras tanto, los líderes del Senado y la Cámara han dado prioridad este año a proyectos de ley relacionados con el uso de las redes sociales de los niños y el reforzamiento de la fuerza laboral sanitaria de la Florida.

Cada año, legisladores de ambos lados del pasillo presentan proyectos de ley que nunca podrían tener oportunidad en una primera audiencia de comisión, y mucho menos en la aprobación de ambas cámaras.

El senador Blaise Ingoglia, republicano de Spring Hill, ha presentado varios proyectos de ley que probablemente no superarán el proceso legislativo este año, entre ellos uno que propone crear la “Ley Kamala Harris de Enseñanza de la Verdad sobre la Esclavitud” y otro que prohibiría a los gobiernos pagar indemnizaciones a los descendientes de esclavos.

Ingoglia dijo que espera que sus proyectos de ley puedan iniciar conversaciones.

“Presento proyectos de ley en los que creo y que constituyen una buena política pública”, dijo Ingoglia. “Puede que otros aún no crean que es una buena política pública, pero así es como se consiguen las cosas”.

Con DeSantis fuera de la campaña presidencial, no está claro si el gobernador volverá a introducir alguna legislación de más alto perfil y de guerra cultural en el período de sesiones de este año.

Algunos proyectos de ley controvertidos siguen avanzando, incluida la legislación que prohibiría ondear la bandera del orgullo en los edificios gubernamentales, un proyecto de ley que requeriría que las aseguradoras privadas cubran la terapia de conversión y la legislación que impediría a los líderes locales retirar los monumentos confederados.

Ninguna legislación está realmente muerta hasta que los legisladores den el golpe de martillo al final del período de sesiones de 60 días, que está previsto que termine el 8 de marzo.

Estos son algunos proyectos de ley que el liderazgo ha dicho que no se moverán en este período de sesiones.

Prohibición total del aborto en la Florida

Después de aprobar una prohibición del aborto después de las seis semanas en el pasado período de sesiones, es poco probable que los legisladores restrinjan aún más el procedimiento este año, a pesar del proyecto de ley de un legislador para crear una prohibición total del aborto en la Florida.

El proyecto de ley del representante David Borrero, republicano de Sweetwater, solo permitiría el aborto para salvar la vida de la madre. Pero no tiene patrocinador en el Senado, y la presidenta del Senado, Kathleen Passidomo, dijo que no apoya la idea.

El presidente de la Cámara, Paul Renner, dijo que no cree que la gente esté “lista para dar ese paso”.

“En este momento no es donde creo que la mayoría de los floridanos estaría y yo respeto eso”, dijo Renner.

En cambio, dijo que la Legislatura se mantendrá en su política de seis semanas, que pudiera entrar en vigor en función del resultado de un caso en curso de la Corte Suprema de la Florida, y es de esperar que se aplique.

Permitir el porte abierto de armas

Un proyecto de ley presentado por el representante Mike Beltran, republicano de Riverview, permitiría a las personas portar armas de fuego abiertamente en la Florida.

El año pasado, cuando los legisladores de la Florida aprobaron un proyecto de ley de porte sin permiso, los activistas de las armas acudieron en masa a Tallahassee para presionar por el porte abierto, pero los legisladores se resistieron.

Renner dijo este mes que “no hay apetito en ambas cámaras” para aprobar el porte abierto, aunque personalmente lo apoya.

“Siempre tenemos que medir si merece la pena el tiempo de la comisión, el tiempo de la Cámara, para aprobar un proyecto de ley que sería controvertido, que llevaría mucho tiempo, que sabemos que está muerto al llegar”, dijo Renner en una conferencia de prensa.

Passidomo, que apoyó el proyecto de ley de porte sin permiso, dijo que escuchó a los jefes de Policía de la Florida para llegar a su decisión de oponerse al porte abierto.

Eliminar el voto por correo sin excusa

Ingoglia propuso eliminar la política estatal de voto por correo sin excusa, promulgada por los republicanos hace décadas. El proyecto de ley permitiría a los floridanos a votar por correo solo si están físicamente fuera de su condado, enfermos o en la cárcel, siempre y cuando todavía califiquen para votar. (También ampliaría el horario de voto anticipado).

“Creo que votar en persona es la forma más segura de votar”, dijo Ingoglia, que ha votado por correo en múltiples ocasiones, a los reporteros a principios de este mes. “Todo lo que no sea votar en persona, va a suponer un riesgo”.

La legislación provocó titulares y sospechas de que los republicanos intentaban acabar con su oposición demócrata. El voto por correo era más popular entre los republicanos hasta la pandemia, cuando los demócratas los superaron por primera vez.

Pero cuando se les preguntó si apoyaban la idea, tanto Passidomo como Renner dieron un escueto “no”.

“Creo que la mayoría de los miembros sienten que en este momento nuestro proceso de voto por correo es seguro”, dijo Passidomo, añadiendo que a muchos floridanos mayores –incluidos sus difuntos padres– les gustaba el proceso.

Lawrence Mower, reportero del Times/Herald en Tallahassee, contribuyó a este artículo.