Tango, tequilas y algunas mentiras rompe barreras

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 9 (EL UNIVERSAL).- "Che", "Mina" y "Joya" son expresiones que se escuchan en las voces de los mexicanos Cassandra Sánchez-Navarro y Emilio Guerrero, quienes fingieron ser argentinos por un tiempo para proteger una mentira.

Los actores se trasladaron a Argentina para hacer la comedia romántica Tango, tequilas y algunas mentiras, en la que confrontan la nacionalidad mexicana con la del país sudamericano.

"Fue muy sencillo ir girando para que todo acabara haciéndose realidad; los mexicanos tenemos una relación de toda la vida con los argentinos, a veces mejor, a veces peor; aquí (en México) hemos recibido muchos argentinos cuando tuvieron momentos difíciles de dictaduras, parecería que no, pero somos muy parecidos, porque padecemos los mismos problemas", señala Guerrero.

La cinta, que se estrena mañana por Amazon Prime Video cuenta la historia de Lu, una mujer cuyo mantra es "fingir hasta conseguirlo". Interpretada por Sánchez-Navarro, esta joven está llena de sueños, pero las circunstancias no le favorecen.

Quiere volverse dueña del bar en el que trabaja, por lo que convence a sus dos clientas más fieles de que se asocien para comprarlo, pero ella no tiene para pagar su parte, por lo que le proponen condonarlo si logra enamorar a Diego (David Chocarro), un argentino que está de paso.

"La raza humana vive con prejuicios muy grandes, cuando no conocemos algo lo estereotipamos", señala Chocarro.

"Mi personaje tiene un prejuicio muy grande hacia los mexicanos y un rechazo que se derriba cuando empieza a tener cercanía, se da cuenta que todo eso es puro prejuicio que no sirve para nada. Me da gusto traer este mensaje porque rompe barreras y habla del amor más allá de las nacionalidades, que nos hace bien".

En la cinta también aparece la primera actriz argentina Soledad Silveyra, quien durante las grabaciones se enamoró de México.

"Descubrí que los mexicanos son tan hermosos, desde las señoras que trabajaban en el hotel hasta el iluminador y nuestro director, fue una de las cosas más lindas que me pasó en mi vida, ahora tengo mi collar mexicano y estoy muy agradecida programando mis próximas vacaciones en Oaxaca", contó Silveyra.