Los talibanes insisten en que quieren el reconocimiento por parte de la ONU

Naciones Unidas, 25 ene (EFE).- El régimen afgano de los talibanes, considerado un Gobierno "de facto" por la comunidad internacional, está intentando por todos los medios lograr el reconocimiento por parte de la ONU, según relató este miércoles la vicesecretaria general de la organización, Amina Mohammed, recién llegada de un viaje a Kabul.

Mohammed dijo en una rueda de prensa que en el curso de su viaje de varios días la cuestión del reconocimiento siempre salía a colación, incluso con los interlocutores de línea más radical y teóricamente opuestos a los principios de la política internacional.

Los talibanes insistían una y otra vez que el actual ocupante del asiento de Afganistán en la ONU -Naseer Ahmad Faiq, nombrado por el anterior Ejecutivo derrocado por los talibanes- "no los representa" y necesitan a una persona que efectivamente pueda hablar en nombre de su Gobierno.

Sin embargo, "esa decisión -de darles representación- es muy difícil", advirtió la vicesecretaria: "Tenemos que tener cuidado con las consecuencias del reconocimiento", insistió, exponiendo claramente el significado político y no solo formal de ese paso.

Hasta ahora, la versión oficial en la ONU era que el reconocimiento del Gobierno talibán era una cuestión casi formal que decidía un comité dependiente de la Asamblea General, pero las palabras de hoy de Mohammed dejan claro el peso político de una decisión semejante, que podría abrir las puertas a otros.

Los argumentos del régimen talibán para su aceptación internacional no son solo su control de hecho del país, sino algunas medidas que presentan como sus logros, como "haber terminado con la corrupción", según el mensaje repetido a la delegación de la ONU.

MEDIDAS TALIBANES SON "PARA PROTEGER" A LAS MUJERES

El viaje de la vicesecretaria, quien estuvo acompañada por la directora general de ONU-Mujeres, Sima Bahous, y el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths (que aún sigue allí) tenía como principal objetivo tratar de hacer revertir los edictos de los talibanes que prohíben la educación de las mujeres de la enseñanza desde la secundaria y que la vetan también de numerosos empleos femeninos.

Los distintos interlocutores talibanes repitieron ante Mohammed la tesis de que esas medidas buscan "mejorar la protección de la mujer", en dos sentidos: protegerla de las amenazas callejeras, ya que su lugar natural es el hogar -dicen-, y "protegerlas de los valores occidentales".

En este sentido, le recalcaron que no están en contra de la educación a las mujeres, "sino de cierta educación", es decir, la entendida según parámetros occidentales.

Y le recordaron que están dispuestos a cambiar las cosas siempre que logren crear en el país "un entorno donde las mujeres puedan estar protegidas", lo que pasa por medidas que pueden ser de la forma en que se visten -como cubrir por completo el cuerpo y la cabeza de la mujer- o hacerse acompañar por un familiar varón o "mahram" en sus actividades exteriores.

Amina Mohammed -ella misma musulmana, y de credo suní como los talibanes- les recordó que en ninguna parte el islam propugna discriminar a la mujer y que esas medidas que su Gobierno han tomado están causando grandes daños que pueden ser considerados antiislámicos.

Sin embargo -reconoció- "a veces mis interlocutores ni siquiera me miraban a los ojos".

La vicecretaria abogó por que los países y las organizaciones islámicas aumenten su presión sobre los talibanes en la cuestión de los derechos de las mujeres, ya que hacerles revertir sus medidas discriminatorias se ha convertido en la mayor prioridad de la ONU actualmente.

(c) Agencia EFE