El “tío” Elon Musk ya se siente uno más de la familia Trump y su influencia llega a todas las facetas de la transición

La foto familiar de Trump compartida por Kai Trump junto a Elon Musk
La foto familiar de Trump compartida por Kai Trump junto a Elon Musk - Créditos: @X: @KaiTrumpGolfs

NUEVA YORK.- En casi todas las reuniones que mantiene el presidente electo norteamericano, Donald Trump, en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, junto a él siempre hay alguien que que hasta hace apenas unos meses, no tenía una relación significativa con él. Es Elon Musk.

La persona más rica del mundo ha ascendido a una posición de extraordinaria y no oficial influencia sobre la transición del poder a Trump, proceso en el que juega un rol que indiscutidamente lo convierte en el ciudadano particular más poderoso de Estados Unidos.

Musk ha participado de prácticamente todas las entrevistas laborales que realizó el equipo de Trump para cubrir cargos públicos, donde intenta posicionar a sus amigos de Silicon Valley en los mejores puestos del próximo gobierno. No conforme con eso, Musk también forjó un vínculo con la familia Trump.

Elon Musk habla durante un evento de campaña de Donald Trump, en el Madison Square Garden de Nueva York
Elon Musk habla durante un evento de campaña de Donald Trump, en el Madison Square Garden de Nueva York - Créditos: @Evan Vucci

Trump anunció esta semana que Musk colaboraría en la conducción de lo que llamó “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, un nuevo organismo destinado a “desmantelar la burocracia del Estado”. Pero su verdadera influencia en el proceso de transición va mucho más allá.

Musk se ha revestido de un aura casi mística en el círculo íntimo de Trump. En una reciente velada en Mar-a-Lago, ingresó en el comedor unos 30 minutos después que Trump, y recibió una ovación similar a la del presidente electo, según dos personas que presenciaron su gran entrada.

Compañeros

Por lo general con su hijo de cuatro años, X Æ A-Xii, sentado en su regazo, Musk pasó casi toda la semana pasada en Mar-a-Lago, donde no solo participó de las entrevistas de trabajo, sino de casi todas las reuniones y cenas que tuvo Trump.

Solo se ausentó brevemente para volar a Austin, Texas, donde tiene una planta de 35 millones de dólares, y volvió ese mismo viernes a Mar-a-Lago, donde dio una vuelta por el negocio de regalos, jugó un rato al golf, y cenó en el comedor principal: todo en compañía del presidente electo. “¡Estoy feliz de ser su mejor amigo!”, le respondió Musk a un seguidor de las redes durante el fin de semana.

Elon Musk festeja junto a Donald Trump, luego de su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos
Elon Musk festeja junto a Donald Trump, luego de su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos

Este artículo se basa en una docena de entrevistas a aportantes y políticos republicanos, y a amigos de Musk, que en general prefirieron no ser nombrados por el tenor privado de las conversaciones.

Durante tan solo la primera semana del proceso de transición, Musk ya ha respaldado públicamente al senador de Florida, Rick Scott, como próximo presidente de la bancada mayoritaria en el Senado, ha exhortado a los senadores republicanos a que permitan el nombramiento de funcionarios mientras el Senado está en receso, ha sugerido que todos los empleados públicos deberían enviar “un mail semanal de lo que hicieron”, reclamó el cierre del Departamento de Educación, pidió sugerencias sobre los nuevos roles que podría incorporar el nuevo gobierno para presentarle esas ideas a Trump, se preguntó si Canadá no se estaba “muriendo”, y posteó decenas de memes de temática trumpista.

Pero en privado la actitud de Musk ha sido mucho más directa, incluso más de lo que esperaban sus allegados, y según algunos asesores de Trump, su papel supera incluso al de Howard Lutnick y Linda E. McMahon, los dos formalmente designados para liderar la transición.

Musk también ha participado de llamadas telefónicas con mandatarios extranjeros, entre ellos el presidente Recep Tayyip Erdogan de Turquía y Volodimir Zelensky de Ucrania, y para esta semana tiene planeado reunirse en persona con Javier Milei, cuando el presidente argentino visite Mar-a-Lago. Musk también acompañó a Trump durante al menos una reunión de seguridad nacional con altos asesores en esa materia, como Stephen Miller, y con Donald Trump Jr., según una persona al tanto del encuentro.

Donald Trump junto al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en un encuentro de 2020
Donald Trump junto al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en un encuentro de 2020

Según personas familiarizadas con el proceso de transición, Musk no suele presentar nuevos nombres para cargos específicos, y normalmente se limita a evaluar a personas que el equipo de transición de Trump ya tiene en consideración.

Musk ha expresado su apoyo a la decisión de Trump de no nombrar a Mike Pompeo ni a Nikki Haley en altos cargos de seguridad nacional, aunque expresó sin éxito que lo preocupaba que se le diera a la legisladora Elise Stefanik un cargo que la sacaría del Congreso (le han ofrecido el puesto de embajadora ante las Naciones Unidas).

Líderes brillantes

Musk también tiene buena relación con Brendan Carr, el comisionado de la Comisión Federal de Comunicaciones, considerado uno de los favoritos para convertirse en el próximo presidente del organismo. Al parecer, en conversaciones privadas en Mar-a-Lago, el megamillonario manifestó su apoyo a Carr.

Ante la consulta del The New York Times, la vocera de Trump, Karoline Leavitt, dijo que Musk y Trump eran “grandes amigos y líderes brillantes, que trabajan juntos para hacer grande a Estados Unidos otra vez.”

A nivel personal, Trump parece encantado con Musk y lo adoptó como un cuasi miembro de su familia. En una foto publicada en las redes por Tiffany Trump, la hija menor de presidente electo, puede verse a toda la familia Trump, incluidos los nietos, en Mar-a-Lago, con este mensaje: “¡Papá, estamos muy orgullosos de vos!”

Y ahí en el medio de ese gentío, sosteniendo en brazos a su hijo X Æ A-Xii, estaba obviamente Elon Musk. “Elon, ponete para la foto con tu hijo”, le dijo Trump entonces, según un video de ese momento que se publicó online. “Tienen que estar. Elon con su hermoso y perfecto hijo tienen que estar”. El domingo, Kai Trump, la nieta mayor de Trump, lo expresó todavía más claramente con una foto en la cancha de golf: “Elon ya tiene estatus de tío”.

Durante el último año, con su postura favorable a las criptomonedas y la inteligencia artificial, y contra las leyes antimonopolio de las gigantes tecnológicas, Trump ha cautivado a muchos miembros de derecha del mundo tecnológico. Al mismo tiempo, sin embargo, su vicepresidente electo, el senador JD Vance, siempre ha apoyado a Lina Khan, la presidenta de la Comisión Federal de Comercio y blanco de algunos conservadores, incluido Musk.

Musk ha dicho estar reclutando un “equipo de Clase A” del sector privado para ayudar a reformar el Estado, y que se asegurará de que “a este gobierno se sumen verdaderos revolucionarios comprometidos obsesivamente con el achicamiento del Estado”. No queda claro cómo evitarán los conflictos de intereses esos ejecutivos tecnológicos y el propio Musk, cuya SpaceX tiene contratos federales, si empiezan a trabajar para el gobierno.

Musk recomendó para puestos de gobierno a dos de sus colegas ejecutivos de SpaceX, el general Terrence J. O’Shaughnessy y Tim Hughes, según ya informó The New York Times. También le ha estado ofreciendo trabajo a otros amigos y socios, o al menos les allanó el camino para que tengan mayor acceso.

El inversor del sector tecnológico Joe Lonsdale, cercano a Musk, no tiene previsto desempeñar un rol formal en la transición de Trump, según una persona al tanto del tema, y ha dicho públicamente que no quiere unirse al gobierno “a tiempo completo”, sino que preferiría desempeñar un papel de asesor de medio tiempo.

A otro amigo de Musk, Ken Howery, embajador en Suecia durante el primer mandato de Trump, se le escuchó decir que está interesado en otro puesto diplomático. Otra persona que podría tener cierta influencia es Marc Andreessen, un destacado inversor tecnológico que, como Musk y Howery, pasó la noche de las elecciones en Mar-a-Lago.

Musk también ha alentado a Palmer Luckey, cofundador de la startup de tecnología militar Anduril, para que se sume al gobierno de alguna manera, y en su plataforma social X dijo que era “muy importante que se involucren empresas emprendedoras como la suya.” En una entrevista por televisión, Luckey dijo que ya había hablado con el equipo de transición de Trump sobre cómo podía colaborar.

Pero el amigo de Musk que actualmente parece tener más influencia directa es David Sacks, un excolega de sus años en PayPal.

Sacks, un capitalista de riesgo que en junio organizó una recaudación de fondos para Trump en San Francisco, ha logrado establecer una línea de comunicación telefónica directa con el presidente electo. La noche de las elecciones, Sacks se sacó una foto con Musk y Trump y pasó gran parte de la velada cerca del candidato, y está presionando públicamente para que Robert F. Kennedy Jr. reciba un cargo importante en la nueva administración.

Sacks les ha dicho a sus amigos que como dirige un fondo de inversiones activo, para él sería inviable desempeñar un papel formal en el gobierno. Pero fueron él y Musk quienes sembraron la idea de que neoconservadores como Pompeo obtuvieran puestos claves en el gobierno por asumir.

Theodore Schleifer

Traducción de Jaime Arrambide