Sueño Georgiano se libra de su peor pesadilla europeísta y elige a un presidente prorruso
Tiflis, 14 dic (EFE).- El partido gobernante en Georgia, Sueño Georgiano (SG), logró hoy sacar adelante la elección como presidente del prorruso Mijaíl Kavelashvili en una votación sin sufragio universal que fue boicoteada por la oposición, que volvió a salir a la calle.
De esta forma, SG se libra de su peor pesadilla, la presidenta saliente, la europeista Salomé Zurabishvili, quien, no obstante, se niega a abandonar el cargo, ya que no reconoce la legitimidad del Parlamento que salió de las elecciones legislativas de octubre.
"Justo dentro de dos semanas tendrá lugar la investidura del nuevo presidente. Zurabishvili tendrá que abandonar el cargo", aseguró seguidamente Irakli Kobajidze, primer ministro georgiano, en rueda de prensa.
El líder oficialista, enfrentado a la Unión Europea (UE) y a Estados Unidos, se mostró convencido de que la elección de Kavelashvili contribuirá al reforzamiento de la soberanía georgiana y a reducir el radicalismo y la polarización de la sociedad, aunque la oposición siguió protestando en el centro de Tiflis.
Un prorruso, sexto presidente georgiano
El Gobierno modificó el mecanismo de elección -un colegio electoral elige al jefe del Estado-, aprovechando la conversión de Georgia en una república parlamentaria con un presidente con poderes exclusivamente representativos.
Un total de 300 delegados fueron convocados a la votación en el Parlamento, entre diputados nacionales, autonómicos -de Abjasia y Adzharia- y municipales. Kavelashvili, el único candidato en discordia, logró 224 votos.
Kavelashvili, un diputado más conocido por su brillante carrera como futbolista que le llevó a militar incluso en el Manchester City, se convirtió así en el sexto presidente de la historia de la república caucásica desde su independencia de la Unión Soviética en 1991.
Nacido en 1971, es fundador de La Fuerza del Pueblo, movimiento que promovió la aprobación de leyes contra la influencia extranjera y las minorías sexuales que fueron condenadas por la oposición y Occidente por su semejanza a las draconianas normas promulgadas por Rusia para reprimir a la oposición y a los homosexuales.
De los cinco anteriores presidentes, tres tuvieron un destino trágico, ya que el primero, Zviad Gamsajurdia, se suicidó; el segundo, Eduard Shevardnadze, fue derrocado por su ministro de Justicia, Mijaíl Saakashvili, que cumple ahora seis años de cárcel.
Además, los tres últimos presidentes consideraron ilegítima la elección de Kavelashvili, al que además ven como alguien cercano al hombre fuerte del país, Bidzina Ivanishvili, que en los últimos dos años ha dado un claro giro hacia Moscú.
La oposición no baja los brazos
La oposición no cambió de táctica. Los activistas, que se manifiestan diariamente en Tiflis desde que el 28 de noviembre el Gobierno congelara las negociaciones de ingreso en la Unión Europea, se concentraron desde primeras horas de la mañana frente a la sede del Parlamento pese a que los termómetros marcaban varios grados bajo cero.
"Esclavos" y "Rusos" son algunos de los eslóganes que corearon los activistas, que consideran un "insulto" que el nuevo jefe de Estado no tenga estudios superiores.
Para prevenir incidentes, la policía cerró las calles adyacentes por donde los diputados acceden al Legislativo e instalado camiones con cañones de agua.
Mientras, Zurabishvili, que pasó andando junto a los manifestantes en su camino a su residencia, se mantiene en sus trece. Se niega a abandonar la Presidencial, tachó de "parodia anticonstitucional" la votación y llamó a continuar las protestas.
"Nadie ha elegido a nadie. No ha pasado nada", dijo dirigiéndose a los opositores que se acercaron a su oficina, al tiempo que acusó a SG de destruir el sueño europeo de los georgianos y convertir el país en un "régimen autoritario".
La oposición mantiene su demanda de convocar nuevas elecciones como única vía de salida a la crisis, algo en lo que le apoya Bruselas.
"En Georgia hace más de dos años que no hay un presidente patriótico y psicológicamente estable", replicó Kobajidze.
Además, descartó una posible revolución popular al estilo del Maidán ucraniano, aduciendo que las autoridades han logrado neutralizar a los activistas opositores más radicales y recordó que 1,2 millones de personas votaron a SG en los comicios parlamentarios de octubre.
"Cuatro partidos y las ONGs más ricas no pueden congregar ni siquiera 2.000 personas. Esa es su situación real (...) En Georgia el Maidán ha fracasado y nunca prosperará", dijo.
Rusia, encantada con la elección
Los políticos rusos no escondieron su entusiasmo con la elección de Kavelashvili, al que desearon suerte en la defensa de los intereses nacionales frente "al chantaje y las presiones del Occidente Colectivo".
"Pese a las amenazas por parte de los euroatlánticos, estoy seguro de que podrá defender su derecho a su propia elección", dijo Leonid Slutski, jefe del comité de Asuntos Internacionales de la Duma o cámara de diputados.
Subrayó que Tiflis "está vacunada de rusofobia con la vacuna ucraniana y, por lo visto, mantendrá un sano pragmatismo en política exterior", por lo que habrá opciones de restablecer una cooperación constructiva con Moscú.
La UE ha acusado a Moscú de interferir en las elecciones en otros países, tanto en su patio trasero, como en Rumanía, algo que el Kremlin niega categóricamente.
Misha Vignanski
(c) Agencia EFE