No hay sobrevivientes del submarino que iba al Titanic, sufrió "implosión catastrófica"

Por Steve Gorman y Joseph Ax

22 jun (Reuters) -Un submarino que transportaba a cinco personas en un viaje para ver los restos del Titanic fue encontrado en pedazos a causa de una "implosión catastrófica" que mató a todos los que iban a bordo, informó el jueves la Guardia Costera de Estados Unidos, finalizando una búsqueda multinacional de cinco días.

Una nave robot de aguas profundas desplegada por un barco canadiense descubrió los escombros del sumergible Titán el jueves por la mañana en el lecho marino, a unos 488 metros de la proa del Titanic, unos 4 kilómetros bajo la superficie, dijo el contralmirante de la Guardia Costera de Estados Unidos, John Mauger, en una conferencia de prensa.

El Titán, operado por la empresa estadounidense OceanGate Expeditions, estaba desaparecido desde que perdió contacto con su barco de apoyo en la superficie el domingo por la mañana, a la hora y 45 minutos de lo que debería haber sido una inmersión de dos horas hacia lso restos del naufragio más famoso del mundo.

En el campo de escombros que quedó tras su desintegración se localizaron cinco fragmentos importantes del Titán, de 6,7 metros de eslora, entre ellos el cono de cola del buque y dos secciones del casco de presión, según informaron los guardacostas. No se mencionó si se avistaron restos humanos.

"El campo de escombros aquí es consistente con una implosión catastrófica del vehículo", dijo Mauger.

Incluso antes de la conferencia de prensa de los guardacostas, OceanGate emitió un comunicado en el que afirmaba que no había supervivientes entre los cinco hombres que iban a bordo del Titán, incluido el fundador y director general de la empresa, Stockton Rush, que pilotaba la nave.

Entre las personas a bordo estaban el multimillonario y explorador británico Hamish Harding, de 58 años; el magnate de negocios de origen paquistaní Shahzada Dawood, de 48 años; y su hijo de 19 años, Suleman; el oceanógrafo francés y experto en Titanic Paul-Henri Nargeolet, de 77 años -que había visitado los restos del naufragio docenas de veces.

"Estos hombres eran verdaderos exploradores que compartían un espíritu de aventura distinto y una profunda pasión por explorar y proteger los océanos del mundo", dijo la empresa que operaba la nave, OceanGate Expeditions, en un comunicado.

Los equipos de rescate de varios países llevaban días rastreando miles de millas cuadradas de mar abierto con aviones y barcos en busca de cualquier señal del Titán.

La intensa cobertura mediática mundial de la búsqueda eclipsó en gran medida las secuelas de un desastre marítimo mucho mayor derivado del naufragio de una embarcación de migrantes frente a las costas de Grecia la semana pasada, en el que murieron cientos de personas.

SONIDOS EN LAS PROFUNDIDADES

Mauger dijo que era demasiado pronto para saber cuándo el Titán había sufrido su fatal destino. La operación de búsqueda tuvo boyas sonar en el agua durante más de tres días en la zona sin detectar ningún ruido fuerte y violento que se hubiera generado al implosionar el sumergible, señaló.

Pero la posición del campo de escombros relativamente cerca del naufragio y la hora de la última comunicación con el Titán parecían sugerir que el fallo se produjo cerca del final de su descenso el domingo.

La detección de ruidos submarinos el martes y miércoles utilizando boyas de sonar lanzadas desde aviones canadienses ofreció esperanza de que las personas a bordo del sumergible estuvieran vivas y estuvieran intentando comunicarse golpeando el casco.

Pero las autoridades dijeron que el análisis del sonido no era concluyente y que los ruidos probablemente emanaban de otra cosa.

"No parece haber ninguna relación entre los ruidos y la ubicación del campo de escombros en el fondo del mar", declaró Mauger el jueves.

Incluso si el Titán hubiera estado operativo, el suministro de aire a bordo se estimaba en 96 horas cuando ingresó al agua el domingo alrededor de las 1200 GMT, lo que significa que los ocupantes probablemente se habrían quedado sin oxígeno el jueves por la mañana.

Las naves robóticas en el fondo del océano seguirán recogiendo pruebas, dijo Mauger, pero no estaba claro si será posible recuperar los restos de las víctimas, dada la naturaleza del accidente y las condiciones extremas a esas profundidades.

La expedición al barco hundido, que OceanGate ha estado operando desde 2021, costó 250.000 dólares por persona, según el sitio web de la compañía

(Reporte adicional de Tim McLaughlin, Rami Ayyub, Tyler Clifford, Louise Dalmasso, Daniel Trotta, Brad Brooks y Ariba Shahid; editado en español por Carlos Serrano, Marion Giraldo y Aida Peláez-Fernández)