Sube la gasolina en Ecuador, medida que en el pasado provocó violentas protestas

QUITO (AP) — Ecuador amaneció el viernes con un aumento de más de 10% en el precio de la gasolina que, según el gobierno, busca reducir el millonario subsidio estatal a ese combustible pese a que en el pasado subas similares desencadenaron violentas protestas que pusieron contra las cuerdas a las autoridades.

Por decreto el presidente Daniel Noboa dispuso que el precio de la gasolina extra, la más usada del país, pase de 2,46 dólares a 2,72 dólares el galón. El subsidio a ese combustible significó el año pasado 644 millones de dólares del presupuesto estatal.

La tarde y noche del jueves se vieron largas filas de vehículos frente a los surtidores. Para reducir el impacto de la medida, el gobierno ha dispuesto compensaciones económicas directas a los dueños de los vehículos de alquiler como taxis, entre otros.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) la mayor de su tipo, publicó en su cuenta de X, antes Twitter, su rechazo al “nuevo paquetazo de Daniel Noboa” y consideró que la eliminación de los subsidios a los combustibles son “otro golpe a la economía de las familias”.

En el pasado la CONAIE ha liderado violentas protestas, sitiando las principales ciudades y virtualmente paralizando el país por entre dos y tres semanas para oponerse a la eliminación de los subsidios a los combustibles y logró que los gobiernos de los presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023) den marcha atrás con las subas.

La organización indígena no ha informado por ahora sobre acciones de protesta, aunque señaló que mantiene reuniones en todo el país y que le asiste “el derecho a la resistencia”.

Sindicalistas y gremios convocaron para el 4 de julio a una huelga nacional en contra de la decisión.

“No sé si ahora los movimientos indígenas y sociales estén en capacidad de unirse y reaccionar como en el pasado" dijo a The Associated Press el analista político y docente de la Universidad Andina, Gustavo Isch y agregó que ellos registran “divisiones y un desgaste porque saben las consecuencias en carne propia de los paros de dos o tres semanas”.

Las autoridades han explicado que el subsidio a la gasolina es el más inequitativo del país y han argumentado que un 20% de la población de mayores ingresos recibe alrededor de 300 millones de dólares de ese subsidio.