Sobrevivir al corredor de la muerte "para hablar por los que ya no pueden"

Madrid, 10 oct (EFE).- Joaquín José Martínez pasó tres años en el corredor de la muerte de Estados Unidos acusado de un doble asesinato del que fue finalmente absuelto tras una intensa campaña en su defensa en España, algo que le permitió sobrevivir y poder "hablar por los que ya no pueden" porque no tuvieron la misma suerte.

En 1997, el español Martínez fue condenado a la pena capital por un jurado de Tampa (Florida) por el asesinato de Sherry McCoy y Douglas Lawson. Tres años después el Tribunal Supremo de ese estado anuló la sentencia por "irregularidades judiciales" y fallos en la defensa y ordenó un nuevo juicio, que concluyó con su absolución.

"Lo peor no es la condena sino pasar los años viendo cómo llega el momento de la ejecución", explicó el expresidiario este lunes en un acto celebrado en la Casa de América de Madrid con motivo del Día Mundial contra la Pena de Muerte.

De los trece compañeros de celda con los que convivió en prisión, solo él sobrevivió: "Para mí es una cruz poder estar aquí y hablar, hablo en nombre de ellos", dijo el español, que estuvo acompañado por el exgobernador de Maryland Martin O’Malley, el director de Amnistía Internacional (AI) España, Esteban Beltrán, y la encargada de negocios de la Embajada de Costa Rica en España, Carolina Fernández.

También participó en el acto el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, quien pidió a los países abolicionistas mantener este asunto "en la agenda internacional" para caminar hacia su fin en todo el mundo.

Según datos de Amnistía Internacional, existen aún 18 países en los que la pena de muerte sigue vigente aunque, a final de 2021, 108 Estados la habían eliminado de su legislación.

Aún así, el pasado año la organización registró 579 ejecuciones en todo el mundo, un incremento del 20% con respecto a 2020, a las que habría que sumar las "miles" de personas "posiblemente ejecutadas en China".

AMÉRICA PODRIA SER EL PRIMER CONTINENTE DEL MUNDO SIN EJECUCIONES

Si EEUU aboliera la pena de muerte, América se convertiría en el primer continente libre de esta práctica, señaló el director de AI España, Esteban Beltrán, quien aludió a las excepciones de algunos países del Caribe de habla inglesa, donde es legal pero hace más de dos décadas que no se practica, o la de Cuba, que la sigue manteniendo en el código penal.

En esos casos, la pena de muerte se practica "por la influencia de Estados Unidos" y porque existe la creencia de que "la pena de muerte tiene un efecto en la inseguridad y la criminalidad".

"En el fondo, el argumento no se sostiene, en Barbados o Guyana los índices de criminalidad no ha sufrido variaciones, en algún caso ha disminuido, y si el motivo no es la utilidad entonces es una cuestión de venganza", sostuvo Beltrán.

EL EJEMPLO DE MARYLAND

Martin O'Malley recordó cómo en 2013 consiguieron abolir esta práctica en Maryland argumentado que "no funciona, no puede ser aplicada de manera justa y además es cara".

O'Malley, hoy comisionado de la Comisión Internacional contra la pena de Muerte, reconoció que el camino hacia una abolición nacional en Estados Unidos pasa porque cada estado lo haga de manera independiente. Actualmente 27 de los 50 estados del país la mantienen, aunque tres de ellos aplican una moratoria.

(c) Agencia EFE