Yahoo Noticias Los Sixers montan una fiesta en Miami sin su mejor hombre ¿Qué le pasó al Heat?
El Heat recibió de vuelta este miércoles en el Miami-Dade Arena a los Sixers, que llegaron sin Joel Embiid (pie), pero ni falta les hizo.
Un desconocido equipo de Miami, con un miserable segundo cuarto, tiró el juego por la borda y el quinteto de Filadelfia aprovechó el regalo para tomarse la revancha del juego anterior al imponerse 119-96 y empatar así 1-1 la serie particular entre ambos.
De este modo, el Heat (33-30) se mantuvo en el 7mo puesto sin poder aprovechar la derrota de los Nets (6to con 34-28) a manos de los Knicks (5to con 37-27), aunque todavía sigue por delante de los Hawks (8vo con 31-31).
La clave de la derrota fue la falta de intensidad por parte del quinteto de la Capital del Sol en ambos lados de la cancha, sin la agresividad necesaria en la NBA no se puede ganar.
Pero igual hay que ver si algo no le gustó a los jugadores clave para haber jugado de esta manera.
“Hemos demostrado que podemos dar lo mejor de nosotros contra cualquier equipo y luego vemos que somos capaces de hacer algo como esto de hoy’’, expresó el entrenador del Heat Erik Spoelstra.
“Tiene que haber un cambio de mentalidad para poder ganar, juego dentro, juego fuera. Todas las respuestas que queremos están en este vestuario”.
Los Sixers tiraron más (83-77) y mejor (41-24), incluyendo los triples (15-7). Ganaron la batalla de los rebotes sin Embiid (41-33) y aprovecharon las 13 pérdidas del balón del Heat.
La defensa de Miami permitió que le disparasen para un 49.8 por ciento y no se puede ganar encestando solo cuatro triples.
Bam Adebayo sin hacer su mejor partido fue el mejor del Heat con 20 puntos y ocho rebotes, aunque sin Embiid se esperaba un poco más de él.
Jimmy Butler, sin jugar el último cuarto y sin ser el mismo del lunes, terminó con 16 cartones, tres rebotes y tres asistencias, lo cual puede ser considerado como un partido discreto.
Max Strus lideró la segunda unidad con 13 unidades, mientras Tyler Herro no tuvo su noche. Anotó 11 puntos (un triple en cinco intentos) con seis asistencias.
Otro que tampoco lució fue Gabe Vincent quien finalizó con cuatro cartones (2 en 11 en tiros de campo y 0-7 en triples), con una sola asistencia como armador titular para dar la impresión de que el Heat jugó sin timonel.
La única buena noticia para Miami es que Kevin Love cada vez se ve mejor integrado al equipo y logró nueve puntos, con cinco rebotes. Love hizo esta noche su debut con la camiseta del equipo en Miami.
Por Filadelfia destacaron Tyrese Maxey con 27 cartones, James Harden con 23, Tobias Harris con 18, Paul Reed con 16 y Shake Milton con 12.
Juego
La primera mitad terminó 71-53 favorable a los Sixers con 17 puntos de Harden en dos cuartos muy diferentes.
El primero fue parejo y el segundo miserable por parte de el Heat en ambos lados de la cancha, pese a los 14 unidades de Adebayo.
Aunque no logró escaparse, Miami dominó el primer cuarto de principio a fin y terminó delante 38-34 tras un triple de Oladipo a un segundo del final. Butler y Maxey fueron los mejores de sus respectivos equipos con 10 puntos cada uno.
En el segundo parcial los Sixers aprovecharon un par de errores de Miami para remontar el marcador y tomar una ventaja de 13 cartones con Harden llegando a 12 y Reed a 10, que luego amplió a 20, gracias al desconcierto de Miami.
Filadelfia ganó el cuarto 37-15 y se marchó a descansar con 18 unidades de ventaja.
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Al Heat nada le salía al inicio del tercero y por ello no conseguía cerrar la brecha.
En la segunda parte del cuarto Miami apretó en defensa y consiguió reducir a nueve la diferencia, pero los Sixers volvieron a escaparse por 20 y se llevaron el parcial 25-24 para así mantenerse delante 96-77.
Filadelfia amplió a 25 la ventaja al inicio del último cuarto y si 19 era difícil 25 era una misión imposible.
Tras pasar el ecuador del parcial (5:32’) Miami redujo a 16 la desventaja, pero no regresaron Butler ni Love y eso fue todo lo que pudieron hacer en una noche aciaga.
La mala noticia es que el Heat comienza con mal pie la estancia de seis juegos consecutivos en casa. La buena es que faltan otros cinco encuentros.
