Situación inédita en Costa de Marfil tras la retirada de las Fuerzas francesas
Costa de Marfil ha anunciado que las tropas francesas se retirarán del país, convirtiéndose así en el último país africano en cortar lazos militares con su antigua potencia colonial.
En un discurso de fin de año, el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, declaró que la retirada comenzaría este mes y reflejaba la modernización del ejército de la nación.
"En este contexto, hemos decidido la retirada coordinada y organizada de las Fuerzas francesas", declaró Ouattara, añadiendo que el batallón de infantería militar de Port Bouét que dirige el Ejército francés será entregado a las tropas marfileñas.
Una presencia militar francesa de décadas se desvanece
Las Fuerzas francesas han tenido una presencia militar en Costa de Marfil durante décadas, con unos 600 efectivos en el país cuando se hizo el anuncio el martes. La decisión de Costa de Marfil sigue a la de otros líderes de África Occidental, donde se está pidiendo a los militares franceses que se marchen. Los analistas han descrito esta tendencia como parte de una transformación estructural más amplia del compromiso de la región con París.
Entre estos países se encuentran Mali, Burkina Faso, Níger, Senegal y Chad, considerado el socio más estable y leal de Francia en África. La reducción de los lazos militares se produce en un momento en que Francia se esfuerza por reavivar su menguante influencia política y militar en el continente, diseñando una nueva estrategia que reduciría drásticamente su presencia permanente de tropas en África.
Francia, expulsada de más del 70% de los países africanos
Francia ha sido expulsada de más del 70% de los países africanos en los que tenía presencia militar desde que puso fin a su dominio colonial en la década de 1960. A partir de ahora, las tropas francesas sólo permanecerán en Yibuti, con 1.500 soldados, y Gabón, con 350 efectivos.
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Tras expulsar a las tropas francesas, los líderes militares de Níger, Malí y Burkina Faso se han acercado a Rusia. El Kremlin tiene mercenarios desplegados por todo el Sahel que han sido acusados de abusos generalizados de los derechos humanos contra la población civil.
La situación de seguridad ha empeorado en esos países, con un número creciente de atentados extremistas y muertes de civiles tanto a manos de grupos armados como de las Fuerzas gubernamentales.