Se siente como el año pasado. Los Marlins rematan sobre la raya a los Cerveceros en Miami

Cuando juegas un béisbol limpio, las cosas buenas pasan. Quizá no sea inmaculado, pero los Marlins viven un momento que, cuando menos, es totalmente diferente a aquel del primer mes de la temporada, al menos en todo lo referente a la entrega.

Más que un juego limpio, se trató de un choque donde los peces nunca bajaron los brazos para imponerse el lunes 3-2 a los Cerveceros de Milwaukee delante de 8,550 aficionados que presenciaron en el loanDepot park, la quinta victoria en que el club de Skip Schumaker deja al campo a sus rivales.

Esta vez el partido tuvo dos héroes, Otto López que pegó el sencillo del empate en la novena entrada y Josh Bell, quien disparó un metrallazo entre primera y segunda para consumar el triunfo y reafirmar que esto es más que algo pasajero.

“Al principio solo quería poner la bola en el aire, enviarla a los jardines’’, explicó Bell.

“Pero luego con dos strikes solo quería ponerla en juego y fui muy afortunado en colocar la pelota entre los dos defensores. Se siente bien. Se siente como el año pasado. Confiamos en enderezar el rumbo y jugar al béisbol estilo Marlins. Mantener la vibra y en posición de ganar juegos’’.

Cuando el final aparecía en el horizonte, a un solo out de la derrota, el bate de López dejó caer una pelota detrás de primera base para empatar un juego que llevaba todos los ribetes de los Cerveceros y confirmaba el momento diferente de Miami.

Hasta ese momento, Milwaukee mantenía los hilos del encuentro apoyados en un excelente trabajo del cuerpo de relevistas porque el abridor de los visitantes, Joe Ross, solo pudo trabajar un solo episodio y no salió a trabajar más debido a molestias en la parte baja de la espalda.

“Realmente quería dar un buen batazo, pero eso que me salió sirvió para algo importante’’, apuntó López, quien fue el héroe del juego del sábado ante los Mets.

“Estamos jugando una pelota de calidad y ahora se trata de mantener lo que estamos haciendo para ganar la mayor cantidad de partidos’’.

Pero el batazo de López también tuvo otro efecto positivo: evitarle una inmerecida derrota a Ryan Weathers, quien solo tuvo dos momentos de debilidad en medio de una sólida faena: un cuadrangular de Andrew Monasterio en el quinto y un robo de home de Christian Yelich en el sexto.

Con una suspicacia suprema, Yelich tomó nota de la falta de precaución de Weathers y de la actitud displicente de Nick Fortes, quien desde la receptoría devolvía la pelota al lanzador como si se tratase de una mariposa de lento vuelo, lo que fue aprovechado por el expelotero de los Marlins.

“Estamos jugando de manera limpia y buena’’, expresó el manager de los Marlins.

“Aparte de un error mental [la jugada de Yelich en el plato] de Nick de no chequear el corredor...pero es algo que no le pasará nuevamente porque ahora mismo lo siente’’.

Más allá del jonrón de Monasterio y el robo del plato de Yelich, lo cierto es que Weathers merecía mejor suerte por su apertura de calidad en siete entradas de actuación, donde solo le pegaron dos imparables, con tres boletos y ocho ponches.

Weathers, quien en su salida anterior caminó ocho tramos en Detroit sin permitir anotaciones y mantuvo un juego sin hit hasta el sexto episodio, se ha ido convirtiendo en un puntal de una rotación necesitada de hombres que den un paso al frente.

Los Marlins rebajaron la distancia a una carrera, luego de que en el séptimo capítulo Nick Gordon remolcara una con imparable al jardín izquierdo y antes de que López pegara su hit elevado a lo corto en el noveno y enviara el encuentro a extra innings.

Milwaukee amenazó en la décima con hombres en segunda y tercera con un solo out, pero Tanner Scott metió el brazo y colgó el cero.