Sepultan a niño, víctima de violencia en Morelos, piden justicia
CUERNAVACA, Mor., diciembre 4 (EL UNIVERSAL).- Un estela de dolor y llanto acompañó el sepelio de Diego, el menor de 11 años alcanzado por una bala en un ataque contra el dueño de un bar. Su ataúd en color blanco fue llevado sobre una carroza y delante del cortejo fúnebre los dolientes izaron una manta con una leyenda que resumía la exigencia de justicia.
"No queremos más partidos políticos. Ya basta de besos y abrazos a los delincuentes. Hoy fue mi hijo de 11 años mañana puede ser uno de ustedes. Queremos justicia".
Los últimos días de vida de Diego fueron contados por su padre Arturo Morales desde lo alto de un kiosco, frente a un grupo de familiares, amigos y vecinos que demandaron castigo para los responsables.
El pasado sábado, contó el padre de familia, Diego participó en un concurso de dibujo a favor de la paz y su obra fue seleccionada y se hizo acreedor a un premio.
La mañana del lunes 2 de diciembre, el pequeño fue premiado en su escuela, la Primaria "Miguel Hidalgo", ubicada en el municipio de Yautepec.
Por la tarde, minutos después de las 16:00 horas, Diego, su mamá y una prima se dirigían a comprar tortillas, en la colonia Paraíso del mismo municipio.
De pronto, un grupo de hombres armados atacaron a balazos al dueño de un bar sobre el Paseo Tlahuica, muy cerca de donde caminaban Diego, su madre y la otra niña.
Al escuchar los disparos, los dos infantes y la mujer corrieron en busca de refugio, sin embargo, una bala perdida impactó a Diego, entre el cuello y la cabeza. Falleció instantes después.
Hoy el cuerpo del menor fue sepultado, pero antes el cortejo fúnebre hizo una parada en la primaria donde estudiaba Diego. La segunda parada fue en el zócalo, donde Arturo, padre del pequeño, en nombre de su familia, agradeció las muestras de apoyo y afecto por la pérdida de Diego.
"¿Por qué no ayudaron?", padre de víctima
El padre del menor víctima subió a un kiosko y contó que su hijo fue seleccionado en el concurso de dibujo por "La paz" por su escuela primaria Alebrijes.
"El día que vamos a recoger el premio mi hijo canta ‘que canten los niños…’ y esa letra dice ‘yo canto para que me dejen vivir’. Estamos hablando que recibí el premio de mi hijo a las 8:30 de la mañana. A las 4:24 recibo una llamada de mi esposa ‘Arturo, a Dieguito le metieron un balazo’. O sea recibió el premio de un dibujo de La Paz", dijo el padre de familia.
Más adelante lamentó y criticó la actitud de la gente que vio a su esposa postrada en el suelo, cargando el cuerpo de su hijo y presenciando cómo se le escapa la vida, porque la bala le reventó la aorta, la arteria más grande del cuerpo.
"Mi esposa pidiendo ayuda. Mi esposa estaba tirada. ¿Por qué no la ayudaron? A lo mejor mi hijo ya estaba muerto pero el apoyo que le hubieran dado…es más fácil prender un celular y grabar, es más chingón. Por qué no le dijeron a mi esposa ‘yo te ayudo, te doy mi hombro’. No cabrón, todos, todos, se nos antojan más grabar que ayudar", expresó.
En su mensaje hizo un llamado a las autoridades para esclarecer este caso. Sin embargo, recalcó el llamado a las familias a cuidar a los niños, a brindarles atención y no negarles amor ni cariño, pues en la medida en que los infantes crezcan en núcleos amorosos, es más probable que se alejen de situaciones y conductas que los pongan en riesgo.