‘No sentía la herida’: La increíble y aterradora supervivencia de un niño cubano durante el huracán Oscar
Un niño cubano de 12 años compartió con la prensa oficialista la estremecedora experiencia que vivió durante las inundaciones provocadas por el huracán Oscar en el este de la isla.
El menor fue arrastrado por las aguas del río hacia el mar en la provincia de Guantánamo. Se encontraba en la casa de su madre y su padrastro, en el poblado de Macambo, del municipio de San Antonio, cuando las aguas del río comenzaron a crecer más allá de lo habitual.
“Siempre entraba una agüita, pero volvía y se iba. Esta vez nosotros calzamos la cama con bloques y ya el río había rebasado la cama. Eso empezó a crecer y la puerta explotó. Mi mamá fue a cerrarla. La casa empezó a hundirse. Ella me cogió, pero la casa se hundió muy rápido”, dijo al diario oficialista Granma.
Su historia de supervivencia
Los medios estatales identifican al niño como Abraham Daniel González Hernández, quien, junto a su familia, intentó resguardarse de las inundaciones en el techo de la vivienda.
En la madrugada del domingo 20 de octubre, la casa se hundió por completo y la fuerza de las aguas separó al niño de su madre, arrastrándolo hacia el mar.
Desde la sala de terapia intermedia del hospital pediátrico de Guantánamo, el niño contó a la prensa oficialista que no sabe nadar, aunque sí flotar. Mientras era arrastrado por la corriente, fue atrapado por un remolino.
“Tremendo mareo me dio aquello, hasta que salí y la corriente me arrastró al mar”, relató. En un momento determinado, perdió de vista la orilla de la costa y se vio rodeado de oscuridad y el agua del mar.
Sin saber en qué momento sucedió, se abrió una herida profunda en la pantorrilla izquierda. El niño comenzó a juntar los gajos que arrastraba la crecida para aferrarse a ellos, mientras el oleaje lo devolvía a la orilla.
No obstante, una vez que llegó allí, el encrespamiento del mar le impidió salir. Las olas rompían peligrosamente hasta que vio una grande y decidió aferrarse al único tronco que había podido conservar.
“Entonces vi una ola enorme que se hizo. Me monté rápido en el palo y me tiré para que la ola me empujara. Me di contra las piedras, pero me aguanté. Tuve que esperar un momento, porque ya las piernas me temblaban. Cuando logré llegar arriba, me tiré como pude y abrí los brazos”, describió a Granma.
Animales muertos y un panorama desolador
Una vez en tierra, el niño cuenta que seguía sin sentir la herida en el pie. “Lo que me dolía era el pecho, por lo desbaratado que estaba”, comentó a Granma.
Mientras caminaba de regreso al poblado, vio el rastro de animales muertos en el suelo hasta que llegó a la casa de una amiga de su madre, de la que seguía sin noticias. Una doctora observó la herida e indicó que necesitaba cirugía y hospitalización. Fue trasladado primero en un carro del Ejército y luego en una ambulancia.
“Procedimos a realizar un desbridamiento quirúrgico de la herida, y afortunadamente no hubo lesiones óseas ni musculares”, dijo el doctor Evis Navarro Pérez, quien atendió al menor en el hospital de Guantánamo, según el portal Cubadebate. “La herida está limpia y sin fetidez, lo que indica que la recuperación será positiva”, agregó el médico.
El noticiero de la televisión estatal también se hizo eco de la historia del niño.
Daños del huracán Oscar en Cuba
Oscar golpeó el este de Cuba como un huracán de categoría 1, mientras la isla sufría apagones masivos. El ciclón dejó varios fallecidos, entre ellos, una niña de solo 5 años.
Esta semana el director de epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP), Francisco Durán, advirtió a los residentes de las provincias afectadas por el huracán sobre los riesgos que podía traer el fenómeno para la salud de la población.
En tal sentido, orientó hervir el agua potable con los recursos disponibles y cocinar alimentos incluso “con leña”, debido al posible aumento de brotes de diarreas y enfermedades respiratorias.
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