Sedema logra reintroducir a su hábitat diferentes especies de aves

CIUDAD DE MÉXICO, junio 19 (EL UNIVERSAL).- Aguilillas, halcones, búhos y lechuzas, son algunas de las aves que han llegado al Centro de Rescate y Rehabilitación de Aves Rapaces del Centro de Conservación de la Vida Silvestre de San Juan de Aragón en la CDMX.

En un comunicado, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) detalló que desde su apertura en 2022, este espacio ha recibido a 30 aves de diferentes especies para su atención exitosa, de las cuales, ocho ya fueron reintroducidas a su hábitat natural en colaboración con autoridades federales.

Gabriela Uribe Acosta, médica veterinaria zootecnista y directora del Centro de Conservación de la Vida Silvestre de San Juan de Aragón, explicó que el proceso de atención y rehabilitación de todas estas aves ha sido posible gracias al "esmerado trabajo de médicos veterinarios, biólogos y cuidadores que laboran en el Centro de Rescate y Rehabilitación de Aves Rapaces, así como a la colaboración permanente con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA)".

Actualmente, este centro alberga en la actualidad a 17 aves que todavía se encuentran en proceso de rehabilitación y reciben todos los cuidados para que en el futuro puedan volver a la vida silvestre.

Uribe Acosta recordó que a este centro han llegado a través de PROFEPA especies de aves rapaces decomisadas a particulares que no acreditan la posesión legal, con deficiencias nutricionales severas o con traumatismos y otras afectaciones.

Tras una evaluación médica rigurosa, las aves son ingresadas a espacios adecuados para su rehabilitación y recuperación llamados "halconeras", ahí se les proporcionan los cuidados y tratamientos que cada ave requiere en particular, además de una dieta especial, de acuerdo con el peso y la especie.

Al Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces en San Juan de Aragón han llegado aves de especies diferentes como halcones, aguililla rojinegra, gavilanes de Cooper, búhos cornudos, entre otros, los cuales, durante su proceso de rehabilitación permanecen en un espacio seguro, con perchas, fuentes de calor y bebederos, además de la atención especializada para que estén tranquilos y puedan recuperarse de manera adecuada.