Los secretos del recién extraditado Hugo Carvajal podrían sacudir al régimen de Maduro

El ex general venezolano Hugo Carvajal, extraditado a Estados Unidos en la mañana del miércoles, es uno de los hombres que más sabe sobre las operaciones ilegales y de narcotráfico del régimen de Nicolás Maduro y podría ser devastador para las autoridades de Caracas de alcanzar un acuerdo de cooperación con la justicia.

Carvajal era llevado a Estados Unidos tras sostener por años una batalla legal en España para evitar su extradición. El otrora jefe de espías del fallecido Hugo Chávez había tratado de convencer a las autoridades de Madrid que era más conveniente que permaneciera en suelo español donde podría brindar detalles sobre el financiamiento furtivo que brindó el chavismo a los partidos de izquierda de España e Italia.

Pero son los secretos que posee sobre las operaciones de narcotráfico lo que podría propinar el mayor golpe a la alta cúpula del régimen socialista de Caracas. Carvajal, conocido en Venezuela como El Pollo, no solo se desempeñó como el jefe de las operaciones de logísticas del denominado Cartel de los Soles, sino que también espió durante años a los máximos jerarcas del chavismo bajo pedido del propio Chávez.

“Carvajal es la pieza más importante en la escritura sobre el narcotráfico venezolano. Es un personaje muy interesante porque no es un narcotraficante típico, como se puede decir del Chapo Guzmán, sino que adicionalmente poseía conocimiento de secretos de Estado”, señaló en Martín Rodil, un asesor venezolano en materia de seguridad.

“Carvajal conoce todos los detalles de las operaciones de narcotráfico no solo de los carteles venezolanos sino también sobre los carteles colombianos y mexicanos. El no es un narco más, es un narco que tiene valor agregado por el gran poder que tenía dentro del régimen”, agregó Rodil, quien es un experto en las operaciones criminales del régimen bolivariano.

El experto venezolano añadió que el testimonio de Carvajal podría ser muy útil para documentar aún más los vínculos del narcotráfico de integrantes del régimen ya encausados en Estados Unidos, tales como Maduro; el número dos del régimen, Diosdado Cabello, y el ex vicepresidente Tareck El Aissami.

Pero en lo que podría ser el mayor impacto, Carvajal podría terminar siendo un testigo clave para terminar de encausar a un número de integrantes del régimen que son investigados en Estados Unidos pero que aún no han sido acusados formalmente.

Adicionalmente, Carvajal tiene información ilustrando el papel que jugó directamente Chávez en la creación del Cartel de los Soles, dijo Rodil. “Él es el narco que sabe que Hugo Chávez fue el verdadero jefe del cartel, porque él recibió ordenes directamente de Hugo Chávez. Y eso es importante, porque Chávez nunca llegó a ser encausado”.

Carvajal tiene previsto aterrizar en Nueva York en el transcurso del miércoles, dijo su abogado en Estados Unidos, Zachary Margulis-Ohnuma, a la agencia de noticias Associated Press.

La fiscalía en Nueva York acusa al militar venezolano de utilizar su puesto de influencia para coordinar el contrabando de aproximadamente 5.6 toneladas de cocaína desde Venezuela a México en el 2006.

El ex jefe de la Dirección General de Contra Inteligencia Militar tiene grandes incentivos para colaborar con la justicia estadounidense.

Debido a la severidad de los cargos que enfrenta, ir a juicio con un acuerdo de cooperación podría marcar la diferencia entre pasar solo algunos años en cautiverio o pasar el resto de sus días en la cárcel. A sus 63 años de edad, la aplicación de una sentencia de 30 años puede llegar a traducirse en una condena de cadena perpetua, dijeron expertos consultados.

Adicionalmente, Carvajal no parece mantener actualmente estrechos vínculos afectivos con los actuales jefes del régimen de Caracas.

Pese a haber sido uno de los hombres de mayor confianza de Chávez, el otrora director de inteligencia militar se fue distanciando del actual gobernante, llegando a denunciar la “desastrosa realidad” por la que atraviesan los venezolanos bajo el régimen bolivariano e instando a sus compañeros de las Fuerzas Armadas a darle la espalda a Maduro y reconocer la autoridad del dirigente opositor Juan Guaidó, quien entonces era reconocido por la comunidad internacional como el legítimo presidente de Venezuela.

Carvajal había caído en la mira de la justicia estadounidense desde que las autoridades detectaron que él se había convertido en uno de los principales enlaces entre el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.

Desde ese entonces, “ellos, a través del Cartel de los Soles, facilitaban el movimiento de la cocaína de las FARC a través de Venezuela”, dijo una de las fuentes consultadas por el Nuevo Herald que habló bajo condición de anonimato.

“También facilitaban la compra de equipos para las FARC, uniformes, armas, y todo tipo de provisiones militares, que eran adquiridos por Venezuela en distintas partes del mundo, y una vez que lo recibía Venezuela era enviado a Colombia”, agregó.

En el 2008, Carvajal fue incluido en la lista negra del Departamento del Tesoro por proteger envíos de droga de las FARC y por otorgar a los guerrilleros colombianos documentos de identificación venezolanos que les brindaban libre acceso a viajar por el país.

Posteriormente, el ex mayor general venezolano fue acusado de narcotráfico por separado por las fiscalías federales de Miami y del Sur de Nueva York. Según la fiscalía de Nueva York, el ex jefe de inteligencia militar de Chávez coordinó el envío de 5.6 toneladas de cocaína, encontradas en México dentro de un avión DC-9 que partió de Venezuela en el 2006, en un famoso caso que también vincula al conocido narcotraficante Walid Makled.

La Fiscalía Federal del Distrito Sur de la Florida, por su parte, acusa al ex mayor general de asistir en las operaciones en Venezuela del cartel del Norte del Valle y, en particular, al narcotraficante colombiano Wilber Arilio Varela Fajardo, también conocido como “Jabón”, antes de que este apareciera muerto en la ciudad venezolana de Mérida en el 2008.