El Día de Santa Bárbara es conmemorado cada 4 de diciembre por la Iglesia Católica, en recuerdo a la joven mártir, patrona de los artilleros y los mineros. También conocida como Bárbara de Nicomedia, es considerada como una figura de protección, especialmente ante las tormentas y rayos, cualidad que se encuentra estrechamente relacionada con su martirio.

La historia de Santa Bárbara

Bárbara de Nicomedia nació hacia el año 273 d.C. en Nicomedia, en las cercanías del mar Mármara, actualmente territorio de Turquía. Su padre era Dióscoro, un rey pagano y sátrapa de Persia, que se caracterizaba por su carácter rudo y deseo de imponer sus creencias a los demás. De acuerdo a una antigua tradición, Bárbara fue puesta en cautiverio desde temprana edad, por ordenanza de su progenitor. Uno de los objetivos de este aislamiento, era impedir que la adolescente recibiera influencias del mensaje cristiano. De esta manera, el rey también designó a un grupo de maestros de filosofía y poesía, para que ilustraran a Bárbara y rechace la imagen de Jesús Cristo.

Una vez en cautiverio, su padre indicó a unos obreros a construir tres ventanas en su celda. Sin embargo, Bárbara le pidió a los constructores que añadan una más, en referencia a las Tres Personas Divinas, que conforman la Santísima Trinidad. Su padre deseaba que contrajera matrimonio, pero la joven se negó rotundamente y declaró ser cristiana. De esta manera, el rey ordenó que fuera torturada, por lo que fue sometida a una gran cantidad de flagelos. Para la sorpresa de muchos, sobrevivió a estos actos y continuó en su postura de fe.

Cuando Dióscoro tomó conocimiento de esto, enfureció gravemente y solicitó al juez que le declarara una pena. Fue así que se eligió un severo castigo: ser martirizada por medio de la decapitación. El lugar elegido para este acto fue la cima de una montaña y su padre no solo acudió a esta jornada, sino que también fue el verdugo. Luego de utilizar una espada para cortar la cabeza de su hija, un rayo le cayó encima, provocándole la muerte.

Su historia se hizo conocida en toda Europa y en 1568 el Papa San Pío V declaró su culto, estableciendo a Santa Bárbara como una de las figuras santas auxiliadoras. Su martirio es considerado como un símbolo en el cristianismo, por lo que se la considera protectora ante los peligros de las tormentas, tormentas eléctricas, rayos e incendios naturales. Es por ello que luego de un tiempo, fue nombrada como patrona de los artilleros y los mineros.

Según indica la Agencia Católica de Informaciones- ACI-Prensa, se la representa con varios signos aludidos a su martirio. En particular, cubierta con un manto rojo, al lado de un cáliz con la sangre de Cristo, portando una rama de olivo, una corona y una espada.

Oración a Santa Bárbara para pedir su ayuda

Guerrera de los cielos, bendita seas Santa Bárbara,

te pido que atiendas mis llamados y mis súplicas de amor para que…

(NOMBRE DE LA PERSONA)

se una a mí en cuerpo y alma, protegiéndola para que

nadie se interponga en nuestro camino de unión y felicidad.

Santa Bárbara, unge los cabellos de (REPETIR EL NOMBRE) y aplaca la sed con tu amor infinito hacia sus buenos deseos,

poderosa justiciera de lo imposible,

lucha en la defensa de estos amantes eternos (REPITIR SU NOMBRE Y TU NOMBRE).

Amén.