Samuel García y su ridícula pelea con Adán Augusto López que avergüenza a todos

Samuel García y Adán Augusto López. (Reuters)
Samuel García y Adán Augusto López. (Reuters)

Los tiempos convulsos no dejan lugar para la paz. Y más todavía: hay "guerras" por todas partes. La más reciente ha sido protagonizada por Samuel García, gobernador de Nuevo León, y Adán Augusto López, secretario de Gobernación. La disputa comenzó hablando sobre la delegación de la Seguridad Pública a las Fuerzas Armadas y continuó con un ridículo arrebato de "pertenencia" que no le pide nada a las discusiones de cualquier primaria.

"Y es triste, por ejemplo, lamentable, como en Nuevo León, el gobernador, porque se lo voy a decir con todas sus palabras, actúa con hipocresía y con egoísmo. Saben ustedes: ¿cuántos elementos de policía estatal hay en Monterrey y la zona metropolitana? Ahí se llama Fuerza Civil, hay mil 287 policías que en realidad no prestan servicios de seguridad pública“", fueron las palabras con las que Augusto arremetió contra García.

“Tal vez le parezca poco, pero en tiempos de polarización, son un bien escaso que pretendo conservar para mí, para mi familia, para Nuevo León y para mi país”, respondió el gobernador, en Twitter, y añadió que en realidad hay 14 mil 721 elementos de seguridad en toda la entidad. Horas más tarde, Adán Augusto lanzó un comentario que se ha interpretado como una respuesta a la constantes muestras de soberbia regional por parte de García.

Pero en medio del debate sobre las Fuerzas Armadas, Adán Augusto lanzó una diatriba contra los regiomontanos, generalizando, como para incendiar más la conversación. "Reflexionábamos de la importancia que Tabasco tiene en escenario nacional. Nos dirán: pues Tabasco es un estado pequeño, 2 millones 400 mil habitantes. Los del norte dicen que no le aportamos gran cosa a la Federación porque para empezar no sabemos trabajar, que los esforzados y los trabajadores son ellos. Pero lo que no saben es que nosotros somos muchos más inteligentes que ellos y quienes se precian de ser inteligentes pues hacen las cosas con menor esfuerzo, mejor y de mejor manera", expuso López en un evento en Villahermosa, Tabasco.

García ha sido un experto en esa tendencia a glorificar su región y ponerla por encima de todos. En 2021 se viralizó una entrevista que Samuel García hizo en mayo de 2015, para le programa Entrevista Ciudadana, en la que expresó lo siguiente: "Me consta que es real, que en México en el norte trabajamos, en el centro administran y en el sur descansan". Cuatro meses después de esa entrevista, García llegó al Congreso de Nuevo León por la vía de representación proporcional.

Y esta semana, en el programa Cambios, García habló de sus sueños presidencial y de por qué le parece absurdo que México nunca haya tenido un presidente regiomontano (lo que terminó siendo otra muestra más de soberbia). "Tengo ese sueño de que algún día puedo yo arreglar el país. Pero también estoy convencido de que a México le hace falta un presidente norteño, México nunca ha tenido un presidente de Nuevo León: es increíble. Somos la sociedad más echada para adelante, el mejor estado de México, el motor económico de México, entrones, damos resultados y no nos hemos dado la oportunidad", dijo García.

No basta con el clima de división que ha aflorado en el país desde hace muchos años. Para los políticos, es fundamental ahondar en las gritas, porque de eso viven, sin importar el daño que causen y que dejen la tierra arada para conflictos más grandes. ¿Qué dirá la gente de esos estados de la República al ver que su gobernador y su exgobernador se comportan de esa manera? ¿Cómo se les podría disuadir para que no entren en peleas absurdas en redes sociales si los encargados de poner el ejemplo hacen del ridículo su modus operandi?

Cierto, se puede decir que, a estas alturas, es iluso encontrar un punto referencial en los políticos: si ya sabemos cómo son, pa' qué los invitamos. Pero justamente esa etiqueta de decepción anticipada es la que nos ha llevado a este punto: esperamos que digan tonterías porque así son y nada los hará cambiar. A la soberbia insoportable de García, que hace unos meses rogaba ayudaba a la Federación durante la crisis hídrica de su estado, no se le debería contrarrestar con la insensatez y pretendida superioridad de Augusto López.

Todo concluye en un diálogo de sordos que no hace sino recordarnos las épocas de la primaria, cuando decenas de niños discutían por los más variados asuntos para concluir con una frase inapelable: 'uno más que tú y yo gané'.

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