Salinas Pliego y su fiesta de lujo; Yuya lo ignora y le piden que invite al SAT

Ricardo Salinas Pliego en el Foto Económico de Davos en 2013. (ERIC PIERMONT/AFP via Getty Images)
Ricardo Salinas Pliego en el Foto Económico de Davos en 2013. (ERIC PIERMONT/AFP via Getty Images)

Hay una fiesta que ha causado revuelo en Twitter. Se trata del cumpleaños de Ricardo Salinas Pliego. El empresario está próximo a cumplir 67 años (la fiesta será el 17 de octubre, aunque el día exacto de su nacimiento es el 19). Para festejarlo y aprovechando su faceta de estrella de las redes sociales, Salinas lanzó una especie de convocatoria para reunir invitados que asistirán a las instalaciones de TV Azteca a formar parte de la celebración. El anuncio ha tenido de todo: invitaciones inesperadas, desplantes y miles de personas no famosas peleando por un sitio en la mesa del cumpleañero.

El magnate dijo que la distribución sería de seis influencers y seis personas comunes. Así, fue designando las invitaciones entre diversas figuras públicas. Están confirmados personajes como Poncho de Nigris, Chumel Torres y Escorpión Dorado (Alex Montiel).También ha invitado a las personas no reconocidas que comentaron sus deseo de asistir a través de distintas redes sociales. Pero el tren no ha estado exento de algunos desaires.

Por ejemplo, Yuya, una de las creadoras de contenido más célebres de México y Latinoamérica, no respondió a la invitación que Salinas Pliego le hizo vía Twitter. Como el propio empresario admitió, Yuya usa esa red de vez en cuando. Pero tratándose de una evento de tal magnitud se esperaría que, por lo menos, alguien le avisara de que tan especial invitación la está esperando en sus notificaciones. Al final, durante las contadas horas que el anfitrión dio como límite para responder a la invitación Yuya no dijo nada. Quizá cuando ella entre a Twitter, en unos días, se dé el arrepentimiento de su vida al ver que tuvo la mala suerte de ausentarse justo cuando le cayó del cielo la magnanimidad de Salinas Pliego.

Pero tampoco puede decirse que todos los invitados son a modo. Por ejemplo, en el pasado Salinas le ha dado largas al Escorpión Dorado para ser entrevistado por él y también se enojó bastante con las declaraciones que David Faitelson hizo en el canal del youtuber —el comentarista recordó que fue despedido, por unos momentos, de TV Azteca al tocar temas que incomodaban a Salinas—.

Otra polémica suscitada a raíz de su fiesta tuvo que ver con Poncho Gutiérrez, director del portal El Deforma. Salinas Pliego realizó una encuesta en la que preguntó a sus seguidores a quien invitarían a su fiesta. Entre las opciones estaban Gutiérrez, Yordi Rosado, Gilda Garza y Escorpión Dorado (a quien llamó "Escorpión de Oro", vamos que tampoco hay gran diferencia).

Cuando el comentarista político resultó ganador, Salinas dijo que ni siquiera así lo invitaría y que, según él, la intención era poner a trabajar a los bots que Gutiérrez tiene detrás. "Listo ya ganó Ponchito y quiero decirle, otra vez que USTED NO es bienvenido a mi casa, ni ganando la encuesta, ni hoy, ni nunca jamás, preferiría cenar solo, que compartir la mesa con usted", escribió Ricardo Benjamín. El intercambio entre ambos personajes atrajo un sinfín de comentarios entre los tuiteros, que buscaron otras opciones para perfeccionar la gama de invitados.

Entre tanta baraja, los usuarios le recomendaron a Salinas Pliego que invitara a alguien un tanto incómodo: el SAT. Ya es un chiste local que el propio empresario ha asimilado, pero en esta ocasión el contexto ha metido su dosis de sazón: mientras Salinas afina detalles para su precumpleaños, se ha anunciado que Elektra, una de sus empresas estelares, deberá pagar el adeudo de 2 mil millones de pesos que tiene ante Hacienda. La determinación, tomada por el Tribunal de Justicia Administrativa, tiene sin cuidado a Ricardo que todos los días sigue librando su guerra contra los "gobiernícolas", Poncho Gutiérrez, Faitelson y las personas que se quejan de las elevadas tasas de interés de Banco Azteca. Quizá el día de su no cumpleaños Salinas Pliego descanse de Twitter. Y eso sí valdría la pena festejarlo.

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