Fue campeón con River y Boca, se instaló en Estados Unidos y habla de la Copa América: “El gasto diario es de 100 dólares”
El currículum de José Luis Villarreal es intachable: salió campeón con Boca y River, nada menos. También vistió la camiseta de la selección argentina, donde se consagró en la Copa Confederaciones de 1992. En el exterior, Atlético de Madrid y Montpellier de Francia lo tuvieron en sus planteles. Con un estilo desfachatado dentro del campo de juego, “Villita” no se deja llevar por los elogios. Al nombrar su trayectoria se detiene en Belgrano de Córdoba, el club de sus amores, donde se retiró a los 38 años.
Una vez que colgó los botines invirtió su dinero en un restobar de la provincia de Córdoba, donde que le fue mal -asegura- por no conocer del rubro. “El futbolista, por decantación, sale de una familia humilde y no está preparado mentalmente para administrar plata. No sabe dónde invertir y qué hacer con lo que ganó durante su carrera”, explica en diálogo con LA NACION mientras, con una lapicera y un cuaderno, anota los pagos mensuales de los chicos que asisten a Homestead FC, una academia de fútbol ubicada en los Estados Unidos donde él dirige el primer equipo.
La Copa América en Estados Unidos: Messi, la selección y “los dólares del día a día”
“Este país es insoportable… es increíble lo que se labura acá”, aclara al adentrarse en la cultura de Estados Unidos, que será la sede de la Copa América durante el mes de junio y julio.
Desde 2020, Villarreal decidió que Miami sea su punto de partida. Con sus raíces argentinas intactas y una tonada cordobesa que se distingue a miles de kilómetros, el exjugador de Boca y River fue tajante a la hora de describir a esta zona de los Estados Unidos donde Lionel Messi causó un furor sin igual. “Se convirtió en la ciudad más cara de los Estados Unidos. Por suerte sobra trabajo y la hora se paga entre 60 y 70 dólares”, advierte.
En cuanto a la Copa América como “trampolín” laboral, el exjugador de la selección argentina afirma que es un proyecto sumamente viable para los nativos, aunque sostiene que los latinos son una pata fundamental para el desarrollo del deporte. “Si hay una cosa que voy a aplaudir de este país es la organización, la estructura que tiene y el dinero. Después, futbolísticamente, no tienen mucha idea. El fútbol en este país sigue siendo denominado soccer. El componente pasional lo tienen los latinos”, dice.
En esa misma línea, puntualiza sobre Messi, la figura de la albiceleste que será mirada por los ojos de todo el mundo durante la competencia. “Si hoy Leo elige vivir en Miami es porque acá es feliz, hasta se puede animar a ir a Disney con su familia o a un supermercado sin que lo molesten. Los únicos que molestan a Messi somos los argentinos, el americano no tiene ese grado de fanatismo”, explica sobre el delantero del Inter Miami.
Villarreal decidió emigrar de Argentina en los instantes previos a la pandemia. Su llegada a los Estados Unidos se debió a una cuestión económica al estar “comiéndose los ahorros”. Previo a este viaje, dirigió varios clubes del ascenso norteamericano donde se hizo un nombre, al punto tal de también incursionar en el periodismo como comentarista de transmisiones.
Con el recuerdo de estar al límite de sus posibilidades, el protagonista de esta historia dio un pantallazo de los gastos que debe hacer un argentino para subsistir en su estadía durante una de las competencias más importantes del año en términos deportivos. “Si uno lo ve como un combo de vacacionar en Estados Unidos y ‘de paso veo la Copa’, me parece bien. Uno sabe la realidad del país y lo costoso e inviable que es permanecer acá debido a la diferencia cambiaria”, manifiesta y, a su vez, indica que el costo de vida puede ascender a “100 dólares por día” en caso de querer desayunar, almorzar, merendar y cenar.
“El argentino tiene una pasión y un fanatismo único. Fíjate cómo está el país y, sin embargo, se las ingenian para viajar a la Copa América”, refleja, con un tono nostálgico, mientras en su cabeza aún pulula la idea de en algún momento recibir un llamado para dirigir un equipo de la Primera División del fútbol argentino.
Los casos son contados. Pocos jugadores en la historia del deporte local salieron campeones con Boca y River. Bajo la misma lógica parece difícil imaginarse a un exfutbolista con esos pergaminos y lejos del país. Villarreal cumple con varios ítems, pero su vida tomó un camino inesperado hacia Miami, la tierra que hoy consagra a un argentino en sus últimos años de su carrera.