Por qué los rusos están teniendo un éxito repentino en la guerra en Ucrania
WASHINGTON.- En la guerra siempre hay que esperar lo inesperado. Las fuerzas ucranianas se han estado preparando para una ofensiva rusa en primavera o verano boreal centrada en la región de Donbass, en el este de Ucrania, para darle continuidad al éxito de Rusia en febrero al tomar la ciudad de Avdiivka. Ese ataque aún podría producirse, pero, mientras tanto, las tropas rusas han organizado un asalto transfronterizo inesperado en la región de Kharkiv, en el noreste del país.
Aproximadamente cinco batallones rusos han logrado avanzar casi ocho kilómetros hacia Ucrania en solo unos días, capturando varias aldeas y haciendo tambalear a los soldados ucranianos en lo que podría ser el avance ruso más rápido desde el inicio de la guerra en febrero de 2022. Kyrylo Budanov, jefe de la inteligencia militar ucraniana, describió la situación al New York Times el lunes como “al límite” y avanzando “hacia lo crítico”.
Si los rusos continúan avanzando, podrían volver a estar dentro del alcance de la artillería de Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania. Visité Kharkiv en marzo y vi la destrucción que provocó la artillería rusa en 2022; las cicatrices aún son visibles en los numerosos edificios de departamentos abandonados en las afueras de la ciudad. Sería terrible que se repitieran estos ataques rusos. El peor de los casos sería la caída de Kharkiv. Eso todavía es poco probable, pero, para salvar la ciudad, Ucrania está teniendo que retirar tropas de Donbass, lo que facilita a los rusos el avance en esa región.
¿Por qué los rusos están teniendo este éxito repentino? La explicación es una combinación de destreza militar rusa y errores garrafales de Ucrania y Estados Unidos.
Las fuerzas rusas han mejorado su desempeño en combate desde los primeros días de la guerra, cuando parecía que no podían hacer nada bien. Se están adaptando a las condiciones del campo de batalla; por ejemplo, utilizando motocicletas para avanzar rápidamente hacia las líneas ucranianas en lugar de depender de pesados tanques y vehículos blindados que pueden ser fácilmente atacados por drones y artillería ucranianos. Más importante aún, han estado utilizando pesadas “bombas deslizantes” para pulverizar las líneas ucranianas, mientras que sus propios sistemas de guerra electrónica han estado bloqueando aviones teledirigidos y cohetes ucranianos.
Mientras tanto, las fuerzas armadas de Ucrania se han visto gravemente perjudicadas por la larga demora en la aprobación de la ayuda estadounidense. Las tropas ucranianas se vieron superadas en armamento 10 a 1 en municiones de artillería, y sus municiones de defensa aérea también se han estado agotando peligrosamente. El Wall Street Journal informa que “en los últimos seis meses, Ucrania interceptó alrededor del 46% de los misiles rusos, en comparación con el 73% en el semestre anterior. El mes pasado la tasa de interceptación de misiles cayó al 30%”. La incapacidad de Ucrania para proporcionar una defensa aérea adecuada a las tropas de primera línea significa que Rusia ha podido utilizar el poder aéreo en un grado significativo por primera vez.
Las municiones y armas estadounidenses están fluyendo, por fin, después de que el Congreso aprobara un paquete de ayuda de 61.000 millones de dólares, pero se necesitarán meses para abastecer adecuadamente a todas las fuerzas ucranianas. Eso crea una ventana de vulnerabilidad que los rusos están explotando.
Los rusos también pueden aprovechar las restricciones estadounidenses contra el uso de cualquier armamento estadounidense para atacar objetivos militares legítimos en territorio ruso. El Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo de expertos de Washington, atribuye el reciente avance ruso “en gran parte” a estas restricciones, que hacen imposible que las fuerzas ucranianas ataquen a las tropas rusas que se concentran para atacarlas a sólo unas pocas millas de distancia. Gran Bretaña ha levantado ahora una restricción similar sobre el uso de sus armas, pero las limitaciones estadounidenses contraproducentes siguen vigentes.
Desgraciadamente, el gobierno de Ucrania también ha permitido sin darse cuenta el avance ruso al ser tan lento a la hora de ampliar sus fuerzas armadas y construir fortificaciones. Si bien Rusia ha aumentado considerablemente el número de sus tropas en Ucrania y sus alrededores (a casi 500.000), Ucrania todavía tiene sólo unos 200.000 soldados en el frente. Muchas de sus unidades, que lucharon sin parar durante más de dos años, han quedado gravemente agotadas.
La escasez de mano de obra ucraniana es evidente desde hace mucho tiempo, pero recién el mes pasado el parlamento finalmente aprobó una nueva ley de movilización. Ucrania planea ahora crear 10 brigadas adicionales, pero el reclutamiento, el entrenamiento y el armamento llevarán meses, tiempo que Ucrania no tiene.
Ucrania también ha tardado escandalosamente en fortalecer sus fronteras y líneas de frente. La contraofensiva ucraniana del año pasado se estancó porque los campos minados, trincheras y barreras rusas resultaron inexpugnables. La falta de fortificaciones ucranianas a la altura está permitiendo ahora el avance de Rusia. “No había una primera línea de defensa”, se quejó a la BBC un oficial ucraniano en la región de Kharkiv. “Los rusos... simplemente entraron, sin campos minados”.
En marzo, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky anunció finalmente una iniciativa para construir 1900 kilómetros de fortificaciones en tres líneas de defensa. Esas líneas ahora se están construyendo, pero deberían haber estado en funcionamiento hace muchos meses. Este retraso refleja la incapacidad de Zelensky de hacer más para movilizar a la sociedad ucraniana para la guerra. La construcción de edificios de apartamentos de lujo continúa en Kiev y el oeste de Ucrania, incluso cuando el país libra una guerra por sobrevivir. Hace tiempo que todos los trabajadores de la construcción disponibles y todo su equipo deberían haber sido enviados a construir fortificaciones.
La buena noticia es que Ucrania todavía debería tener tiempo para recuperarse de estos reveses. La construcción de nuevas fortificaciones y la movilización de más soldados ucranianos, combinadas con una afluencia masiva de armas y municiones estadounidenses, deberían frenar el avance ruso y estabilizar las líneas de batalla. Sería de gran ayuda si el presidente Joe Biden levantara las restricciones al uso de armas estadounidenses para atacar objetivos militares dentro de Rusia. Pero la situación es mucho más grave de lo necesario, en parte debido a los previsibles errores por parte de Kiev y Washington.
Por Max Boot