Rusia evacúa otra región fronteriza ante la creciente amenaza de las fuerzas ucranianas
KIEV.- Rusia anunció el lunes que evacuó a civiles de partes de otra región próxima a Ucrania después de que Kiev aumentara bruscamente la actividad militar cerca de la frontera, pocos días después de su mayor incursión en territorio soberano ruso desde el inicio de la guerra de 2022.
Las fuerzas ucranianas embistieron a través de la frontera rusa la semana pasada y barrieron algunas partes occidentales de la región rusa de Kursk, un ataque sorpresa que podría estar dirigido a ganar influencia en posibles conversaciones de alto el fuego después de las elecciones estadounidenses.
Aparentemente tomada por sorpresa, Rusia estabilizó el domingo el frente en la región de Kursk, aunque Ucrania se había hecho con una parte de territorio ruso donde continuaban los combates el lunes, según blogueros de guerra rusos.
En la vecina región de Belgorod, al sur, adyacente a Kursk, el gobernador regional, Viacheslav Gladkov, dijo que habían comenzado las evacuaciones del distrito de Krasnaya Yaruga debido a la “actividad enemiga en la frontera”, que constituía una “amenaza” para la “seguridad de la vida y la salud de nuestra población”.
“Estoy seguro de que nuestros militares harán todo lo posible para hacer frente a la amenaza surgida”, dijo Gladkov. “Estamos empezando a trasladar a la gente que vive en el distrito de Krasnaya Yaruga a lugares más seguros”.
“El centro de mando regional decidió evacuar a los habitantes” del distrito de Belovski, indicó en Telegram el gobernador regional interino Alexei Smirnov. Según datos oficiales, el 1 de enero de 2022, cerca de 15.000 personas vivían en ese distrito.
Más de 76.000 personas que vivían en la región de Kursk fueron evacuadas el sábado, indicaron las autoridades rusas, donde tropas y blindados ucranianos cruzaron la frontera el 6 de agosto y se adentraron hasta 30 kilómetros en Rusia, según reportes.
Rusia impuso un amplio régimen de seguridad en las regiones de Kursk, Briansk y Bélgorod, mientras que Bielorrusia, aliada de Rusia, dijo que estaba reforzando el número de efectivos en su frontera después de que Minsk dijera que Ucrania había violado su espacio aéreo con drones.
Los audaces ataques ucranianos en territorio soberano ruso pretenden demostrar a sus partidarios occidentales que Kiev aún puede organizar operaciones militares de envergadura, al tiempo que intenta obtener una base para negociar un posible alto el fuego.
NEW: Ukraine's operation in Kursk Oblast has allowed Ukrainian forces to at least temporarily seize the battlefield initiative in one area of the frontline and contest Russia's theater-wide initiative.🧵(1/7) pic.twitter.com/13ppuSwCMa
— Institute for the Study of War (@TheStudyofWar) August 12, 2024
El ejército ruso, que tiene una amplia superioridad numérica y controla el 18% del territorio ucraniano, ha estado avanzando este año a lo largo del frente de 1000 kilómetros tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana de 2023 para lograr avances importantes.
Ucrania rompió su silencio sobre los ataques el sábado, cuando el presidente Volodimir Zelensky dijo que Ucrania había lanzado una incursión en territorio ruso para “restablecer la justicia” y presionar a las fuerzas de Moscú.
Acogida de desplazados
En Moscú, la acogida de desplazados se organiza desde hace varios días.
Daria Chistopolskaya, una comadrona de 28 años, vino a entregar juguetes que, de otro modo, habría regalado a sus parientes o guardado en la segunda residencia familiar. “El Estado no se preocupa lo suficiente por estas personas, y la gente debería ayudarse mutuamente en estas situaciones”, declaró.
El asalto a la región de Kursk ha sido la ofensiva transfronteriza más grande y exitosa de Kiev hasta el momento. En este contexto, las autoridades ucranianas solicitaron la evacuación de al menos 20.000 civiles de la región de Sumy.
En un centro de evacuación en la capital regional homónima, Mykola, un jubilado de 70 años que abandonó su aldea -Khotyn, a unos 26 km de la frontera con Rusia-, afirmó el domingo que la ofensiva en territorio ruso le dio una dosis de ánimo. “Dejemos que descubran lo que es. No entienden lo que es la guerra. Dejemos que lo prueben”, declaró.
Rusia impuso el estado de emergencia en la zona de Kursk y anunció el inicio de una “operación antiterrorista” allí y en otras dos regiones fronterizas.
La operación ha sido un revés para los esfuerzos de Putin de pretender que la vida en Rusia continúa casi sin verse afectada por la guerra. La propaganda estatal ha intentado restar importancia al ataque, recalca los esfuerzos de las autoridades para ayudar a los vecinos de la región y trata de distraer la atención de la falta de preparación del ejército ante el ataque y el que no haya logrado rechazarlo con rapidez.
Vecinos de Kursk grabaron videos en los que lamentaban haber tenido que huir de la frontera dejando atrás sus pertenencias y pidieron ayuda a Putin. Sin embargo, los medios controlados por el estado en Rusia evitaban mostrar cualquier expresión de descontento.
El general retirado Andrei Gurulev, miembro de la cámara baja del parlamento ruso, criticó al ejército por no proteger adecuadamente la frontera.
Señaló que si bien el ejército ha sembrado minas en la frontera, no ha desplegado suficientes tropas para impedir ofensivas enemigas.
“Lamentablemente, el grupo de fuerzas que protege la frontera no tiene sus propios activos de inteligencia”, dijo en una app de mensajería. “Nadie quiere ver la verdad en los reportes, todo el mundo quiere oír solo lo bueno”.
Agencias Reuters, AFP y AP