Rusia y China vetan en la ONU la resolución de EE.UU. para un “alto al fuego inmediato” en la Franja de Gaza

El humo se eleva tras un ataque aéreo israelí en el centro de la Franja de Gaza, el viernes 22 de marzo de 2024
El humo se eleva tras un ataque aéreo israelí en el centro de la Franja de Gaza, el viernes 22 de marzo de 2024 - Créditos: @Abdel Kareem Hana

WASHINGTON.- Rusia y China vetaron una resolución presentada por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que llamaba por un “alto al fuego inmediato y sostenido” en la Franja de Gaza en la guerra entre Israel y Hamas.

Once miembros del Consejo de Seguridad, incluidos tres de los cinco miembros permanentes, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, votaron a favor de la resolución, pero otras tres naciones, Rusia y China, ambas con poder de voto, y Algeria, votaron en contra. Es la cuarta vez que una resolución para poner en pausa el conflicto naufraga en el principal órgano de la ONU. Estados Unidos había vetado las tres anteriores.

La presentación de un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad representó un giro significativo por parte de la administración del presidente Joe Biden, que hasta ahora había bloqueado todos los intentos de otros países por imponer un alto al fuego en el principal órgano de las Naciones Unidas. Y tensó aún más en el vínculo con la coalición del primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, blanco de fuertes cuestionamientos de los demócratas en Washington.

“Estados Unidos, Egipto y Qatar están trabajando día y noche en la región para asegurar un alto el fuego inmediato y sostenido como parte de un acuerdo que conduzca a la liberación de todos los rehenes retenidos por Hamas y otros grupos. Eso nos ayudará a abordar la terrible crisis humanitaria en Gaza”, dijo la embajadora norteamericana, Linda Thomas-Greenfield, al pedir la aprobación del documento. “Creemos que estamos cerca. Lamentablemente todavía no hemos llegado a ese punto. Y en este momento el Consejo de Seguridad tiene un papel fundamental que desempeñar al adoptar la resolución que tenemos ante nosotros”, afirmó.

Rechazo

La movida chocó con la férrea resistencia de Rusia y China, rivales geopolíticos de Washington.

El embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, pidió a los miembros que no apoyaran la resolución, al considerarla “excesivamente politizada”.

“Gaza prácticamente ha sido borrada de la tierra y ahora la representante de los Estados Unidos afirma sin pestañear que Washington finalmente ha comenzado a reconocer la necesidad de un alto el fuego”, dijo el representante ruso. “El producto americano está excesivamente politizado, el único propósito es ayudar a tirarle un hueso a los votantes en forma de una especie de mención a un alto el fuego en Gaza”, afirmó, a la vez que dijo que le daba “una luz verde efectiva” para que Israel monte una operación militar en Rafah.

Luego de la votación, Thomas-Greenfield cargó contra Rusia y China, al señalar las “razones profundamente cínicas” de ambas potencias para rechazar el documento presentado por el gobierno de Biden, y dijo que Rusia y China simplemente no quisieron votar a favor de una resolución presentada por Estados Unidos. Y el asesor en Comunicaciones de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, contragolpeó con el mismo argumento horas más tarde en la habitual conferencia de prensa del gobierno norteamericano en Washington, al señalar que el veto de Moscú y Pekín “simplemente fue por política”.

“Esto difícilmente fue una sorpresa”, dijo Kirby. “Prefieren derribar algo que hemos escrito simplemente porque lo hemos escrito, en lugar de considerar la fuerza de lo que pedía, con el apoyo abrumador del Consejo, un alto al fuego inmediato, todos los rehenes liberados, más ayuda para el pueblo de Gaza y Hamas condenado por la matanza de israelíes inocentes. Es difícil mirar ese texto y encontrar lo que tiene de objetable excepto el hecho de que Estados Unidos es quien lo redactó y lo presentó”, agregó.

Ofensiva en Rafah

La nueva votación en las Naciones Unidas llegó en un momento de alta tensión en la Franja de Gaza, mientras el gobierno de Biden maniobra para evitar una nueva ofensiva militar de Israel en Rafah, último refugio de millones de palestinos que han huido al sur desde el inicio de la guerra desatada por el brutal ataque terrorista de Hamas el pasado 7 de octubre.

El asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, dijo esta semana que una invasión a gran escala en Rafah sería un “error”, empeoraría la crisis humanitaria, profundizaría la anarquía en Gaza y aislaría más a Israel en la arena global. Lo mismo el secretario de Estado, Antony Blinken, de gira en Medio Oriente.

El Consejo de Seguridad de la ONU vota una moción para un alto el fuego en Gaza y un acuerdo de rehenes en la sede de la ONU en Nueva York, el 22 de marzo de 2024
El Consejo de Seguridad de la ONU vota una moción para un alto el fuego en Gaza y un acuerdo de rehenes en la sede de la ONU en Nueva York, el 22 de marzo de 2024 - Créditos: @ANGELA WEISS

Blinken se reunió este viernes en Israel con Netanyahu y su gabinete de guerra, un encuentro de caras largas en el cual volvieron a quedar expuestas las divergencias cada vez más visibles entre Washington y Tel Aviv. Blinken reiteró que un ataque terrestre israelí contra Rafah sería “un error” y le advirtió a Netanyahu y su equipo que la movida arriesga con dejar a Israel todavía más aislada.

Pero Netanyahu insistió en la necesidad de atacar Rafah para “eliminar al resto de los batallones”, y dijo que, si bien espera contar con el respaldo de Washington, lo hará solo si es necesario.

“No tenemos forma de derrotar a Hamás sin ir a Rafah y eliminar al resto de los batallones que hay allí”, dijo Netanyahu en una declaración tras la reunión. “Y le dije que espero que lo hagamos con el apoyo de Estados Unidos. Pero si es necesario, lo haremos solos”, desafío.

Por ahora, Biden ha evitado tomar otras medidas más duras para presionar a Israel, principal aliado de Estados Unidos en la región, como congelar el envío de armamento o de asistencia.

El conflicto en Medio Oriente amenaza con transformarse en kriptonita pura para el presidente Biden de cara a la elección presidencial de noviembre próximo. Biden ha sufrido una hemorragia de respaldo en algunos sectores claves de la coalición demócrata, como los jóvenes, más sensibles a la causa de los palestinos, y la comunidad árabe, que tiene un peso singular en Michigan, uno de los estados que definirá la presidencia de Estados Unidos.