Roger Waters enturbia aún más las aguas de la guerra


¿Q ué dijo Roger Waters en el Consejo de Seguridad de la ONU? Antes de hablar del otrora miembro de Pink Floyd es necesario decir que, en las últimas décadas, cantantes y músicos han ayudado a crear conciencia sobre los grandes retos a los que todos nos enfrentamos. Desde la hambruna en África hasta los derechos humanos y de la mujer en Irán, artistas de todo el mundo han contribuido a despertar nuestra conciencia sobre las tragedias humanas.

Estos esfuerzos, consolidados hoy por las redes sociales que dan inmediatez a los mensajes, nos han hecho a todos más conscientes de los conflictos que afrontamos, permitiendo que un mayor número de personas aporte algo en su resolución.

Sin embargo, como en todos los aspectos de la vida, siempre hay algo negativo en cualquier elemento positivo que encontremos. En este caso, hay un artista que ha creado mucha polémica en los últimos años y cuyos comentarios e intervenciones han llevado a propagar información errónea sobre diversos temas.

El 8 de febrero pasado, Roger Waters, exintegrante de Pink Floyd, fue invitado por Rusia a intervenir ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Mi primera pregunta es por qué los miembros del Consejo de Seguridad le permitieron dirigirse al organismo cuando cuatro de sus miembros podrían haber vetado la invitación de Rusia.

En su discurso, Waters afirmó que la invasión rusa de Ucrania “no fue inmotivada. Por tanto, yo también condeno a los provocadores en los términos más enérgicos posibles. La única medida sensata hoy es pedir un alto al fuego inmediato en Ucrania”.

POLÉMICA CARTA DE ROGER WATERS

Richard Mills, embajador adjunto de Estados Unidos en la ONU, dijo ante el Consejo de Seguridad de 15 miembros: “Nos hemos reunido hoy una vez más para escuchar otra versión de por qué la brutal invasión rusa de Ucrania es en realidad culpa de Ucrania o de los aliados de Ucrania. O, en palabras del señor Waters, de los amigos de Ucrania que son provocadores. Rechazamos categóricamente la idea de culpabilizar a la víctima y de que la legítima defensa de Ucrania sea el impedimento para poner fin a esta guerra. Nadie desea más la paz en Ucrania que los propios ucranianos. Lo que se ha violado es la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, no la de Rusia”.

En una carta abierta a Olena Zelenska, esposa del presidente de Ucrania, Roger Waters escribió: “Tristemente, tu marido estuvo de acuerdo con esas desestimaciones totalitarias y antidemocráticas de la voluntad del pueblo ucraniano, y las fuerzas del nacionalismo extremo que habían acechado, malévolas, en las sombras, han gobernado, desde entonces, Ucrania.

“También desde entonces han cruzado una serie de líneas rojas que sus vecinos de la Federación Rusa habían establecido con bastante claridad a lo largo de varios años y, en consecuencia, ellos, los nacionalistas extremistas, han puesto a su país en el camino de esta guerra desastrosa”, añadió.

Pedir un alto al fuego inmediato permitiría a Rusia conservar el territorio ucraniano ocupado y legitimaría la afirmación rusa de que tuvo razón al invadir y prácticamente destruir a Ucrania. Daría al presidente de Rusia, Vladimir Putin, una victoria moral y militar y daría crédito a nuevos reclamos territoriales contra otros Estados fronterizos con Rusia o que tengan minorías rusas dentro de sus fronteras.

NO A LAS MENTIRAS Y DESINFORMACIÓN

No me malinterpreten. Apoyo firmemente la libertad de expresión y el derecho de cada quien a tener su propia opinión sobre los sucesos. A lo que me opongo es a que se dé oportunidad a las personas de acceder a una plataforma pública de prestigio desde donde pueda lanzar mentiras y desinformación como hizo Waters.

A lo que me opongo es a que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas proporcione ese foro a un apologista del régimen ruso que ha ido en contra del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas que juró defender, en especial como miembro con derecho de veto de ese Consejo de Seguridad.

El hecho de que Roger Waters enturbie las aguas subraya el desprecio de Rusia por la comunidad internacional, el derecho internacional y la vida humana. Ilustra cómo los artistas pueden intervenir voluntaria o involuntariamente en situaciones sobre las que son ignorantes o cómplices voluntarios.

Pero, sobre todo, la invitación a Waters a dirigirse al Consejo de Seguridad es otro clavo en el ataúd de la credibilidad moral y política de Naciones Unidas. Esto debilitará aún más a la organización a medida que gente de todo el mundo siga uniéndose en torno a Ucrania y la justicia. N

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Eduardo del Buey es diplomático, internacionalista, catedrático y experto en comunicaciones internacionales. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.

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