Fue la polémica del partido. A los seis minutos del segundo tiempo y luego de una carambola, la pelota dio en Cristian Lema, defensor de Boca, en el encuentro frente a River, por los cuartos de final de la Copa de la Liga, y se fue en contra de su propia valla. El arquero Sergio “Chiquito” Romero voló hacia atrás y logró sacarla. El árbitro Yael Falcón Pérez, a instancias del línea, sancionó el gol. Pero, ¿la pelota entró?

Entonces, el VAR tomó la palabra. Y después de tres minutos deliberando y viendo repeticiones, determinó que no. Que no fue gol. Cabe recordar que, según el reglamento, toda la circunferencia debe traspasar la línea de gol.

Como era de esperar, todo Boca lo celebró como un gol propio, porque le permitió seguir 1 a 1 en el resultado, y 10 minutos después se puso en ventaja. Vale recordar que en nuestro país no existe GoalRef, como sí se utiliza en Europa, un dispositivo por el cual hay sensores en el arco y la pelota tiene un chip para determinar si traspasó la línea.

La pelea entre Borja y Rojo

Recién comenzaba el segundo tiempo entre River y Boca, con el resultado 1 a 1. Apenas se estaban acomodando cuando una pelota larga hacia Borja fue dominada con el cuerpo por Marcos Rojo. El colombiano, ya sin chances de ganar la posición, le dio un topetazo al zaguero xeneize, que reaccionó de mala manera: lo tomó del cuello.

Eso derivó en un encontronazo de varios jugadores, la gran mayoría sin ánimo de pelearse. Los únicos que casi se trenzan, pero que solo se cruzaron insultos, fueron el chileno Paulo Díaz y el uruguayo Edinson Cavani. Aunque lograron calmarlos.

La decisión de Falcón Pérez fue amonestar a Borja y a Rojo, y continuaron las acciones.