“Una revancha contra Robeisy se venderá en cualquier mercado”, afirma El Divino Espinosa

Rafael “El Divino” Espinoza afirmó que está dispuesto a concederle la revancha a Robeisy Ramírez y no le importa el lugar, porque afirma que la primera pelea entre ambos fue tan buena que el desquite se venderá por sí solo en cualquier mercado.

Luego de su espectacular victoria sobre el cubano, el 9 de diciembre pasado en el sur de Florida donde lo despojó del título de los plumas de la Organización Mundial de Boxeo, Espinoza quedó lesionado en el tobillo y ahora cumple una terapia de recuperación en su base de Guadalajara, México.

“Todavía no he podido entrenar hasta que me recupere completamente del tobillo, voy a empezar haciendo un poco de trabajo físico”, explicó Espinoza en una conversación telefónica de larga distancia con el Nuevo Herald.

“Esta lesión me la hice al levantarme luego de que Robeisy me tiró a la lona”.

En efecto, en el quinto asalto, el cubano lo calzó con un izquierdazo y Espinoza cayó cuan largo es (1.81 metros de estatura).

“Al momento de pararme se me fue el cuerpo y ahí fue donde me lastimé”, recordó Espinoza.

“Por eso me fui contra las cuerdas, aunque también estaba mareado por el golpe. El referí me preguntó si estaba bien. Le respondí que sí, me limpió los guantes y cuando se reanudó la pelea sonó la campana y eso me dio tiempo para recuperarme”.

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Espinoza creía que tenía la pierna rota, pero no fue así, solo era una luxación.

Aguantó a pie firme, le propinó un conteo de protección a su rival en el décimosegundo y último asalto y sintió que a los 29 años de edad había alcanzado su gran objetivo como boxeador.

Lo celebró con cada uno del puñado de mexicanos que estaban en la arena.

“Realmente la mayoría eran familiares, mis padres, mi esposa, mi hijita María Victoria de dos años y unos tíos”, comentó Espinoza. “Fanáticos mexicanos eran muy pocos, unos 10 ó 15. A todos los saludé”.

“El Divino” no olvidará cuando bajó del ring y cargó a su hijita.

“Papá, me das miedo”, le dijo ella porque el campeón tenía la cara magullada por los golpes recibidos. Ahora que ha cedido la hinchazón y tiene la cara normal, su hijita le dice: “Papá, ya no me das miedo”.

Esa noche inolvidable para él se dio el tiempo para saludar a todos y eso emocionó a miles de hinchas cubanos que permanecían desconsolados con la derrota de su favorito, pero les quedó la tranquilidad que el vencedor es un gran boxeador y mejor persona.

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“Así soy yo, hago lo que mi corazón me dicta”, explicó Espinoza.

“Mis padres son agricultores y tienen un terrenito en Michoacán donde voy cada 15 días. Ellos cultivan cebolla, coles, tomates, chiles. Yo vivo en La Palma, a una hora de Guadalajara y ‘El Divino’ es el nombre del patrono de mi pueblo”.

Su padre es fanático del boxeo y cuando Rafa tenía solo ocho años lo llevó al gimnasio, pero al chico no le gusto.

Él quería ser cantante, entonar rancheras, le atraían los mariachis y de seguro se veía como un heredero de Vicente “Chente” Fernández.

En la adolescencia sintió el llamado del boxeo y empezó a entrenar.

Se enteró después que su abuelo fue boxeador y tuvo dos peleas como profesional. Sabe que lleva el boxeo en la sangre y que puede convertirse en el heredero de Saúl “Canelo” Álvarez.

Ya es campeón mundial con un récord inmaculado de 24 victorias, 20 de ellas por nocauts.

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“El canto no lo he dejado de ninguna manera”, confesó “El Divino”.

“Le prometí a mis padres que les compondría una canción cuando fuera campeón mundial . Así lo he hecho y la he puesto en las redes”.

Espinoza afirmó que todavía no ha podido “platicar” sobre su futuro con su equipo, pero siente que se impone un nuevo combate con Rebeisy.

“Lo dije antes: Robeisy me dio la oportunidad de retarlo por el título mundial, estoy muy agradecido por ello y por supuesto dispuesto a darle la revancha”, afirmó Espinoza.

“De todos modos mi equipo es el que manda y esperaré a lo que decida”.

El combate entre ambos, el 9 de diciembre, fue uno de las mejores del año. No hubo tregua. De campana a campana fue un intercambio de golpes implacable.

Espinoza lanzó cerca de 1,000 puñetazos.

“Con la pelea que dimos podemos llenar cualquier arena, Miami, Los Angeles, Ciudad de México, Guadalajara”, aseguró Espinoza. “No pregunto dónde es, solo voy a hacer mi trabajo”.

“El Divino” reveló que en el combate que venció a Robeisy sabía que el cubano iba a salir al frente y por eso la estrategia del mexicano fue sorprenderle e ir adelante desde el principio.

“Realmente mi estilo es mantener la distancia, pero a veces hay que atacar fuerte”, sostuvo Espinoza.

“En caso de una revancha veríamos con mi equipo la nueva estrategia y me entrenaría para el mejor Robeisy con todas las variantes posibles”.