La reunión de la Junta Escolar fue un vergonzoso espectáculo de ignorancia y odio | Opinión

Esto es en lo que se han convertido las reuniones de la Junta Escolar de Miami-Dade bajo las garras del “No digas gay” del gobernador de la Florida, Ron DeSantis: un pozo oscuro de extremismo de derecha.

Los intimidantes Proud Boys apostados al frente del edificio escolar, como si, en lugar de ser sentenciado a 22 años de prisión por conspiración sediciosa, el ex líder del grupo neofascista Enrique Tarrio hubiera sido elegido Rey del Baile de Bienvenida.

Sus bravuconerías dieron la bienvenida a más de 70 personas que se presentaron para hablar a favor y en contra de una propuesta de resolución para reconocer el Mes de la Historia LGBTQ+, similar a lo que las escuelas hacen para la historia negra y la herencia hispana. Pero, dada la ley estatal que prohíbe los libros y lecciones sobre el tema, sin un componente educativo.

El reconocimiento era solo un gesto simbólico a una comunidad que es una parte integral de la vida en el sur de la Florida.

Pero los enardecidos conservadores no lo permitieron. Actuaron como si sus hijos estuvieran siendo reclutados por una secta.

La madre de una estudiante transgénero que se graduó en 2018 levantó un cartel que mostraba una adorable foto de ella y su hija, y decía en letras gruesas: “Pregúntenme por mi feliz y exitosa hija transgénero y cómo el apoyo paterno desde los 15 años redujo su riesgo de suicidio en un 93%”.

Un mensaje conmovedor e importante, la razón más significativa por la que debemos mostrar aceptación hacia los estudiantes homosexuales y transgénero. Pero en vez, le gritaron, la llamaron pedófila y la acusaron de “sexualizar” a los niños.

Despreciable.

Dentro de la sala de la Junta Escolar, el disco homófobo de los oradores —incluidos padres— fue tan duro, que estudiantes y adultos que apoyaban los derechos de los homosexuales se sintieron embargados por la emoción.

Personas con una bandera de los Proud Boys y camisetas con los símbolos del grupo frente al edificio de la Junta Escolar del Condado Miami-Dade, el miércoles 6 de septiembre de 2023. Pedro Portal/pportal@miamiherald.com
Personas con una bandera de los Proud Boys y camisetas con los símbolos del grupo frente al edificio de la Junta Escolar del Condado Miami-Dade, el miércoles 6 de septiembre de 2023. Pedro Portal/pportal@miamiherald.com

Votación sobre el Mes LBGTQ+

¿Cuál fue la respuesta de las autoridades escolares?

En lugar de aportar un liderazgo real al grupo, los ignorantes miembros de la junta agravaron la infamia al seguir tomando decisiones basadas en sus prejuicios, incluidos los religiosos y políticos, que afectan a los 334,261 alumnos de las escuelas públicas del distrito.

Algunos, como Roberto Alonso, miembro de la Junta Escolar, no envían a sus propios hijos a escuelas públicas, pero toman decisiones por los padres que sí lo hacen.

Después de una maratónica reunión el miércoles, la Junta Escolar rechazó en una votación de 5-3 pasada la medianoche la resolución patrocinada por la miembro de la Junta Escolar, Lucía Báez-Geller, para marcar octubre como el Mes de la Historia de Lesbianas, Bisexuales, Transgénero, Gays y Queers, como se hará en las escuelas públicas de los condados Broward y Orange.

Lucía Báez-Geller, miembro de la Junta Escolar, escucha durante una reunión en la Junta Escolar del Condado Miami-Dade para discutir el reconocimiento de octubre como el Mes de la Historia de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero y Queers en el distrito escolar que ella propuso, el miércoles 6 de septiembre de 2023. Pedro Portal/pportal@miamiherald.com

La medida de Miami-Dade era diferente de la rechazada el año pasado y recibió luz verde del abogado de la junta, lo que demuestra que el sesgo antigay de la junta es orgánico y no tiene nada que ver con la ley estatal de Derechos de los Padres en la Educación.

Nos hemos vuelto tan retrógrados y desinformados como un condado rural del norte de la Florida. Los comentarios de los miembros de la Junta Escolar delatan su falta de preparación para liderar una comunidad diversa como la nuestra.

LEA MÁS: Tras maratónica reunión, Junta Escolar de Miami-Dade rechaza Mes LGBTQ+, de nuevo

Alonso desinformado

Nadie es más ignorante que Alonso, miembro de la Junta Escolar por el Distrito 4, elegido para representar a las escuelas de Hialeah-Miami Lakes, con el respaldo de DeSantis y su comisionado de Educación, Manny Díaz Jr.

Él hace su oferta política a nivel micro, pero apenas conoce su tema.

En la polémica reunión, informó el blog de Political Cortadito, Alonso, de 44 años, dijo que los asuntos homosexuales “nunca fueron un tema cuando yo crecía en las escuelas”.

Bueno, él se graduó de la escuela católica Monsignor Edward Pace High School, donde los estudiantes gays no habrían tenido más remedio que permanecer en el clóset.

Pero los que fuimos a la escuela pública y/o les confiamos a esas escuelas nuestros hijos sabemos que en ellas se discutían temas gays, y no era gran cosa como lo han exagerado los republicanos por razones políticas.

A principios de la década de 1970, en la Secundaria Hialeah, grupos de “Asesoramiento entre compañeros” (peer counseling) se reunían para discutir todo tipo de temas que estuvieran en la mente de los estudiantes. Ningún tema estaba prohibido. Los grupos eran una mezcla de estudiantes de buen desempeño y de riesgo. Se suponía que esto debía disuadir de faltar a clases y ayudar a los recién llegados, en su mayoría refugiados cubanos, a adaptarse.

Yo fui consejera de compañeros en 1974.

Como he escrito en otras columnas, en 1977 en la Preparatoria Hialeah, nuestro periódico, The Record, dedicó un número a una encuesta sobre las actitudes y creencias sexuales de los estudiantes, incluida la batalla contra los derechos de los homosexuales encabezada por Anita Bryant. La mayoría de los anuarios escolares también marcaron de alguna manera la aparición de este tema.

En 1998, en la Secundaria American, en el noroeste de Miami-Dade, se formó por primera vez el Club de la Alianza Gay-Hetero. Que yo sepa, ningún padre intentó impedirlo. De hecho, le dimos la bienvenida. El periódico escolar escribió sobre la necesidad de aceptación y apoyo a los estudiantes homosexuales y sobre el derecho de las mujeres a hablar cuando son discriminadas. Mi hija fue su redactora.

Después de ponerme en contacto con Alonso a través de un mensaje de texto, le envié esta información y preguntas sobre su papel en la reunión, como me pidió, por correo electrónico. No contestó.

Una ofensa mucho peor

Peor que la ignorancia de Alonso sobre la historia de la educación en el condado, fue la comparación tan inapropiada que hizo.

Pareció equiparar su experiencia como niño con sobrepeso a la de los estudiantes homosexuales o transgénero que sufren acoso escolar.

“Hablamos del acoso escolar. Yo sufrí acoso de niño. Tenía sobrepeso y me llamaban ‘Gordo’. Pero mis padres no vinieron a las escuelas a pedir un día de reconocimiento del ‘Gordo’ en la escuela”, dijo Alonso.

Esta homofobia apenas velada es de lo más repugnante que hay, y especialmente si se tiene en cuenta el ambiente antigay que gente como él está fomentando en las escuelas públicas de la Florida.

Luego, cavó un hoyo más profundo al referirse a cómo sus padres manejaron sus quejas diciéndole que se endureciera.

“Mis padres vinieron y me dijeron: ‘Hijo, la vida es cruel. Te enfrentarás a la adversidad’”.

Qué tonto con tan poca sustancia.

Esto es lo que obtenemos los miamenses cuando votamos a pesos ligeros para cargos públicos.