Tras reunión maratónica, la Junta Escolar de Miami-Dade rechaza otra vez el Mes LGBTQ
La Junta Escolar de Miami-Dade volvió a rechazar el miércoles una propuesta para reconocer octubre como el Mes de la Historia LGBTQ después que algunos miembros afirmaran que la medida infringía la ley estatal, a pesar que incluía un texto que decía que no afectaría a la instrucción y el abogado de la Junta aseguró que era legal.
La propuesta —que atrajo a suficientes personas para llenar el auditorio de la Junta Escolar con al menos 75 personas más esperando fuera para dar a conocer sus comentarios, incluyendo a un contingente de Proud Boys. La propuesta fracasó 5 a 3.
La votación ocurrió poco antes de la 1 a.m., 10 horas después de que se planteara el tema, con los votos a favor de los miembros de la junta Lucía Báez-Geller, quien fue la patrocinadora; Dorothy Bendross-Mindingall, y Luisa Santos. El miembro de la junta Steve Gallon abandonó la reunión por la tarde y no votó. Bendross-Mindingall y Santos cambiaron sus votos desde el año pasado, cuando la medida fracasó 8 a 1.
Los miembros de la Junta que votaron en contra del punto, la presidenta Mari Tere Rojas, el vicepresidente Danny Espino, Roberto Alonso, Mary Blanco y Mónica Colucci, dijeron que el reconocimiento infringiría ley de Derechos de los Padres en la Educación, que prohíbe la instrucción de la orientación sexual y la identidad de género a los estudiantes de preescolar a octavo grado, y enviaría mensajes contradictorios a los maestros.
“Hay una ley que es clara”, dijo Espino. Reconoció los “ligeros cambios” en el lenguaje en comparación con el año pasado, pero dijo que no entendía cómo se esperaba que los maestros observaran el mes “sin cruzar la línea” hacia la instrucción.
Algunos también afirmaron sus creencias personales, argumentando que las discusiones relacionadas con la identidad de género y la orientación sexual deben ser en casa y no en la escuela, una opinión a menudo adoptado por los conservadores y el gobernador Ron DeSantis, quien apoyó a Alonso y Colucci y nombró a Blanco y Espino a la junta.
Báez-Geller, miembro de la Junta, se reafirmó en la alineación de su propuesta con la ley estatal, argumentando que no afectaba al plan de estudios, la instrucción o los materiales didácticos. La diferencia entre la aprobación de la junta a la medida hace dos años, y su rechazo el año pasado y este año, argumentó, es la agenda política y la retórica antiLGBTQ que sale de Tallahassee.
“He oído un montón de información errónea el año pasado y desafortunadamente he oído mucho de nuevo este año”, dijo Báez-Geller. En 2021, añadió, antes que la Legislatura promulgara ciertas leyes y usara una “retórica divisiva”, el tema se aprobó “casi por unanimidad”.
El año pasado, Báez-Geller incluyó una estipulación para enseñar a los estudiantes de 12mo grado sobre dos decisiones históricas de la Corte Suprema: Obergefell vs. Hodges en 2015 (reconociendo el matrimonio entre personas del mismo sexo) y Bostock vs. Condado Clayton en 2020 (encontrando que un empleador no puede despedir a alguien por ser gay o transgénero). La propuesta de este año no incluía la estipulación; tampoco la de 2021.
‘¿Cómo quiere que los recordemos?’
La mayor parte de la larga reunión estuvo dominada por los comentarios de personas a favor y en contra de la medida. (Durante aproximadamente una hora, entre las 6 y 7 p.m., la Junta aprobó su presupuesto para el año sin apenas comentarios ni del público ni de los miembros de la Junta).
La mayoría de los que hablaron a favor del tema, muchos de ellos estudiantes del distrito, maestros y representantes de organizaciones activistas como Equality Florida, una organización de derechos civiles dedicada a garantizar la plena igualdad de la comunidad LGBTQ de Florida, Moms4Libros y Families Against Banning Books, destacó la suficiencia legal de la medida y que se trataba de “no discriminar” a estudiantes marginados y que a menudo experimentan un mayor acoso en la escuela. Muchos citaron cómo la distinción simplemente reconoció a los estudiantes y las contribuciones de los miembros de la comunidad LGBTQ; algunos reprendieron a los miembros de la Junta por, dijeron, no proporcionar un ambiente seguro para todos los estudiantes.
Otros oradores citaron las estadísticas que ponen de relieve el alto número de personas en la comunidad LGBTQ que luchan con problemas de salud mental e intentos de suicidio, cada uno tomando un momento para señalar que los miembros de la Junta estaban hablando desde un estrado cubierto con una pancarta que decía “Mes Nacional de Prevención del Suicidio”.
“La salud mental es algo que esta Junta ha afirmado que es una prioridad”, dijo Crystal Etienne, maestra de Cívica de séptimo grado, a los miembros de la Junta. “¿Han considerado cómo hace sentir [a los estudiantes] la lucha contra la comunidad LGBTQ?”.
Muchos jóvenes recordaron a la Junta que sus posturas quedarían registradas en la historia.
Una oradora se emocionó hasta las lágrimas mientras hablaba, lo que hizo que Báez-Geller y otros se pusieran a su lado durante su discurso. “Aprenderemos sobre lo que hagan hoy aquí”, dijo. “Aprenderemos sobre si votaron a favor de un artículo que, durante un mes, reconocía que las personas queer existían y siguen existiendo. ¿Cómo quieren que los recordemos?”.
Muchos de los oradores que se opusieron a la medida —entre ellos miembros del grupo conservador Moms for Liberty, que el Southern Poverty Law Center calificó recientemente de extremista, y de la Christian Family Coalition, cuyos miembros repartían pegatinas de “Educación, no adoctrinamiento”— alegaron que esta violaba sus derechos de padres, iba contra sus creencias religiosas y “adoctrinaría” a los alumnos al hablar de temas que consideraban inapropiados para los menores. La mayoría defendió la fe cristiana, argumentando que Dios y Jesús deberían volver a las aulas.
Otros, muchos de los cuales se refirieron incorrectamente a la comunidad LGBTQ malinterpretando el acrónimo, afirmaron que la medida era un “caballo de Troya” que permitiría a los educadores enseñar sobre temas que infringirían la ley estatal, una declaración que muchos en apoyo de la medida contraatacaron, recordando al público que el tema no afectaba a los materiales de instrucción.
“Lo que es una locura de que tanta gente se presentara hoy es que este tema no hace absolutamente nada”, dijo Maxx Fenning, fundador y director ejecutivo de PRISM, una organización sin fines de lucro que proporciona información sobre salud sexual a los jóvenes LGBTQ. Sin embargo, dijo, la gente vendrá a “vomitar vitriolo como si no lo hubiéramos oído todo antes”.
Recordó a la Junta que el lenguaje en la medida se alineaba con la ley estatal y que otros distritos en el estado, incluyendo el Condado Broward, ya han adoptado un reconocimiento similar.
Lo que dijeron los miembros de la Junta
Tal vez el reproche más fuerte del tema provino de Alonso, quien afirmó que el tema tenía “cero sustancia” y “solo busca dividir a nuestra comunidad”. Dijo que creía que imponía ideologías y fomentaba discusiones que no deberían tener lugar en nuestras escuelas, y preguntó a la junta si reconocía o dedicaba un mes a celebrar cualquier otra preferencia sexual.
Sin embargo, al igual que el año pasado, los miembros de la Junta que votaron en contra del tema basaron su oposición en la preocupación por las leyes vigentes que limitan o prohíben ciertos debates en las aulas. El reconocimiento, argumentaron, pudiera enviar un mensaje contradictorio a los maestros sobre qué temas están permitidos en el aula.
Los miembros que votaron en contra también se opusieron a la idea de que votar en contra significaba estar en contra de la comunidad LGBTQ o un “voto por el odio”, opinión de la que se hicieron eco el miércoles muchas personas que hablaron a favor del tema.
“Me ofende la idea de que un voto contra de esta medida sea un voto contra de un grupo de personas”, dijo Espino. “No es todo o nada”.
sin embargo, Bendross-Mindingall dijo que iba a votar a favor del tema porque la Junta y el distrito “defienden a todos los niños. Mi voto esta noche va con los niños que han acudido a nosotros y que tan elocuentemente nos han dicho cómo se sienten”.
Santos, por su parte, habló tanto en inglés como en español para detallar lo que hacía y lo que no hacía el punto de discusión e hizo una propuesta para pedir claridad al abogado de la Junta.
El abogado de la junta respondió: “El punto es legalmente suficiente”.