Por retrasos en la reconstrucción de su escuela, alumnos de Chilpancingo tienen un año con cuatro meses tomando clases en tráilers

FOTOS: Oscar Guerrero
FOTOS: Oscar Guerrero

Desde octubre de 2021, más de 200 alumnos de Chilpancingo reciben clases en tráilers adaptados como aulas provisionales por donde se filtra el sol, porque el gobierno de Guerrero no les ha garantizado la reconstrucción de su plantel, afectado por fenómenos naturales desde 2013.

El inmueble tuvo daños de humedad derivados del huracán ‘Ingrid’ y la tormenta tropical ‘Manuel’, y desde entonces los directivos fueron advertidos del riesgo que implicaba impartir clases en el edificio, ubicado en la colonia San Rafael, al norte de Chilpancingo.

Con los sismos de 2017 y 2019 su situación se agravó: hubo desprendimiento de ladera y el lugar tuvo cuarteaduras que aumentaron el riesgo de seguir ahí.

Hasta 2020, la Escuela Primaria Rafael Ramírez tuvo una matrícula de 400 alumnos; durante ese año las clases fueron virtuales debido al confinamiento por la pandemia de COVID-19.

Para la reactivación del formato presencial, después de que fueron levantadas las medidas sanitarias, las alumnas y los alumnos no tenían a dónde asistir.

La solución que halló la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) fue improvisar seis aulas en tráilers en desuso instalados en una cancha de futbol rápido, en un rincón del Centro Deportivo de la colonia Galeana, también al norte de la ciudad.

En muchos casos, madres y padres de familia decidieron cambiar a sus hijos de escuela y la matrícula se redujo a la mitad; los que se quedaron, desde el 20 de octubre de 2021, comenzaron a recibir clases en el espacio improvisado. Ahora están en pequeñas aulas móviles construidas de aluminio.

“Al mediodía sufrimos mucho por el calor”, mencionó una alumna de la escuela, quien cursa el sexto año.

La estudiante dijo que se siente insegura por las instalaciones. “A veces no quiero venir porque me siento incómoda”, agregó.

Para ingresar a las aulas móviles, los estudiantes tienen que subir cinco escalones metálicos porque no están al nivel del piso. Las aulas están en los remolques de los tráilers, es decir, en una plataforma sobre llantas.

Para proteger del sol a las alumnas y los alumnos, el personal colocó una malla sobre las aulas, pero resulta insuficiente.

En el plantel provisional tampoco hay baños. Las niñas y los niños deben cruzar todo el deportivo; salen del espacio delimitado de las aulas y caminan un tramo hasta llegar a los baños públicos de las canchas.

Esta travesía pone en riesgo a los alumnos porque no es un espacio vigilado. “Ya por eso los padres decidieron venir a hacer guardias para cuidar a sus hijos y estar pendientes de las salidas al baño y del perímetro de la escuela”, mencionó un maestro del plantel, Miguel Ángel Ventura Ramos.

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Después de varios meses de protestas por parte de maestros y familias, y de varias reuniones con funcionarios municipales, lograron que el ayuntamiento de Chilpancingo les donara un predio para la construcción de la primaria.

Este martes, en una reunión, el síndico procurador, Andrei Marmolejo Valle, comprometió a la administración municipal a donarles un predio propiedad del municipio conocido como La Bloquera; es un espacio abandonado desde hace varios años, ubicado frente al aeropuerto de Chilpancingo, al norte de la capital.

Ventura Ramos denunció que aún falta compromiso del gobierno estatal para comenzar los trabajos de construcción.

“El ayuntamiento se deslindó y dijo que ya cumplió, que ahora tendremos que sentarnos con la SEG y el IGIFE (Instituto Guerrerense de la Infraestructura Física Educativa) para que nos garanticen que lo más pronto posible comience la construcción”, dijo.

“Nosotros queremos que, así como la gobernadora (Evelyn Salgado Pineda) y la alcaldesa (Norma Otilia Hernández Martínez) diario suben en sus redes que están en las comunidades, así vengan y nos digan ya mañana colocamos la primera piedra para la escuela que, finalmente, es para la educación, no es para nosotros”.

Hasta esta tarde, la SEG y el IGIFE siguen sin acercarse a los directivos del plantel, aseguró el mismo personal, que comenzó movilizaciones el 20 de enero pasado en reclamo por la construcción del edificio.

El director, David Catalán Pérez, informó que mañana llevará un oficio al IGIFE para comenzar la solicitud de construcción. “Ahora sí ya tenemos terreno”, dijo.

Este texto se publicó originalmente en Amapola Periodismo.