¿Rendirse a un dron? Ucrania insta a los soldados rusos a hacer eso

Hombres reclutados afuera de una oficina de reclutamiento en Moscú, el 10 de noviembre de 2022. (Nanna Heitmann/The New York Times)
Hombres reclutados afuera de una oficina de reclutamiento en Moscú, el 10 de noviembre de 2022. (Nanna Heitmann/The New York Times)

KIEV, Ucrania — Se han empleado decenas de miles de drones en toda Ucrania para matar al enemigo, espiar sus formaciones y guiar las bombas hacia sus objetivos. Pero este mes, el Ejército ucraniano comenzó un programa para usar drones en un rol más inusual: guiar a los soldados rusos que quieren rendirse.

El programa tuvo su génesis a finales de noviembre, cuando el Ejército ucraniano publicó imágenes de un soldado ruso arrojando su arma al suelo, levantando las manos y siguiendo nerviosamente el camino trazado por un dron que lo conducía a los soldados de la 54.° Brigada Mecanizada del Ejército ucraniano.

Unas semanas más tarde, el Estado Mayor de Ucrania publicó un video instructivo que explica cómo los soldados rusos pueden rendirse ante un dron ucraniano, y ahora es parte de una iniciativa extendida de Ucrania para persuadir a los soldados rusos de que se rindan. El programa, llamado “Quiero vivir”, incluye una línea telefónica directa, un sitio web y un canal de Telegram, todos dedicados a comunicarse con los soldados rusos y sus familias.

Es demasiado pronto para saber si la estrategia de los drones atraerá a los desertores rusos en cantidades significativas, pero abre otra vía para que Ucrania reclute a tales desertores, con un toque claramente moderno de la antigua táctica de la guerra informativa. Y al menos, puede profundizar el deterioro de la moral rusa en el campo de batalla.

Las derrotas rusas ya han brindado una oportunidad para que Ucrania explote esa baja moral, especialmente en los meses posteriores a la movilización del Kremlin en septiembre, que envió a miles de nuevos reclutas a librar batallas feroces con poco entrenamiento y escasos suministros.

Petro Yatsenko, portavoz del Cuartel General de Coordinación para el Tratamiento de Prisioneros de Guerra de Ucrania, dijo en una entrevista el lunes que Ucrania ha recibido más de 4300 solicitudes directas de información sobre cómo rendirse a través del programa “Quiero vivir”. No es posible verificar de manera independiente las afirmaciones.

Yatsenko indicó que el ejército no divulgará información sobre el número de rusos en cautiverio ucraniano por razones de seguridad.

Un búnker ruso abandonado en Blahodatne, Ucrania, el 11 de noviembre de 2022. (Lynsey Addario/The New York Times)
Un búnker ruso abandonado en Blahodatne, Ucrania, el 11 de noviembre de 2022. (Lynsey Addario/The New York Times)

Andriy Yusov, que representa al departamento de inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, afirmó que ese país había recibido 1,2 millones de consultas sobre el programa desde que se estableció el 18 de septiembre. La mayoría de las consultas provienen de Rusia, dijo, y la gran mayoría era sobre llamamientos de “personas que están estudiando para sí o sus familiares la posibilidad de salvar sus vidas en la cruenta e injusta guerra”.

Durante los últimos 10 meses, tanto Rusia como Ucrania se han dedicado a sólidas campañas informativas dirigidas a los soldados enemigos con folletos, publicaciones en las redes sociales, llamamientos por radio, mensajes de texto y campañas televisivas, todo con el objetivo de convencerlos para que se rindan.

En mayo, cuando los rusos arrasaban pueblos y ciudades y comenzaban a tomar tierras en el este de Ucrania, no todas las armas estaban cargadas con explosivos. Algunos obuses autopropulsados de la era soviética tenían proyectiles preparados para explotar en el aire y esparcir folletos sobre el territorio controlado por Ucrania, según Zvezda, una red de televisión estatal rusa dirigida por el Ministerio de Defensa ruso.

“Esta es la última advertencia a los nazis ucranianos para que se rindan”, expresó un artillero llamado Vadim a la estación.

Más recientemente, los rusos anunciaron que sus operadores de drones estaban enviando mensajes de texto a los suscriptores de teléfonos móviles ucranianos pare decirles que depusieran las armas. No hay evidencia de que hayan tenido algún impacto los drones rusos que envían “textos de rendición”.

En la campaña ucraniana se han presentado medios de comunicación de alta y baja tecnología. Con frecuencia, las unidades de artillería utilizan sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple Vampire para disparar proyectiles llenos de 1500 folletos cada uno a lo largo de las posiciones rusas.

Hanna Malyar, viceministra de defensa de Ucrania, dijo que esta era una manera de dar a los “ocupantes rusos una última oportunidad de rendirse” cuando no había conexión a internet.

“De otro modo, lo único que les espera en tierra ucraniana es la muerte”, dijo.

Yatsenko, el portavoz del grupo de prisioneros de guerra, dijo que los ucranianos también estaban dando a los soldados rusos capturados, que son liberados como parte de los intercambios de prisioneros de guerra, tarjetas electrónicas con información sobre cómo rendirse. De esa manera, continuó, si son arrojados de nuevo a la lucha saben cómo entregarse.

Cuando Ucrania captura soldados rusos, los envía a campos de prisioneros de guerra. El principal está en el noroeste, cerca de Leópolis.

Ucrania ha permitido algunas visitas estrictamente controladas de medios dentro de ese campamento. También permiten visitas de rutina del Comité Internacional de la Cruz Roja.

La labor ucraniana con mayor alcance es el programa “Quiero vivir”, que incluye un canal de Telegram en ruso que ahora tiene más de 40.000 suscriptores, principalmente en Rusia o territorios controlados por Rusia. Los operadores telefónicos también trabajan las 24 horas desde una ubicación no revelada en Kiev y reciben hasta 100 llamadas diarias, dijo Yatsenko.

Pero, así como rendirse fue considerado uno de los actos más peligrosos en el campo de batalla de la Primera Guerra Mundial, lo mismo ocurre hoy en Ucrania.

Con un frente de batalla que se extiende a lo largo de cientos de kilómetros y como las tierras entre las trincheras son un páramo traicionero de minas vigilado por francotiradores y sujeto a bombardeos casi constantes, organizar una rendición presenta peligros para todos los involucrados.

Ahí es donde entran los drones.

Yatsenko dijo que el programa “cómo rendirse ante un dron” está solo en sus inicios. No ofreció cifras precisas de los rusos que se han rendido a los drones hasta ahora, pero aclaró que eran más que un puñado.

El programa ucraniano, explicó Yatsenko, es el primero diseñado para usar drones a gran escala como parte de una operación coordinada para fomentar la rendición.

“Les damos una última oportunidad para salvar su vida”, dijo.

© 2022 The New York Times Company