El brutal realismo de una escultura confunde a la Policía y activa todas las alarmas

Una llamada a Emergencias alertó de que una mujer que parecía haberse desmayado sobre una mesa se encontraba en el interior de la galería londinense Laz Emporium, en el Soho. Cuando la Policía se presentó allí e irrumpió en el lugar los agentes enviados se dieron cuenta de que no se trataba de un ser humano real, sino de una escultura hiperrealista, según ha publicado Artnet News.

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El incidente se produjo el pasado 25 de noviembre, aunque ha sido estos días cuando ha sido dado a conocer por los medios. Y lo que ocurrió es que los agentes de la Policía Metropolitana de Londres se personaron en la mencionada galería, abierta por el exrepresentante de Banksy Steve Lazarides en octubre de 2021, y se llevaron una sorpresa tan grande como la de la trabajadora que estaba allí cuando se los encontró a ellos.

La obra que desató las alarmas se llama Kristina y su autor es el artista estadounidense Mark Jenkins, que recibió el encargo por parte del propio Lazarides, según cuenta el citado medio. Su hermana Kristina se desmayó en una ocasión y se cayó sobre el plato de sopa que tenía delante. De algunas manera, su hermano quiso recrear ese momento en su galería.

De hecho, es lo que representa la escultura, a una mujer vestida ropa informal (una sudadera amarilla con capucha, un pantalón negro y unas zapatillas de deporte rosas) sentada delante de un escritorio con lo que parece un ordenador de cartón y con la cara, que le tapa el pelo, metida en un cuenco.

La representación de Jenkins es tan realista que hizo que alguien pensase que era una persona y llamase a la Policía. Esta tiene, como han explicado, “el deber de diligencia de responder cuando hay una preocupación por el bienestar” y acudir al lugar. Cuando llegaron, como el local estaba cerrado, “los oficiales entraron a la fuerza en la dirección, donde descubrieron que la persona era de hecho un maniquí”.

En la galería había una empleada que en ese momento acababa de echar el cierre y se estaba preparando un té en una planta superior. Cuando bajó, se entiende que alertada por el ruido de los agentes entrando a la fuerza, se encontró con “dos policías confundidos”.

Steve Lazarides, exagente de Banksy, es el propietario de la galería Laz Emporium en el Soho, en Londres donde estaba la escultura.  (Foto: David M. Benett/Dave Benett/Getty Images for Steve Lazarides)
Steve Lazarides, exagente de Banksy, es el propietario de la galería Laz Emporium en el Soho, en Londres donde estaba la escultura. (Foto: David M. Benett/Dave Benett/Getty Images for Steve Lazarides)

Hannah Blakemore, la empleada en cuestión, ha declarado a Artnet News haberse llevado una sorpresa al verlos allí y que estos le contaron que “alguien informó que la mujer aquí no se ha movido en las últimas dos horas” y que ellos habían dado por hecho que quizá se tratase de “un ataque al corazón o una sobredosis”.

Kristina puede verse a través de las ventanas de la galería que dan al exterior y estará expuesta hasta el 24 de diciembre. Blakemore ha contado al citado medio que cuando la expusieron en una feria de arte y diseño en Londres en octubre alguien avisó a los paramédicos. “El trabajo es provocar y definitivamente lo está logrando”, ha sentenciado esta trabajadora de Laz Emporium.

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