Tus rasgos faciales pueden determinar tu sentencia en un juicio

Los jurados recomiendan la pena de muerte basándose en la apariencia

Determinados rasgos faciales influyen en nuestras decisiones e incluso en las sentencias a pena de muerte que se fallan en un juicio | Imagen Freeman, Hong, Youngki, et al. Psychological Science, (2023)
Determinados rasgos faciales influyen en nuestras decisiones e incluso en las sentencias a pena de muerte que se fallan en un juicio | Imagen Freeman, Hong, Youngki, et al. Psychological Science, (2023)

Tus rasgos faciales no son indicativos de tu personalidad pero sí influyen en la manera en que otras personas te ven y te clasifican. Estudios previos nos han mostrado que ciertos rasgos faciales, como labios caídos o cejas pobladas, hacen que alguien inspire menos confianza ante los demás, aunque estos rasgos no indiquen el carácter real de esa persona. Son “prejuicios faciales” que despliegan toda su importancia en nuestras interacciones sociales cotidianas así como en decisiones importantes como a quién contratamos para un determinado trabajo, cómo elegimos a los políticos o cargos públicos y también en cómo emitimos sentencias en un juicio.

Nuestro cerebro es increíblemente rápido catalogando y clasificando cosas, personas o situaciones. Esto no me gusta, está demasiado salado, esa persona me cae bien, esta situación no me da buena espina, aquel es un presuntuoso… estas opiniones se forman en nuestro cerebro a una velocidad pasmosa, y ya sabemos lo que se suele decir: la primera impresión es la que cuenta. De hecho se han realizado numerosos estudios midiendo esa veloz respuesta de decisión y hoy sabemos que nuestro cerebro tan solo necesita unos pocos segundos o minutos para formarse una primera opinión de alguien que acabamos de conocer.

Todos estos prejuicios resultan de utilidad para que nuestro cerebro responda con rapidez a la enorme cantidad de estímulos que proporciona la realidad pero pueden ser muy injustos en determinadas ocasiones. Un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Columbia y publicado hace solo unos días en Psychological Science, muestra que nuestros prejuicios faciales influyen decisivamente en los fallos y sentencias de jurados populares.

Labios caídos, cejas pobladas, algunos de los rasgos faciales que influyen en nuestras decisiones | Imagen Freeman, Hong, Youngki, et al. Psychological Science, (2023)
Labios caídos, cejas pobladas, algunos de los rasgos faciales que influyen en nuestras decisiones | Imagen Freeman, Hong, Youngki, et al. Psychological Science, (2023)

El estudio describe las conclusiones de cuatro experimentos que los investigadores realizaron con 1400 voluntarios en los que descubrieron que cuando los acusados ​​del mundo real tienen rasgos faciales que parecen poco confiables, tienen más probabilidades de ser sentenciados a muerte en vez de ser condenados a cadena perpetua. Este mismo prejuicio facial se observó con jurados simulados que resultaron ser más propensos a recomendar una sentencia condenatoria cuando los acusados poseían esa apariencia facial poco confiable.

En uno de los experimentos los participantes tuvieron que decidir qué sospechosos, extraídos de fotografías policiales reales, consideraban de confianza (o no confiables) entre 400 reclusos de Florida que ya habían sido condenados por asesinato. Los resultados del estudio muestran que los reclusos con caras menos confiables tenían muchas más probabilidades de ser condenados a muerte, en lugar de ser sentenciados con cadena perpetua.

Afortunadamente todos estos prejuicios también son fácilmente evitables. El mismo equipo de investigadores que ha publicado el estudio lleva muchos años trabajando en soluciones que contrarresten estos sesgos faciales. Estas intervenciones han demostrado ser útiles para mitigar los prejuicios y son una especie de entrenamiento para desmantelar esta asociación inconsciente entre unos rasgos específicos y una reacción no confiable. Los investigadores muestran un entrenamiento previo logrando que los voluntarios “asociaran rasgos faciales que parecían poco confiables con comportamientos dignos de confianza, cortando el vínculo implícito entre estos rasgos y la falta de confiabilidad”. Este “entrenamiento” podría llevarse a los juicios reales logrando que los miembros de jurados populares fuesen más ecuánimes en sus sentencias.

"Estos hallazgos refuerzan trabajos anteriores de que los estereotipos faciales pueden tener efectos desastrosos en el mundo real, pero, lo que es más importante, proporcionan un camino potencial para combatir este tipo de prejuicios” explica Jon Freeman, autor principal del estudio en la Universidad de Columbia. "Si hay juicios consecuentes que están sesgados por estereotipos faciales, nuestros hallazgos sugieren que tienen el potencial de ser reasignados y desmantelados de manera flexible”.

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Referencias científicas y más información:
Hong, Youngki, et al. «Reducing Facial Stereotype Bias in Consequential Social Judgments: Intervention Success With White Male Faces». Psychological Science, (2023) DOI:10.1177/09567976231215238.

Columbia University “Jurors Recommend Death Penalty Based on Looks, but New Training Can Correct the Bias” (2023)