Los radicales que cerraron filas con Mauricio Macri tras el desafío de Gerardo Morales y Martín Lousteau en la cumbre de la UCR

El diputado radical Martín Tetaz y el expresidente Mauricio Macri
El diputado radical Martín Tetaz y el expresidente Mauricio Macri

Mientras Horacio Rodríguez Larreta coquetea con sellar una alianza con Gerardo Morales y Martín Lousteau, jefes de la UCR nacional, para construir un polo anti-grieta y moderado en Juntos por el Cambio, Mauricio Macri, rival del alcalde en la interna de Pro, estrecha lazos con los exponentes del radicalismo que reivindican su figura y, más allá de las diferencias, tiene una visión más benigna del legado de su gestión nacional.

En medio de la discusión ideológica y estratégica que sacude al conglomerado opositor, que se acentuó a partir del acto organizado por Morales y Lousteau en Costa Salguero en homenaje a Raúl Alfonsín, en el que hubo críticas directas a la mirada del expresidente, Macri cerró filas durante las últimas horas con representantes del centenario partido con los que tiene buena sintonía , como el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y los diputados nacionales y alfiles de Evolución Radical Rodrigo de Loredo y Martín Tetaz.

El exjefe del Estado relativizó en la intimidad el impacto de la andanada de cuestionamientos que le dedicaron Lousteau y, sobre todo, Morales en el cónclave radical del último sábado. Macri, que exhibió su disgusto, pero minimizó la trascendencia del tema, repite ante sus leales que los referentes de JxC que aspiran a pelear por puestos de poder en 2023 deben evitar el internimismo y enfocarse en conectar con la sociedad y detallar las propuestas y los planes de gobierno . Tiene puesto el “chip” del “para qué”. “Lo que hicieron Morales y Lousteau no tiene sentido. Hay que dejar de criticar para adentro para hablarle más a la gente”, aseguran en el círculo de confianza de Macri.

Macri, durante el almuerzo con Piñera, Valdes y De Loredo
Macri, durante el almuerzo con Piñera, Valdes y De Loredo

En el entorno del fundador de Pro celebraron que Alfredo Cornejo, exgobernador de Mendoza y titular del interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado, haya salido a cruzar a Morales, presidente de la UCR y uno de los organizadores del mitin radical del sábado, por sus críticas a Macri. Desde el escenario de Costa Salguero, Morales presentó a Lousteau como candidato en la Ciudad, en medio de la feroz interna en Pro por la sucesión de Larreta, y desafió a Macri y el ala dura de JxC. “Liderar no es creernos que somos el mejor equipo de los últimos 50 años y fracasar”, afirmó.

Molesto con el tenor de las frases contra Macri -”es nuestro aliado, mal que les pese a algunos”, advirtió en declaraciones radiales-, Cornejo, quien había sido uno de los oradores en Costa Salguero, le transmitió a Morales su disidencia con la orientación que le había dado al homenaje a Alfonsín. También se comunicó con Bullrich, con quien mantiene una buena sintonía. No fue el único contacto. En esas gestiones pidió bajar el nivel de confrontación. Dentro del universo de JxC, Cornejo tiene una mayor afinidad con Macri y el ala dura de Pro en el plano de las discusiones ideológicas y estratégicas que con Larreta o Morales. Cerca de Macri también se jactaban de que el jujeño había bajado el tono de sus dichos contra el expresidente después del temblor que generó la ofensiva radical, que tuvo un guiño de Larreta.

Allegados al fundador de Pro asumen que el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, ausente de la cumbre del sábado de la UCR -tenía compromisos en su provincia-, está alineado con la posición de Cornejo.

Anoche, Macri recibió otra señal de acercamiento del radicalismo. Fue durante la cena anual de la Fundación Margarita Barrientos que se realizó en el Salón Rojo del predio de La Rural con el fin de recaudar fondos para el comedor Los Piletones.

Tetaz, alfil de la fuerza de Lousteau y uno de los dirigentes que estuvieron presentes en el cónclave en Costa Salguero, se acercó hasta la mesa principal del evento donde Macri estaba sentado para saludarlo. Ambos tienen un vínculo estrecho desde hace tiempo. De hecho, el co-fundador de Cambiemos, conforme con el estilo que le imprimió a la campaña en la Ciudad, dijo que el economista era una de las mejores apariciones del proceso electoral de 2021. Apenas arrancó la charla, Macri lo interpeló a Tetaz: con cierto fastidio, le preguntó los motivos que lo habían llevado a votar a favor del presupuesto elaborado por Sergio Massa. El diputado le enumeró las concesiones que había hecho Massa durante la negociación con la oposición: desde los fondos para las universidades hasta cláusula que restringe al Poder Ejecutivo a manejar de manera discrecional ingresos extrapresupuestarios si la inflación supera el 60% (pauta proyectada en el proyecto), y el artículo para deducir los gastos de educación del impuesto a las ganancias. El expresidente, en tanto, avaló la abstención, una jugada impulsada por Cristian Ritondo, que generó resistencias en el bloque. No hubo pases de factura por la ofensiva de Morales en Costa Salguero.

Luego, Macri y Tetaz dialogaron sobre la herencia económica que recibirá el próximo gobierno y las reformas que debería impulsar una eventual administración de JxC. El fundador de Pro, según fuentes del espacio, no oculta su inquietud por estas horas por la crisis financiera y monetaria. Con Tetaz evaluaron con preocupación la “bomba de las Leliq”. Debatieron sobre la chance de buscar una convertibilidad con el real de Brasil . Enseguida, el economista difundió la foto en sus redes para enviar un mensaje interno: “Dijimos Juntos y será Juntos”, escribió.

Horas antes de la charla a sola con Tetaz, Macri había almorzado con otros dos referentes del radicalismo que se incomodaron con el mensaje de Morales en Costa Salguero. Se trata de Valdés, quien se ausentó de la cumbre del sábado en clara señal de disgusto al tinte que le imprimió el jujeño al homenaje a Alfonsín, y De Loredo, aspirante a gobernador de Córdoba, un distrito donde Macri mantiene altos niveles de adhesión. Los tres coincidieron en la reunión que organizó la Fundación Libertad con el expresidente de Chile Sebastián Piñera en el club Alemán. También asistieron Hernán Lacunza, Carlos Melconian, Ricardo López Murphy y Miguel Ángel Pichetto, entre otros.

A lo largo de la conversación -Macri actuó por momentos como una suerte de moderador-, los representantes de Pro y la UCR discutieron sobre la escalada de conflictos internos en JxC y los tironeos por las candidaturas de 2023. Algunos se mostraron inquietos por el nivel de tensión y la falta de articulación que genera la ausencia de liderazgos. Macri sobrevoló el tema. Si bien puso el foco en la necesidad de fijar reglas claras de juego para JxC –López Murphy fue muy enfático en ese punto-, hizo hincapié en manifestar sus dudas respectos del nivel de compromiso de un sector de la coalición opositora sobre lo que, considera el expresidente, debe ser las reformas que habrá que impulsar en 2023. Exhibió cierta frustración porque no hay una base sólida en el espacio para consensuar posturas en torno a las soluciones frente a los problemas de fondo de la economía y avanzar con la reducción “drástica” del déficit fiscal o la baja de impuestos . Lousteau había advertido el sábado que la UCR no tolerará un shock económico que implique una “guadaña” sobre las cuentas públicas.

De Loredo lo interrumpió a Macri en ese tramo del almuerzo. Y le dijo que no coincidía con la supuesta falta de compromiso en JxC para avanzar con las reformas que propone el fundador de Pro. El dirigente de Evolución Radical le advirtió que pese a los matices, en la fuerza opositora había permeado su mensaje y se valoraba su experiencia gubernamental. Con su presencia en el almuerzo, De Loredo buscó diferenciarse de Morales por la positiva. En rigor, intentó dejar en claro que el radicalismo de Córdoba pondera la figura de Macri. Lousteau, crítico del mayor protagonismo de Macri y sus recetas para 2023, suele decir que los guiños del expresidente a su alfil en Córdoba le suman votos en su cruzada por suceder a Juan Schiaretti.

Valdés, quien también mantiene un buen vínculo con Larreta, mantiene el equilibrio. Si bien resaltó sus diferencias con Morales por la organización del homenaje a Alfonsín -como otros radicales-, su presencia en el almuerzo del Club Alemán no implica un alineamiento. En el macrismo resaltaron la buena sintonía entre el expresidente y el gobernador de Corrientes, quien se anota en la contienda nacional.

Mientras crece la pelea entre los gerentes de Pro, Macri se mantiene hiperactivo. Hoy, participa del Foro de ABECEB “El Otro Cambio Climático”, que se desarrolla en el Yacht Club de Puerto Madero, junto a los exmandatarios Mariano Rajoy (España), Álvaro Uribe (Colombia) y Piñera (Chile). “Todo lo políticamente incorrecto es cagar a la gente”, afirmó.

Durante las últimas horas, el exmandatario recibió un revés judicial: el fiscal federal Franco Picardi lo imputó por el supuesto armado de un “plan sistemático” de espionaje ilegal durante su gobierno. Una de las víctimas de las presuntas tareas clandestinas, según Picardi, habría sido Cristina Kirchner.

Lo hizo luego de pedir la elevación a juicio oral de la causa en la que están procesados Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, exjefes de Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el gobierno de Cambiemos. Cerca de Macri relativizaron el tema: “Es más de los mismo. Como la causa del ARA San Juan -Macri fue sobreseído”, dijeron.

La semana pasada, Majdalani reapareció en la presentación del nuevo libro de Macri, Para qué, que se realizó en La Rural. Llegó acompañada por Nicolás “Nicky” Caputo, su mentor dentro del universo de Pro. “Estaba en una base de datos de invitados de exfuncionarios y dirigentes”, informaron colaboradores de Macri. La presencia de Majdalani en el evento generó cierto estupor y comentarios suspicaces en JxC, donde también hay preocupación por el acuerdo que firmará Massa con EE.UU. para detectar cuentas de argentinos.