Los ríos son trampas mortales para los migrantes en la Ruta de los Balcanes

Muchos de los migrantes fallecidos en la Ruta de los Balcanes pierden la vida en los ríos. El Drina, entre Serbia y Bosnia-Herzegovina, tiene aguas rápidas y mortales. Cerca de la ciudad de Loznica, en territorio serbio cercano a la frontera, rodeado de densos bosques, el Drina es un obstáculo para que los migrantes avancen en su camino hacia otra vida.

"El problema es que, en realidad, no sabemos quién está siendo enterrado. Todas esas tumbas están marcadas como tumbas de personas desconocidas, y solamente se indica el año de la muerte. Así que, a menudo, no sabemos quién está enterrado", declara Milica Švabić, abogada de la ONG 'KlikAktiv'.

No se sabe cuántos migrantes se han ahogado en el Drina. Tampoco se sabe cuántos de ellos han muerto en Serbia, ni en todos los Balcanes. Las instituciones no cuentan con registros oficiales. En el cementerio de Loznica, aislados, hay 12 túmulos idénticos. La única fuente de información es la base de datos en línea 4D, gestionada por activistas.

"Duermen allí, van a la tienda por la mañana, compran cigarrillos, y vuelven por la tarde", señala un agricultor que vive en Loznica.

¿Están intentando cruzar a nado el Drina?, pregunta el autor del reportaje.

"Pues sí. Lo están intentando. Siguen intentándolo", responde el agricultor.

"Me imagino cuánta gente muere y nadie sabe de ellos. Realmente, me refiero a esos inviernos en los que durante unos 20 minutos, caminaban y cruzaban esos caudalosos ríos... Eso es todo lo que quiero decir. Uno, simplemente, se queda dormido en algún lugar y el resto continúa. Él se queda allí. Encontraremos los cuerpos en esos bosques, alrededor de las fronteras, dentro de diez años", indica Vojin Ivkov, director de documentales.

En la zona se registra el número de migrantes que ha fallecido en la Ruta de los Balcanes. Desde 2015 se han señalado 400 muertes.