Quién es Santiago de la Fuente, el mexicano de 22 años que está llamado a ser la nueva promesa del golf patrio

Acaba de regresar de disputar en el Masters de Augusta 2024 y el nombre de Santiago de la Fuente ya resuena con fuerza como una de las grandes promesas del golf de México. Aunque no se llevó la icónica chaquetilla verde, ni mucho menos, que recayó en manos del estadounidense Scottie Scheffler, Santiago de la Fuente ya ha hecho historia: es el quinto mexicano en participar este ‘major’ o torneo grande, uno de los cuatro principales del calendario masculino del golf mundial, que se celebra anualmente y de forma ininterrumpida en Augusta (Georgia, Estados Unidos) desde 1934.

A sus escasos 22 años, Santiago de la Fuente es, para muchos, un auténtico desconocido. Y, sin embargo, lleva tiempo preparándose para hacerse un hueco en lo más alto del golf internacional en el que, mucho antes que él, ya despuntaron compatriotas como, Lorena Ochoa, Víctor Regalado, Abraham Ancer o los hermanos Ortiz, Álvaro y Carlos.

Nacido en la ciudad de Ocotlán, Jalisco, Santiago tenía apenas tres años cuando sintió en carne propia esa sensación de coger un palo de golf entre las manos y atinar a darle a la pequeña bola para encajarla en un hoyo. Aprendió de su padre y con su padre, Gerardo, aficionado al golf que vio en este deporte una forma de que su hijo disfrutara de la vida y, por qué no, se la ganara. Desde esa temprana edad, le trasladó la paciencia y la disciplina que se le presupone a la complicada tarea de desenvolverse con soltura sobre la cancha de hierba y en el menor número de golpes. “Mi padre tiene el mejor hándicap 35 que yo jamás haya visto”, reconoció Santiago en una entrevista.

Lo de Gerardo de la Fuente puede considerarse de auténtica proeza. “No sé cómo lo hizo”, ha confesado Santiago en más de una ocasión. Según le contó su padre, todo se desencadenó después de leer un libro sobre Tiger Woods, considerado por mucho como el mejor golfista de todos los tiempos y, si no, uno de los grandes. El padre de la estrella no era profesional ni mucho menos, pero se distraía en el campo de golf de nueve hoyos de la fábrica de plástico donde trabajaba.

Con el libro del campeón estadounidense como manual, Gerardo de la Fuente comenzó a entrenar a Santiago y a Diego, el mayor de los dos hermanos, en sus horas libres. Fue el único entrenador de golf con el que contó el ahora deportista profesional hasta bien entrada su adolescencia. El mexicano ha reconocido en diferentes entrevistas que nunca ha jugado en un campo de golf tan precario y en peores condiciones como en el que le entrenaba su padre. Un desafío que se convirtió en su mayor virtud y habilidad secreta: tiene la capacidad de superar las adversidades del terreno como pocos. Santiago de la Fuente jugó su primer torneo oficial con nueve años y pronto llamó la atención de los entendidos, entre ellos Paco Saracho. El golfista jalisciense estuvo al lado del joven durante su reciente participación en el Máster de Augusta y no pudo disimular su orgullo al ver el sueño cumplido “con los ojos abiertos”, escribió en su cuenta oficial de Instagram.

De trasladarse a vivir solo a Estados Unidos a ser una de las grandes promesas del golf

Azuzados por la falta de recursos después de que la planta de plásticos donde trabajaba Gerardo echara el cierre, los de la Fuente tuvieron que recurrir a las becas deportivas que ofrecen la mayoría de las universidades en Estados Unidos para que Santiago pudiese continuar desarrollando su golf. Llegó a la de Arkansas en 2020 para estudiar empresariales. Lo hizo solo y sin saber inglés que aprendió a marchas forzadas viendo la serie ‘Friends’. Al tiempo que estudiaba, fue mejorando su juego y destreza y su ambición fue ya imparable. Dos años después, aterrizó en la Universidad de Houston con otra beca y condiciones mucho más beneficiosas para avanzar en la aspiración de convertirse en uno de los grandes del deporte internacional.

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Santiago de la Fuente es el actual campeón de la competitiva Latin American Amateur Championship (LAAC). Un título muy reñido que le permitió participar en la pasada edición del Masters de Augusta. Compartió cancha y nervios junto a titanes de la talla de Jon Rahm que, valga el apunte, cerró su peor ‘major’ antes de ceder la chaqueta verde de Augusta al vigente campeón, Scheffler. Aunque Santiago fue eliminado tras la segunda jornada del torneo al no alcanzar el puntaje requerido, su carrera meteórica solo acaba de empezar. Probablemente, no será la primera ni la última vez que oigamos hablar de él.

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