Me queda mucho por dar en esta división. El Bebé Asesino regresa con sed de venganza a la UFC
A Brandon Moreno no se le escapa la ironía. Cuando decidió alejarse de la UFC luego de dos derrotas brutales que terminaron en decisiones divididas, creyó que estaría fuera un largo tiempo. Poco después, ya sentía la necesidad de volver a la alta competencia.
Doble campeón de las 125 libras y el primero nacido en México, Moreno regresa a la acción este sábado en un evento con sede en Edmonton, Canadá, para medirse a un joven guerrero como Amir Albazi en un choque de suma importancia, pues el ganador pudiera ser considerado el próximo retador para la faja mundial que ostenta Alexandre Pantoja.
La travesía del “Assassin Baby’’ en la UFC ha sido una de los más inspiradoras de cualquier luchador. Desde ser cortado de la promoción en 2019 hasta ganar el título de peso mosca en 2021, el luchador de 30 años lo ha visto y hecho todo. Decidió alejarse de la lucha durante ocho meses porque quería sanar su mente y su cuerpo. Pero ahora está de regreso y con sed de venganza.
Has hablado de curar el cuerpo, la mente, el alma.
“Lo relaciono mucho con aligerar la carga de trabajo, el estrés, toda la presión. Me ayudaron mucho esos meses. Fue menos de un año, no fue mucho tiempo, pero estar fuera de competencia, no estar pensando en mi siguiente pelea, en mi siguiente oponente, eso me ayudó mucho’’.
¿En algún momento pasó en tu mente la idea del retiro?
“Pues sí, te llegan muchos pensamientos negativos a tu cabeza. Pero si te pones a tomar decisiones en ese momento, cuando todo está de esa manera, creo que no van a ser las decisiones correctas. Traté de calmarme, de estar un poco fuera de redes sociales. Pasé tiempo encerrado en casa, conversando con mis hijas, con mi esposa. Eso me ayudó mucho. Con el paso del tiempo las heridas iban sanando. Mi cuerpo se sentía mejor y pensaba con más claridad’’.
En estos meses, ¿qué aprendiste de ti que no sabías?
“A veces uno es demasiado duro consigo mismo. Uno no se da cuenta de toda la carga de trabajo, todo el estrés, todo el entrenamiento que vas acarreando. Y uno es guerrero, un competidor y no te quieres rajar y quieres seguir yendo para el frente, pero también te das cuenta de que eres un ser humano y hay momentos de pausar un poco, tranquilizarte y disfrutar de la vida. Recordar cosas, por qué haces lo que haces, por qué has llegado a dónde estás’’.
¿En qué momento justo decides regresar?
“Es una guerra interna. La vida en competencia es lo que yo conozco. Llevo entrenando desde los 12 años, me la he pasado en el gimnasio compitiendo como amateur, como profesional. Todo ha sido estar en la lucha diaria, esforzándote, trabajando duro. No conoces otro tipo de vida. Decides tomarte un tiempo y te dices “ahora qué, qué sigue, qué hago’. A las semanas ya quería pelear, pero mi familia y mis coaches me dijeron que descansara’’’.
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¿Cómo contemplas la pelea con Albazi?
“Va a ser una pelea dura. Amir ha estado fuera lidiando con problemas de salud. Viene motivado. Sabe que si me gana lo más seguro es que siga una pelea por el campeonato. Va a ser una pelea donde él va a poner todo su esfuerzo para ganar. Ha dicho que yo ya di lo que tenía que dar, que es su momento, pero no puede estar más alejado de la realidad. Me siento con mucha energía y me queda mucho por dar en esta división’’.
¿Te ve Albazi como un gatekeeper, ese veterano que prueba jóvenes?
“Puede ser. No sé si eso está bien o mal, pero puede ser que me vea como ese peleador que va de salida. Pienso en eso y digo que tengo 30 años y mucho que dar todavía en la división. Yo espero volver a ser campeón. Es frustrante que los resultados no se hayan dado como quisiera porque me siento en el mejor momento de mi carrera, con mejor técnica, más maduro, con más conocimiento de la pelea. Por eso la meta es consolidarlo todo este sábado’’.
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Entonces, ¿estás seguro que un tercer reinado está en orden?
“Todos los días. Me siento muy bien. Estoy disfrutando mucho Fight Week, disfrutando de las entrevistas, de hablar con la gente, de las sesiones de fotos. En los últimos campamentos llegaba a Fight Week un poco agotado por el entrenamiento, el corte de peso, las obligaciones con la prensa. Pero me pone contento ver cómo disfruto todo nuevamente. El hambre sigue ahí en los recortes de peso, pero fuera de eso estoy muy bien’’.